Bajo Un Estandarte Azul. El Bosque Muerto #1 [Editando]

1)La llamada del cuerno

En un rincón de la tierra, una pequeña tribu de jóvenes elfos se asentaban en las afueras de un bosque, un bosque enfermo, negro como la pez y sombrío igual que la penumbra que se hallaba fácilmente debajo de un roble adulto. Los elfos habían huido recientemente de su hogar, por la sencilla razón de que su pequeña fortaleza, un poco más al norte, había sido ocupada por la raza, la vil raza de los humanos, estos eran seres malvados, muy incultos al parecer de los elfos, enanos y cualquier otra ente viviente, ellos no sabían hablar con plantas o flores como los elfos,pero era una población poderosa.

No apreciaban la naturaleza, utilizaban fábricas para forjar tanto armas y munición, como herramientas para la tala de los pocos bosques sanos que aún quedaban sobre la tierra, o más bien, la gran isla del tamaño aproximado de un continente. A pesar de los grandes avances de los humanos y los enanos en la ingenería y la invención de todo tipo de armas de fuego, no eran capaces de ver la gran utilidad de los aviones o barcos. Cosa que propuso un consejero del rey humano, un enano de gran altura para ser de esa especie, concretamente la de un metro y medio.

Los elfos que huyeron de su hogar (aunque les parezca una majadería) fueron surtidos de buena fortuna, el resto de compañeros fueron asesinados por la baja calidad de sus arcos relativamente primitivos. No era gran cosa contra lo que lucharon los amantes de los árboles, pero debido a la gran potencia de fuego que poseían los humanos tuvieron que hacer un gran esfuerzo para persistir.

Después de varios días pasados a la intemperie, solamente cobijados por la capa de hojas negras de los troncos muertos,no creían que sobrevivirían en ese cuerpo, puesto que en la raza elfica uno no moría, se transformaba en una planta, dependiendo de la sabiduría, poder y edad del elfo se reencarnaba en el tipo de vegetación que le correspondía. Hasta que un día se oyó un gran cuerno de batalla elfico, un sonido que procedía del interior del bosque muerto, el cuerno sonó tres veces antes de que los asentados se dirigieran al interior del bosque, para explorar lo que podía ser el sonido de una población oculta de elfos que les acogerían en su no muy humilde morada.

Lo mejor de aquella ciudad dentro del bosque sombrío, es que fue fundada por cuatro magos, en las ultimas semanas los elfos no sufrieron ningún ataque. Parecía que los humanos no se atrevían a acercarse al bosque. Cuando Mengorin (el líder de aquella panda de elfos débiles) decidió explorar el interior del bosque era muy tarde, los mismos humanos que atacaron su hogar, fueron a por los que les quedaban, consiguieron eludir las flechas hechas de junco que disparaban los elfos, pero del interior del bosque, apareció un fuerte haz de luz azul, detrás del haz luminoso se erguía una figura esbelta de un humano con expresión serena en el rostro, entonces, los elfos cambiaron de dirección sus arcos y el esbelto habló:

- Perdonarme si les he asustado nobles elfos. No era mi intención, esos asquerosos humanos lo perturban todo a su paso. Este bosque antaño era uno de los mas lustrosos de la isla. Entiendo que les repugne, por favor, acompañarme a mi casa hay más de los vuestros y ningún humanos se atreve a acercarse.

- ¿Y que ganamos nosotros a cambio, sucio humano?

Dijo Mengorin aterrado pero decidido. Era muy raro que el líder elfo se sintiera aterrado por un humano.

- No soy un humano cualquiera, soy un mestizo,un elfo-mago. Por eso tengo una figura tan esbelta y soy capaz de realizar cosas inauditas.

- Esta bien mestizo,¿donde esta tu ciudad?

- Bosque adentro, ¡seguidme antes de que sea tarde!

Los elfos y el mestizo recogieron las armas y las ropas de los humanos mientras que con los cuerpos los dejaron al pie de los árboles del principio del bosque, para ayudar con la fertilización y curación de las plantas cercanas.

Esta es la primera parte de la historia así que no os preocupéis publicare más partes del libro a menudo. Gracias por leer.

SALUDOS Y BUEN LIBRO. Yagoelpoli