prólogo

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Tenía que terminar rápido su tarea si quería que lo dejaran ir al cine con esa persona, por eso se había sentado en la mesa y diligente, escribió lo que le pareció sería la respuesta. Su pierna se movía rápidamente y su mano, cual sostenía el lápiz, igual. De pronto le pegó la música en los oídos.

—¿Has escuchado Guns N' Roses, Innie? —le subió volumen a la radio, solo para molestarlo, eso era seguro.

Jongin no soportaba a sus dos vecinos, a esos dos niños que venían a visitarlo todas las tardes después del almuerzo dado su hermano mayor hacía de niñero. Sí, no los soportaba, pero asimismo, lamentablemente, tampoco podía vivir sin ellos. Conste que esto último era secreto.

—¡Bájale el volumen, Chanyeol! —se levantó del asiento con el ceño fruncido, intentando verse imponente. Sin embargo, Chanyeol era un escobillón humano, y a pesar de que solo era un año mayor le llevaba bastante altura. Se rió y elevó el radio portátil sobre sus brazos, para que así Jongin no pudiera alcanzarlo. Jongin brincó un par de veces sobre el suelo, casi resbalándose porque andaba en medias, y sus mejillas morenas enrojecieron debido a la frustración. 

—Le voy a decir a mi hermano.

Chanyeol le sacó la lengua y el cabello de Jongin pareció enrollarse.

—No le haga' caso, Kai —dijo Sehun, el otro niño, sacando una chupeta de su boca para hablarle. Era bonito de cara y poseía una voz difícil de olvidar—. Él quiere moletar nada má'...  

Y dicho aquello, volvió a meter el chupetín en su boca mientras terminaba un rompecabezas. Espera, que recordara Jongin, Sehun no había traído...

—¿De quién es ese rompecabezas? —volvió hacia quien le hablaba. Estaban en la sala de su casa.

—¿Hm? —pestañeó el menor.

—¿Es mi rompecabezas de los power rangers?

Tuho hyung me lo pestó —respondió de inmediato el muchachito, acostándose sobre las piezas.

—¡No, Sehun! ¡No entiendes: tiene mil piezas, vas a perderlas! O a dañarlas...

—¡Déjame en pa'!

—Levántante... —sonó de pronto algo cayéndose, y al mismo tiempo que volteaba Jongin, el radio se estrellaba directo contra el suelo.

Fue tan rápido que ninguno pudo reaccionar. Chanyeol peló los ojos como dos cocos, Jongin se encogió ante el ruido del estrello y Sehun, bueno, Sehun no soltó las piezas del rompecabezas ajeno ni dejó escapar el dulce de su boca, con su cuerpo aún pesado adrede sobre el suelo.

Después de que el radio portátil se hiciera añicos sobre el piso de madera, se escucharon unas pisadas apuradas bajar por las escaleras de la casa. Se trataba de Junmyeon, en toalla, notándose que acababa de salir de bañarse. Parecía asustado cuando les preguntó "¿qué pasó?" y los tres niños se vieron entre sí, y en vez de decir algo, se encogieron de hombros y sonrieron. Solo que sus sonrisas fueron distintas: la del larguirucho, por ejemplo, fue extremadamente nerviosa; la del otro Kim, fue una de esas sonrisas que das para no llorar; y la del más pequeño de todos, fue brillante y emocionada, demostrando claro y raspado la ilusión del primer amor de un niño.

—Hay que ver... No se les puede dejar un momento solos —soltó el mayor, tapándose la cara.















Nota: 

La intención era subir este prólogo con su siguiente parte (porque se supone que esta historia es un oneshot regalo) pero adivinen quien no ha podido terminar de escribir nada ashsajs. EN FIN, tenía que subir algo hoy porque cumple años whoopsnmhmu y aaaaah, felicitaciones, sé que no fue el mejor de todos pero sigue siendo tu día. Cuando pueda te subo la siguiente parte del regalo.

we can hurt together ✧ chankaihunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora