Jimin asintió con timidez ante la atenta mirada de Taehyung.Saber que bailaría con el pelinegro fue la mejor noticia que podría haber recibido, de verdad tenía muchas ganas de bailar. Se puso de pie de un salto y comenzó a buscar con la mirada algún espacio libre en la pista de baile.
Encontró un lugar cerca a donde se encontraban sus amigos, sonrió y levantó los brazos saludándolos mientras se acercaba.
Los amigos de Taehyung los observaron con extrañeza, no podían creer que el castaño había sacado a bailar a un chico, pero el ambiente era tan bueno que decidieron pasarlo por alto y continuar bailando.
Jimin amaba bailar, siempre lo hacía en casa cuando nadie estaba, pero al estar en público todo se hacía más complicado. Confundía su derecha con la izquierda y no podía dejar de pensar en que estaba haciendo el rídiculo. Todo lo contrario pasaba con Taehyung, quien movía su cuerpo al ritmo de la música, acompañando sus pasos de baile con muecas raras.
Jimin no podía contener la risa y eso animaba a Taehyung a continuar haciéndolo.
Para la mitad de la segunda canción, Jimin ya había dejado de lado su timidez e impresionaba al más alto con su genial manera de bailar.
Luego de un par de canciones, la música se detuvo, era un pequeño descanso para la banda que tocaba en vivo.
Taehyung fue por más ponche para él y otra Coca-Cola para Jimin.
Mientras tomaban sus respectivas bebidas Jimin se atrevió a preguntar algo que le causaba curiosidad, quizá esa sería la única vez que podría hablar con Taehyung y debía aprovechar la oportunidad.
─ Taehyung...¿Jennie es tu novia?
El mencionado dejó su vaso a un lado y volvió a mostrar una de sus tan peculiares sonrisas cuadradas.
─ ¿Jennie? Bueno...la quiero mucho.
─ ¿Eso es un sí?
─ No, no somos novios.
─ Pero ¿te gusta entonces?─ Mmh...no lo sé.
Jimin no entendió su respuesta y parecía que Taehyung tampoco, pues se quedó pensativo un momento.
Antes que pudieran continuar su conversación, la banda comenzó a tocar de nuevo sin previo aviso, haciendo que ambos dieran un saltito del susto.
Jimin bebió el poco de gaseosa que quedaba en su botella y se puso de pie para seguir a Taehyung en dirección a la pista de baile.
Grande fue la sorpresa de ambos cuando el cantante de la banda tomó el micrófono para decir algo.
No crean que nos olvidamos de los enamorados.
Casi eran las doce y el baile estaba por terminar, las parejas se abrazaron y comenzaron a bailar lentamente al dulce ritmo de la música.
Jimin miró a Taehyung, quien observaba a las parejas sin decir nada.
Debe extrañar a Jennie, pensó.
Giró para volver a sentarse en la banca cuando sintió la mano de Taehyung apoderarse de la suya.
No quiso preguntar y lo siguió en silencio. Llegaron al pasillo que estaba al lado del gran salón. Las luces estaban apagadas y solo era posible ver gracias al tenue brillo que se colaba por las puertas a medio cerrar.
─ Bailemos aquí.
─ Taehyung...no es necesario que...bailemos esta canción.
─ Pero yo quiero bailarla contigo.
El castaño se acercó y aferró sus manos a la cintura de Jimin, quien había comenzado a temblar y hacía su mejor esfuerzo por disimularlo. De a pocos apoyó su cabeza en el hombro del más alto y colocó sus manos a los lados, la diferencia de alturas hizo que encajaran perfectamente.
El perfume de Taehyung se convirtió en su aroma favorito desde ese momento.
Bailaron en silencio hasta que el castaño habló.
─ No.
Jimin retiró el rostro de su hombro y lo observó con confusión.
─ Jennie no me gusta de esa manera. ─ Taehyung formó un puchero, era como si se sintiera mal por ello. ─ No sé qué vio en mí, soy un tonto por no poderle corresponder.
─ No digas eso.─ Jimin hizo una pausa, necesitaba valor para poder continuar.─¿quién no se enamoraría de ti?
Taehyung no contestó. Tan solo recostó su cabeza en el hombro de Jimin, a pesar que para lograr eso debía agacharse un poquito.
─ Taehyung ¿por qué haces esto?
─ ¿Hacer qué?
─ Hablarme, bailar conmigo.
─ Me caes bien y...eres increíble Park Jimin, sé que te conozco poco pero ya siento que te quiero...mucho.
Jimin sintió cómo el calor comenzó a subir por sus orejas y mejillas.
Taehyung siempre actuaba con el corazón, pocas veces escuchaba a su mente antes de hacer las cosas, lo que le había traído problemas numerosas veces. Y otra vez estaba ocurriendo, su corazón latía tan fuerte que le sacudía el pecho.
Al tener el rostro de Jimin tan cerca no podía despegar la mirada de sus labios.
Eran de un bonito tono de rosado, parecían ser tan suaves y cálidos, era como si le rogaran ser besados.
Quizá lo que estaba a punto de hacer era muy arriesgado pero necesitaba hacerlo.
Giró su rostro por completo y acercó sus labios a los del contrario.
Pero al notar sus intenciones Jimin se alejó.
Se observaron avergonzados hasta que el pelinegro habló.
─ Creo que me gustas Kim Taehyung y puede que hagas todo esto porque tomaste mucho ponche o te sientes solo...si me besas no habrá vuelta atrás y...
Antes que continuara, Taehyung ya había vuelto a rodearlo con sus brazos y por fin, lo silenció con un dulce beso.
No se había equivocado cuando imaginó que los labios de Jimin serían lo más dulce que probaría en su vida.
Tenían un sabor particular, aún tenían impregnados el sabor de lo que había bebido toda la noche, sus besos sabían a Coca-Cola.
Taehyung no sabía que pasaría luego de esa noche, luego de ese beso y de los otros que siguieron, pero estaba seguro de algo...
La Coca-Cola se había convertido en su bebida favorita.