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-Steven...- Escucho la suave voz de ____. En ese momento abro los ojos, y la encuentro sentada a mi lado en la cama. Me ve fijamente, y tiene el ceño fruncido. También noto que sus ojos están un poco rojos e hinchados. Es mi culpa...
-¿Qué pasa?- Digo incorporándome en la cama.
-¿Podemos hablar?-
-Si... Dime qué pasa...-
-¿Por qué no me habías dicho nada de eso?-
-Ya sabes... No quería que te pusieras mal...-
-Si me hubieras dicho antes no estaríamos teniendo esta conversación...-
-Ya lo sé... Pero es difícil...-
-Soy tu novia, Steven... Sabes que puedes confiar en mí... Sabes que siempre voy a ayudarte, pero no puedes ocultarme cosas...-
-Perdóname...-
-Tienes que resolver esto, Stevie...-
-Mierda... Yo... Es que... No sé cómo...- En ese momento un sollozo sale de mis labios. ____ me mira con toda la preocupación del mundo y no hace más que tomar mis manos con fuerza y verme con esos hermosos ojos de los que me enamoré desde hace ya mucho tiempo.
-Dime que es lo que pasa...-
-Debo mucho dinero... Ya sabes... Los vendedores de droga no son buenas personas...-
-¿Cuánto debes?-
-No lo sé... Quizás un poquito más de mil dólares...- ____ abre los ojos como platos y me ve boquiabierta.
-Es demasiado...- Dice cerrando los ojos.
-Ya lo sé...- Me limpio los ojos antes de que ella pueda ver que están llenos de lágrimas.
-Te voy a ayudar a pagarlo todo, ¿vale? Pero quiero que hagas algo a cambio.-
-¿Qué cosa?-
-Prometerme y cumplirme que nunca más vas a volver a tocar una sola pizca de droga.-
-Pero... Yo... Mierda es muy difícil...-
-Joder, Steven... Es por tu bien...- Nunca había visto tanta desesperación en los ojos de ____. Sé que habla en serio, y sé que realmente está preocupada por mi.
-Está bien... Pero voy a necesitar que me ayudes mucho...-
-Claro que lo haré...-
-¿Por qué eres tan buena conmigo todo el tiempo?-
-Ya lo sabes... Estoy enamorada de ti...-
-Ven aquí...- Abrazo con fuerza el pequeño cuerpo de ____ y ella me lo devuelve de inmediato. Odio verla mal, sobretodo si es por alguna estupidez mía. ____ se aleja de mí y me sonríe. Saca de su bolso un pequeño monedero y me da todos los billetes que tenía ahí dentro. Me siento tan mal de hacerle esto... Ella pasa todo el día trabajando para que vivamos bien, pero hacer que me de el dinero que ella ganó por su esfuerzo para pagar mi droga me hace sentir como una mierda de persona.
Cuando las cosas empiecen a ir bien, y yo empiece a ganar dinero con la banda, voy a pagarle esto, y le voy a dar todo lo que se merece.
-Ve a pagar Steven... Es mejor que lo hagas cuanto antes...-
-Está bien... No tardaré, ¿sí?-
-No... Mientras voy a hacer la cena... Voy a preparar tu pasta favorita y popcorns de postre...-
-Eres la mejor...- La abrazo con fuerza y dejo pequeños besos en cada rincón de su cara. Ella no hace más que reír y tomarme de las manos.
-Ya ve...- Me levanto del sillón y le dedico mi mejor sonrisa. Sin decir nada más, tomo las llaves de la casa y salgo de allí. He estado comprando la droga en un lugar no muy lejano de aquí, así que no es necesario tomar el coche, dejo que mis pies me lleven.
Una vez que llego al pequeño callejón donde se encuentra el bar donde compro todo, siento un pequeño nervio en mi estómago. Cuando entro, está especialmente vacío, y no hago más que dirigirme a la barra, y espero a que me atiendan. El mesero se acerca y me ve muy seriamente.
-¿Vas a llevar lo mismo que todos los días?- Pregunta con un tono de voz intimidante.
-No... Vengo a pagar todo...-
-¿Si? Quiero ver el dinero.- Saco de mi bolsillo todo el dinero que ____ me había dado y lo dejo sobre la barra. El mesero lo toma entre sus dedos gordos y tatuados y comienza a contar todo lo que hay.
-No es suficiente.-
-¿Qué?- Digo algo alterado.
-¿Eres sordo, hijo de puta? No es suficiente. Aquí hay ochocientos veinte dólares. Te faltan ciento ochenta.-
-Bueno... Bueno... Pero es más de la mitad... Prometo traer lo demás para la siguiente semana...- Digo levantándome. El hombre en un movimiento rápido me toma del brazo y niega.
-Te llevo esperando más de tres putos meses. No voy a aguantar un día más.-
-Mierda... Por favor... No me hagas daño...-
-Estoy harto de ti, enano.- El hombre sale de detrás de la barra y toma con fuerza mis dos brazos. Sin dejarme decir nada, me mete a la parte trasera del bar y me avienta contra la pared, haciendo que me de un fuerte golpe en la cabeza.
-Basta... Por favor... Mi novia me está esperando...- En ese momento me suelto a llorar.
-Eres un maricón.- Dice dándome un fuerte golpe en la mandíbula que me deja atónito unos largos segundos. Cuando vuelvo a fijar mi vista sobre el, me doy cuenta que tiene un palo de madera entre las manos. Trato de gritar por ayuda, pero antes de que mis labios reaccionen, siento un fuerte golpe en toda la cara...

One in a million. (Steven Adler) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora