Capítulo 18

8 1 0
                                    

DÍA 15: 10:30 Am. "Karen Herrera"

KAREN

-¿Por qué?-es lo único que atino a decirle luego de que me despierto, no sé donde estamos. Está oscuro, frío, no veo nada. Solamente siento la sombra que me observa a unos metros de mí.

-No hay alternativa, créeme-me dice, si no hubiera ido al baño...-estaban empezando a sospechar, sobre todo cierta persona. Ahora ya sabes lo que voy a tener que hacer.

Se me hace un nudo en la garganta. Sé la respuesta pero no quiero admitirlo. Luego de tomar aire logro soltarla.

-Me vas a matar.

-Pero antes...-me dice pasándome una hoja y un lápiz-ten, vas a escribir tu propia carta de suicidio, si algo malo ocurre, no quiero que sepan que fui yo. Escribe lo que te salga, pero te estaré viendo. No hagas nada raro.

Me siento en una mesa que hay, enciende una luz y logro ver mejor, tomo el lápiz, la mano me tiembla. Agarro el lápiz con fuerza y empiezo. Miro de reojo su sombra, una sombra oscura sin forma que está impaciente por algo, una sombra negra que lo único blanco que tiene son sus globos oculares, sus manos, sus pies, sus ojos, todo su ser es negro. Intento poner algo en la nota sin que lo descubra, luego de unos segundos sé que hacer. Terminada la carta la veo.

"Hola, no sé como hacer esto, es la primera vez que lo hago...y la última también. Es curiosa la forma en que todos nos conocimos, un curso más, una amistad más, una cosa más en todo. Cuando lean esto yo estaré muerta, y no quiero que me recuerden, muchos de ustedes saben lo horrible que es perder a un ser querido, ese sentimiento sin fondo que nunca se podrá llenar con nada, por eso quiero pedirles que no me recuerden. Fui una mancha en el parabrisas que se borró con una simple lluvia. Así quiero ser para ustedes. Creeré en ustedes y que cumplieron. Obvio, los extrañaré y ustedes también lo harán. Cuando se cumpla el plazo y vuelvan, estarán juntos, seguirán como ahora, es algo que quiero creer. Hemos hecho en este lugar una familia. Obedézcanme. No se separen nunca. Y como no quiero hacer esto tan melodramático ni sobrevalorado,  quiero pedirles que hagan sus vidas normales, que no las detengan por mí. Nunca los olvidaré, seguiré viva en sus corazones. Y si alguna vez se ponen triste por alguna enfermedad, problema, en fin, por cualquier cosa...recuerden que hicieron feliz a una persona. Gracias por todo lo que hicieron por mí, si he tomado esta decisión, no fue por culpa suya, no recuerden mi nombre como un tormento, fue por que la vida no tuvo compasión conmigo. Orgullosa me siento por haber sido parte de su vida. Tuvimos altos y bajos, pero logramos sobrevivir. Me zambulliré en la arena de la eternidad y la muerte para decirle adiós a este mundo, tengo fe en la humanidad y sobretodo en ustedes. Por eso, lo recalco, sigan adelante, y quiero que cuando recuerden mi nombre, un haz de esperanza y felicidad en sus ojos se ilumine, porque sabrán que hicieron feliz a una persona hasta el final. No sé si lo hagan, pero yo lo hice mis diecisiete años. Los quiero. Ojalá me perdonen, quiero creer eso, tengo que hacerlo. El principio de una oración es el final de una vida, si bajas solo seis peldaños en tu vida encontraras la respuesta a todos tus problemas, ya que la felicidad ha estado más cerca de lo que te imaginabas y cuando la hayas encontrado, solo tienes que seguir adelante.

Con cariño. Karen Herrera."

-Ya-le respondo-O sea que me vas a matar.

-No, eso no está en mis planes-me responde, la carta es algo que separará a la cabaña, estoy segura, pero lo descubrirán-estamos a la izquierda del comedor, toma-me dice pasándome un arma, quedo helada, no sé que quiere que haga-tengo otra apuntándote así que no intentes nada. Son las 13:30 Pm. Es hora de comer, de seguro se deben de preguntar porque no llega la querida Karen, así que tienes que ir allá y serás libre...a cambio de que mates a uno.

-¡¿Qué!?-le digo, lo que está pasando me llega de golpe y me siento mareada.

-Así es, tienes que matar a uno, a la persona que mas odies. Te estoy haciendo un favor, ambos sabemos quien es esa persona.

Tomo el arma firme, pero mi mano me tiembla, abro la puerta. Al otro lado están todos comiendo, haciendo lo común. Veo en una mesa a los chicos, observo a Kelly. Me mira y me saluda. No lo aguanto, se me sueltan las lágrimas, al notar eso Kelly se levanta, no puedo dejar que se acerque, es ahora o nunca, levanto la pistola. Todos alrededor se apartan y me quedan mirando, se forma un silencio desgarrador. Atino por apuntar a Gary, pero me arrepiento, apunto a cualquier lado. Él no se merece esto. Eso es lo que quiere la persona al otro lado. Luego sé lo que tengo que hacer. Me apunto en la cabeza, me han dicho que te mata al instante, ojalá sea cierto. 

-Me odio a mi misma-le respondo a la otra persona-lo siento.

En un segundo el arma se dispara y alguien por mi lado izquierdo aparece y me empuja, el arma se desvía y no me llega en la cabeza. Siento el ardor en el costado izquierdo de mi torso. Nunca había sentido algo a carne viva. Veo a la persona, es Felipe.

-¿Qué haz hecho?-me dice llorando. A su lado aparecen todos. Mi visión se empaña.

-Lo siento-digo con un hilo de voz.

-¡Karen!-grita a mi lado Kelly, se abalanza sobre mí y me abraza, quiero estar sola, no quiero que sea mas difícil-calma, te pondrás bien, te sanaremos y volverás a...

-No-la interrumpo, sus ojos están rojos, llenos de tristeza y vacío.-No quiero que hagan eso. Kelly...¿Recuerdas lo que quiero en mi funeral?

-Si-dice llorando-un tulipan morado en las manos y una camelia roja en el cabello, con los labios rojos como la pasión y las uñas verdes como la esperanza. Me lo aprendí.

-Pues, ya sabes que hacer. Te quiero Kelly. Ese sentimiento nunca va a desaparecer.

Mi cuerpo intenta batallar, pero yo sé que no hay remedio, le ordeno que deje de luchar y me voy quedando "dormida" a un ritmo constante, cierro los ojos, no los abriré más. No alcancé a cumplir dieciocho, no importa. Espero que me perdonen por todo lo que he hecho, mis padres, todos, quiero creerlo, tengo que hacerlo.

Suspiro. El último suspiro que haré. Somos como la neblina, un día estamos y al otro no.

Asesinato en WinderbrokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora