No sé tu nombre pero créeme que si fuera más guapo, más listo, si fuera especial o si fuera como uno de los chicos de portada de revista iría a preguntártelo.
Y la verdad es que ni yo mismo conozco porque te he estudiado, ni la razón por la cual sé que vienes a las 4:00 p.m. de lunes a viernes y tampoco sé que hago sentado aquí acosándote, soy la persona más patética en la vida.
Hoy he pensado en ti por la mañana, por eso me he colocado mi suéter azul holgado, mi favorito, es mi favorito ya que me hace ver delgado y no creo que a ti te gusten los gordos como yo. Sin embargo, no funcionó me ignoraste mientras lanzabas un bostezo al cristal del vagón y eso dolió más que todo.
De pronto, me miras, te miro y suspiras, cerré los ojos y juro haberte oido suspirar, estoy tan nervioso que no puedo ni respirar y por consecuencia, tiemblo. Desconozco cuando adquiriste tanto poder sobre mí; justo iba a hablarte pero bajaste en tu ya conocida estación, bendita suerte la mía.
Al día siguiente, apareces con un chico a tu lado y gracias a lo que alcance a escuchar su nombre es Jun y el tuyo Hansol, ni siquiera lo conozco pero lo aborrezco por el simple hecho de que el tiene derecho a hablarte y yo, no.
Así pasan los días, de lunes a viernes, yo acumulando valor y planear soltarlo hasta que ya no hay tiempo, aún y cuando estás en frente de mi no puedo decir ni una palabra, entre nosotros sólo va y viene el silencio.
Dejé de ir al tren por dos semanas, no soportaba verte con él, volví para verte a ti, no soportaba el no hacerlo. Así que me he decidido, este día, jueves 11 de marzo, te hablaré.
"Oye tú, digo, Hanbol, digo, Hansol." Pronuncié tartamudeando.
"¿Sí?" Soltaste una carcajada poniendo tu lengua entre tus dientes.
Diablos, ahora supongo que piensas que soy el joven regordete más idiota de la galaxia y me quiero morir de la vergüenza.
"Nada, sólo...." suspiré "Nada."
El tiempo se detiene, te acercas lentamente al asiento vacío a mi lado abandonando tu lugar habitual, te sientas y por primera vez en mi vida escucho tu voz.
"Yo no te conozco y ya te echaba de menos. Cada mañana rechazo los taxis y elijo este tren." sonreíste y juro por Dios que me regalaste la alegría más pura jamás existida.
"¿En serio?" No podía mirar tus ojos, si lo hacía me perdería en ese mar color avellana, me convertiría en lo doble de estúpido que soy.
"Te lo prometo Seungkwan."
Ya casi llegamos a tu destino pero no me importa, no me interesa nada cuando sostienes mi mano, ahora el 11 de marzo estaría marcado en mi calendario como el día en el que el hombre de mis sueños correspondió mis sentimientos.
Poco a poco la luz va disminuyendo, inmediatamente me aferro a ti durante que tú me sostienes en tus brazos, el horrible estruendo es lo único que mis oídos pueden escuchar además de tu voz tratando de calmar mi llanto, con mis manos encuentro tu cara, trazo tus labios con ayuda de mis dedos y los junto con los míos, en este momento no me parece apresurado el besarte, no si consideramos todo lo que está pasando y ha pasado.
"Te quiero." Susurras, te vuelvo a besar mientras que te regalo el último soplo de mi corazón.
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jueves♟verkwan.
Fanfiction"Si fuera más guapo o un poco más listo, tendía el valor de cruzar el vagón y preguntarte quién eres." ♟inspirado en la canción "jueves" de la oreja de van gogh. ♟contenido homosexual. ♟oneshoot.