POV Luna.
El despertador sonó como cada mañana del colegio, las 5am, pero hoy no era día de colegio y a mi se me olvido apagarlo, así que me levante con un cansancio demasiado evidente, después de la pesadilla de ayer no había dormida nada y me sentía agotada. Me metí al baño y me di una ducha fría para despertar, me maquillé un poco pesado, no lo acostumbraba pero en esta ocasión era necesario para ocultar mi rostro cansado y la hinchazón debido al llanto de ayer.
Cuando estuve vestida y presentable baje a pedirle mi desayuno a Monica.
— Buenos días, señorita Luna. ¿En que la puedo ayudar? — Preguntó dulce Monica.
— Quiero una taza de café con leche y dos de azúcar y unas tostadas con mermelada y un jugo de naranja.— Exigí.
— Buenos días, Luna. — Entró Ambar a la cocina. ¿Que se cayo de la cama? De igual manera la ignore, no iba a desearle los buenos días, no lo sentía y no soy hipócrita.
Bueno admitió que lo era en un principió, pero era por estrategia. ¿Saben algo? A la mierda las estrategias, no recurriré más a ellas, no con Ambar porque con ella, ¡No sirven! Ahora seré directa.
— Monica, mándame el desayuno al comedor. — Ordené y ella me miró con algo que parecía ser lastima y dulzura.
¿¡Qué le pasa a esta empleaducha?!
— Si, señorita.
— Y también ahórrese su lástima y sus miraditas tiernas, Monica, su trabajo solo es servir y cocinar. Apéguese a sus responsabilidades y no este perdiendo el tiempo en patéticas humanidades. — Abrió sus ojos como dos platos y antes de que contestará con un evidente: "Si señorita" una voz la interrumpió.
— Bien, muy bien. — Sonreía la señora rubia. — Por fin estás aprendiendo de lo que se trata la vida y de como tratar al personal y a la gente que te intenta hacer de menos si quiera con una mirada. — Me felicitó Sharon.
Me estremecí, yo juré que no sería como ella y es en lo que me estoy convirtiendo.
— No quiero ya el desayuno, Monica. — Mencioné con nudo en la garganta, odiaba ser como Sharon. — Me adelanto al auto, quiero que Tino me llevé al centro comercial, adiós madrina. — Dije tomando mi bolso y dirigiéndome a la salida, una vez fuera me subí al auto y una vez mas me contuve.
Contuve las ganas de gritar y de llorar, simplemente miré al frente y actúe como si nada.
— ¿Tu qué te crees? — Entró Ambar al auto. — NO puedes tratar así a mi mamá, es RESPETO, Luna. — Me gritó indignada.
Reí irónica. — ¿Tu qué me vienes hablar de respeto, maldita prostituta? — Abrió sus ojos como platos. — Reclama y exige respeto cuando lo estés dando. No fue respeto el hecho de que besarás a mi novio en la competencia, no fue respeto el que te hayas metido EN mi vida, EN mis cosa y EN TODO lo que me importaba de un día para otro. — Suspiré. — Ten cuidado con lo que sale de tu sucia boca y de las acciones que haces porque me es tan fácil meterle plata y joyas de Sharon al bolso de tu madre ó al saco de tu padre ó incluso a ti y que pierdan el trabajo e incluso los demande mi madrina. — Ella frunció el ceño. — Es hora de que aprendas con quien te estas metiendo y te apegues a dónde es tu lugar, porque de protagonista no la das. — Sonreí.
— N-No te tengo miedo. — Mustió, obviamente con miedo.
— Deberías, — Recomendé. — Basta una pequeña falla, un pequeño error para que yo haga que tu y tu familia sé pudran en el horror. — Amenacé. — Cuidado Ámbar.
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• Galaxias Paralelas •
Fanfic«Fuiste un pequeño rayo de sol que iluminó mi vida de la manera más hermosa y sincera. Después, te apagaste y jamás volví a sentir tú calor.» Obra original de LittleBunnyGxrl, nos se aceptan copias, adaptación o lo que sea sin previa consulta Se or...