Internado Belmont

Capitulo 1: Nina Ponce.

Nina Ponce.

Estoy corriendo aunque todo esta oscuro no podía ver nada. Intentaba esquivar las ramas de los Arboles que golpeaban mi rostro mientras me pregunto ¿Dónde estoy? ¿De donde vengo? Y ¿A donde voy? No estoy segura donde estoy yendo, no veo nada y mis pies se están congelando. Mientras corría en una dirección, logre ver en el pasto sangre, mucha sangre. Comencé a seguirlo, el cual me llevo a un cantero.

A unos metros mas, ya se escucha un grito, pero no uno cualquiera, si no, de una mujer.

-¡AYUDA! ¡AYUDENME PORFAVOR!- gritaba una y otra vez. También pude oír el llanto desgarrador de un niño o niña no lo sabía.

Al acercarme al carril. Mis pensamientos y mis pies se detienen, encuentro algo que me eriza la piel. Logro ver una luz que venia de un auto, muchísimas personas que iban de un lado a otro muy asustados, pareciera que hubo un accidente allí. En el suelo, de lejos puedo ver un hombre de unos 30 años y un niño de 10 y otro de unos 3 o tal vez 4 años tirados en el a falto, dos autos totalmente destruidos que chocaron entre si pero no había rastro de la mujer que pedía ayuda.

-¡Dios mio! ¿Que acaba de suceder aquí?- dijo una mujer al y ver el acontecimiento.

-Parece que están muertos- murmuro una chica.

-Era una familia, todos han muerto- dijo un hombre.

- Hola disculpen- dije acercándome a la gente- ¿alguien sabe que acaba suceder? ¿En donde me encuentro? -Pregunte mientras caminaba- Disculpe señor - dije tocando el hombro de alguien, pero el hombre pareció no sentirme.

Nadie respondía o tal vez nadie escuchaba mis palabras y mucho menos notaban mi presencia, hice lo posible para llamar la atención pero fue en vano, comencé a correr hacia donde había mas persona con la esperanza de que pudieran verme pero no fue así para ellos yo no existía.

Comencé a corre en dirección hacia el bosque, corrí, corrí y corrí. De pronto sentir una sensación de mareo que me hizo frenar, decidí tomar un descanso, mire hacías mis pies que estaban llenos de barro, mientras pensaba ¿en donde me encuentro? ¿Por qué la gente no puede verme? voltee, tome aire, continúe corriendo y me tope con algo muy extraño en el camino, era una mansión enorme tenia muchas ventanas, parecía ser antigua y abandonada ¿pero porque hay una casa en el medio del bosque? Me pregunte, hasta que desperté.

Todo había sido una maldita pesadilla, una de las tantas que tenia.

-¡No, no, no otra vez no!- dije quejándome.

-¿Otra pesadilla Nina? ¿Volvieron?- pregunto mi Hermana Jimena.

-si, pero esta vez fue diferente a las demás- le respondí.

-¿como diferente?- pregunto.

-si, esta vez, estaba en un bosque perdida y hubo un accidente. Había una mansión, no se fue un poco confuso- dije pensativa.

-bueno no importa, vayamos a desayunar- dijo, no se por qué siempre siento que no le gusta que le hable de mis sueños.

-Buen Día chicas- dijo papa.

- buen día Miguel- contesto Jimena con una sonrisa, pues Jimena es adoptada y nunca se acostumbro a decirle papa. En cambio yo si era su hija biológica.

-Hola pa- dije con alegría.

-¿como amanecieron hoy?-pregunto.

-emmm bueno Nina tuvo otras de sus pesadillas- respondió Jimena.

-¿volvieron tus pesadillas?-me pregunto- tendría que ir a ver al psicólogo-sugirió

-no estoy loca, papa- dije molesta- solo que de chica, tuve un suceso bastante traumático y es obvio que voy a tener pesadillas. Solo espero que algún día se vallan y ya no tenga miedo- dije un poco desanimada

-lo se hija, solo que me preocupas-

-paso tanto tiempo de ese accidente- dije y la sonrisa se borra de mi rostro.

-hija, tranquila. No pienses en eso te va hacer mal- dijo preocupado.

-me duele la cabeza-

-bueno gracias a dios. hoy el doctor te va a ver-comento. Yo no estaba feliz con eso ya que el doctor siempre me ve. Desde que tuve el accidente me quedaron secuelas y a veces me duele muchísimo la cabeza y me siento mareada, no recuerdo gran parte de mi infancia por eso. Mucha gente puede hablar de como fue su infancia, de como eran el jardín de niños al cual asistiendo, incluso lo que aprendieran en ellos o tal vez un cumpleaños suyo o el de un amigo pero yo no, la mitad no la recuerdo y la otra estuve encerrada en un hospital con muchos cables en la cabeza tratando de ver si sobreviviría desde entonces tengo que cuidarme mucho para mi gusto demasiado.

- hola Nina ¿Como te sientes hoy?- pregunto el doctor.
-bien, no me duele nada por lo tanto está sección es innecesaria. - respondí.
- Nina, estás acá para hablarme de vos y de tus sueños. Tu papá me dijo que tuviste uno hoy.- contesto.
Maldita sea no quería decirle nada pero mi padre me delato- bueno si, pero no fue nada.-admití.
- los sueños, pocas veces quieren decirte algo. Tal vez es un recuerdo.- comento.
- soñé con un accidente. ¿Tu estas diciéndome que es un recuerdo del accidente que tuve? - respondí.
- eso no lo sé Nina, no puedo afirmarlo.-
- también sueño con una mujer, nunca puedo verle la cara pero si la escucho.-
- ¿ella estaba en el accidente?-pregunto.
-no, no, siempre la sueño pero está vez, no o almenos no la escuche.-dije confusa.
- pues tú padres, me dijeron que sufriste el accidente con tus tíos que murieron. La mujer de tus sueños podría ser ella. Quedé pensando lo toda la noche, que ella podría ser mi tía que falleció.
Era el primer día de clases y mis padres no tuvieron mejor idea que meterme en un internado, El Internado Belmont. No estaba tan alegre con eso, después del hospital tenia que estar encerrada otra vez, parecía que nunca iba a poder ser libre.

-¿Qué? ¿ En un colegio?- dije molesta.

-si, hija esa es la condición de tu madre para que te quedes acá o si no tendrás que ir a España con ella-

-la odio - dije enojada, mis padres se había separados hace años, mi madre se fue a vivir a España. Mi hermana y yo decidimos quedarnos en Argentina con papa. Hasta que decidió ponernos condiciones ya que papa trabaja mucho. Como ellos no podían cuidarme todo el tiempo por sus respectivos trabajos, decidieron ponernos en un internado. A la mañana siguiente nos llevaron al colegio que quedaba demasiado lejos teníamos que pasar por varios arboles ya que el internado queda en medio de un bosque, rarísimo ¿no? ahora mucho menos voy a poder escapar pero cuando llegamos quede sorprendida con lo que vi.

-es.... la.... Mansión de mis sueños- dije aturdida.