Nicolás García.
Mis padres viven trabajando lo que eso hace que viajemos muchos, durante toda mi vida estuve viviendo en varios países como EE.UU., España, Italia, México, Chile, Brasil y ahora por ejemplo nos estábamos yendo a la Argentina que era nuestro país natal.
Soy hijo único, de chiquito siempre soñé con tener un hermanito o hermanita para tener a alguien con quien jugar pero eso nunca paso en mi vida he tenido varios amigos pero ninguno como lo fue mateo. El y yo somos amigos desde chiquitos, cuando cumplí 9 tuve que irme a vivir a Chile y lo veía cuando yo iba de vacaciones a la Argentina pero esta vez nos quedaríamos un años allá y lo podré ver mas seguido.
-Por fin llegaron- dijo un amigo de papa.
-Hola Carlos- dijo mientras lo abrazaba mi padre- ¿como estas?- pregunto.
-nos ponemos ir a casa de una vez por todas, ya estoy cansado - dije algo molesto.
-ya vamos hijo- contesto mi madre. De nuestro regreso a la Argentina mis padres prometieron tener menos trabajo y pasarían más tiempo conmigo, aunque yo lo dudo ya que siempre dicen eso cuando nos mudamos de país.
Subimos al auto para ir a casa de una vez, desde mis vacaciones aquí que no iba a esa casa. Extrañaba mucho a silvina, ella es la cocinera, siempre me cocina mi comida favorita, ñoquis y también me cuidaba cuando mis supuestos padres trabajaban.
- hijo, ahora que estamos acá, nosotros tenemos muchos trabajo que hacer y vos tienes que ir a un colegio, con tu mama no tuvimos mejor idea que tenerte en un Internado- dijo.
- ¿de que internado hablan? Ustedes no me dijeron nada de un internado además prometieron pasar mas tiempo conmigo-dije molesto.
-ya se hijo lo que prometimos pero no podemos tenemos que trabajar-dijo con pena.
- si, como siempre- dije ya harto de su trabajo siempre me hechan van por sus respectivos trabajo. Cuando llegue a mi casa, muy cansado y enojado me fui a acostar. Recordé como tuve que dejar una vez mas a todos mis amigos que tenia en Italia como odio que pase eso, no iba a poder verlo por mucho tiempo, llame a Mateo que era mi único amigo que tenia en Argentina.
-Hola, amigo como fue tu llegada a la Argentina- dijo alegre.
-bueno, el viaje estuvo bien-dije un poco desanimado.
-¿pero no estas feliz que volviste a tu país?- y yo asentí tratando de disimular mi tristeza. A lo que el respondí porque me encontraba con ese ánimo, digamos que no soy muy bueno fingiendo.
-mis padres me mintieron una vez mas, y para lo peor me van a meter a un internado durante un año, que horror va hacer eso-dije quejándome.
-¿Que onda? Yo estuve en un internado desde los 5- dijo molesto- y salgo para ir a la casa de mi abuela, tranquilo, no es para tanto ¿y a cual te van a meter-
-perdón hermano no te quise ofender, me van a meter a uno que se llama algo así como Belmont-dije y el se sorprendió.-si, Belmont a ese-repetí.
- es mi colegio-dijo alegre- parece que vamos hacer compañeros-con entusiasmo.
-no me digas entonces tan malo no va hacer el lugar- dije animado.
-es algo feo pero yo conozco a muchas chicas- dijo pícaro y yo me reí.
Es lunes y mi padre me esta llevando al colegio nuevo ese estaba contento porque por lo menos iba a estar con un amigo. Cuando llegamos en un auto que estaba estacionado al lado del nuestro baja una linda chica de cabello castaño, el pelo le llegaba hasta el hombro, tenia ojos claros y piel blanca. Baje del auto urgente y trate de hablar con ella pero por accidente choque con un hombre que llevaba un rato de pintura e hice que se cayera encima de ella.
-¿Pero que haces, idiota? ¿Por qué no te fijas, por donde vas?- me dijo, molesta.
- discúlpame fue sin querer, aunque quedaste mejor que antes- entre risas.
-¿a vos te parece gracioso? Mira lo que me hiciste y encima te reís-
- un poco- le dije - fue gracioso como te cayo.- y me miro aun mas furiosa- Bueno, tranquila es solo un poco de pintura-tratando de calmarla.
- ¡me manchaste toda la roja!- dijo subiendo el tono.
- bueno, pero no es nada que no valla a salir con un bueno lavado- dije en chiste.
suspiro- no lo puedo creer- dijo molesta- ¿y vos quien te piensas que eres?-
-bueno, me llamo Nicolás yo solo soy un chico común y corriente que solo tropezó nada mas, podrías calmarte- dije molestándome.
-¿que solo tropezó? ¿Lo debes hacer bastante seguido? ¿Me imagino, no?- comento
-no- dije molesto- a ver ¿y porque lo haría?- pregunte.
-solo para molestar como hacen todos los chicos como vos-contesto.
-¿como yo, que?-dije aun mas molesto.
-¿sabes que? Mejor me voy a quejarme con el director, por lo que hiciste-
-pero anda ¿te pesas que me asusta el director?-grite, aunque un poco si ósea ni había entrado al colegio todavía y ya iban a tener una queja de mí, no voy a durar mucho acá.
- así que ya molestando a sus nuevas compañeras- dijo una voz gruesa con un tono de superioridad.
-no, no, no yo no estaba molestando a nadie, solo tropecé y por accidente ella se mancho, nada mas - dije y me di vuelva- mateo eres tu, me asustaste-dije alegre.
-¿Que haces hermano?- dijo y me abrazo- ¿y que paso con aquella chica? - pregunto mientras miraba a la morocha yéndose muy molesta.
-nada es una histérica-dije molesto- pero bueno no importa ¿y vos como te fue en la vida? - dije sonriendo.
-y bueno, nada me encerraron en este lugar y aquí estoy desde entonces, salgo cuando voy de vacaciones con mi abuela ya sabes.
Fui a mi habitación y por suerte, me toco con Mateo parecía tranquilo hasta que entro un chico bastante odioso. Abrió la puerta de un portazo, miro las camas y dijo-¿a ver, donde voy a dormir, yo?-tirando su maleta al suelo y acostándose en una - me gusta esta- que por casualidad era la que elegí yo.
-che, chabón esa es mía, agarra otra- le ordene.
-no tengo ganas- me contesto.
-¿que dijiste?- me pare a encararlo.
-que no tengo ganas de elegir otra cama- dijo parándose. De pronto llega una mujer con dos chicos más.
-entren, esta es su habitación-dijo. Para no generar mas problemas agarre mis cosas y busque otra cama-estos son sus compañeros de habitación, ¿todo bien chicos por acá?- pregunto la mujer.
-¿y usted quien es?- el odioso respondió.
-yo me llamo Elena, trabajo aquí como la asistente del director-dijo con una sonrisa y se fue.
-debe complacerlo mucho la asistente al director, ¿no?-contesto el desubicado.
-hola chicos, yo soy mateo y él es Nicolás- dijo mi amigo ignorando el comentario desagradable.
-hola, yo soy Tobías y es el Lucas-dijo un de los chicos.
-¿y vos como te llamas?- pregunto mateo al odioso.
-Alexis- respondió el.
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Internado Belmont
Roman pour AdolescentsSeis jóvenes, con diferentes historias de vida pero a la vez idénticas. se cruzaron por casualidad en un gran internado llamado Belmont, allí se encuentran muchos misterios por resolver que juntos deberán descubrir. Están muy lejos de ella pero prim...