Entonces se introdujo en ella, profundamente, estirándola hasta el límite de su capacidad.
Ella alzó las caderas y lo recibió en su totalidad.
Era como si lo hubieran hecho cientos de veces. Se movían a un ritmo recordado mientras el pene se hundía en ella, se retiraba, y cada embestida la elevaba en una creciente ola de placer.
Levantó la mano y le acarició la mejilla, el contorno superior del labio. Harry abrió la boca, y ella le introdujo el dedo; él lo succionó y luego lo mordisqueó, mientras movía las caderas a un ritmo que la acercaba a un punto sin retorno.
Sintió que él se contenía, que la observaba, atento a las pistas que le ofrecía, a los sonidos que emitía mientras la embestía sin parar.
Y solo cuando un clímax ardiente y palpitante la hizo gritar, Harry cedió a su propia satisfacción.
Luego, no se quedó con ella. No la abrazó ni la besó, porque eso revelaría demasiado.
Harry se levantó de la cama, recogió la ropa del suelo y se dirigió a la ducha más próxima.
Pero no pudo evitar girar y contemplarla en la cama. Parecía aturdida y saciada.
Y supo que tenía que borrarle esa expresión de la cara.
—Ha sido una actuación excelente, pero aún queda mucho trabajo antes de nuestro viaje a Isla Orquídea. Puedes emplear la ducha que hay junto a la sala. Luego vístete, para que podamos empezar a repasar los informes.
La expresión desolada que pasó por sus facciones hizo que tuviera ganas de meterse otra vez en la cama con ella, para abrazarla y acariciarle el cabello como había deseado hacer en todo momento.
—He pedido que nos subieran la cena —añadió, conteniéndose—. Será mejor que te des prisa. No querrás encontrarte con el camarero con tu traje de cumpleaños.
Antes de que pudiera decir algo que la hiriera más, dio media vuelta y se metió en el cuarto de baño. Cerró la puerta y se quedó con la espalda pegada al duro panel. Respiró hondo y asimiló la enormidad de lo que acababa de realizar. Tiró la ropa sobre la cómoda y se dirigió a la ducha.
Momentos más tarde se hallaba bajo el chorro de agua caliente, tratando de quitarse el olor maravilloso de la piel de _______, que aún impregnaba su cuerpo.
Desde el primer momento en que la había visto, hacía dos años, la había deseado con una pasión que rozaba la locura.
Pero jamás le había hecho saber que sentía algo más que admiración por el modo en que llevaba a cabo su trabajo.
El trabajo lo era todo para ella. Así la había educado su padre, Spike . Había llevado una vida profesional completamente satisfactoria hasta cinco días atrás, cuando esa idi *ota de Caroline Boyer la había drogado para escapar de la seguridad del hogar.
En cuanto _______ lo llamó y le explicó lo sucedido, le había dicho que la desaparición de Caroline no era su culpa. La chica lo había planeado todo con el máximo cuidado. Se había aprovechado de la amistad de _______ para luego traicionar su confianza. Al ver el pánico y la desdicha en su rostro, se había sentido obligado a darle la oportunidad de arreglar las cosas.
Pero después se lo pensó mejor. Le había advertido los peligros, pero ella no le había prestado atención. Por eso había tratado de lograr que el trabajo le resultara tan desagradable que tuviera que dar marcha atrás.
Sin embargo, ella había cumplido todo lo que le había pedido. Incluido hacer el amor con él.
Acababa de cumplir su sueño más oculto... hacer el amor con _______. Y se había mostrado tan apasionada y generosa como siempre había imaginado.
Pero su viejo amigo Spike no lo habría considerado de esa manera. Si el duro jefe de seguridad estuviera vivo, lo despellejaría.
Spike lo habría odiado por eso. Y _______ lo odiaría. A menos que mantuviera la relación en el sitio que le correspondía. Estrictamente impersonal.
Pero su mente comenzó a tejer un escenario muy atractivo. Quizá, cuando esa misión acabara, sería libre de tenerla donde la quería: en la cama... de forma habitual.
Cortó esa línea de pensamiento antes de que pudiera empezar. Acostarse con una colega resultaba inaceptable.
Cerró el grifo, se secó y puso la expresión que sabía que debía presentarle a _______ cuando volviera a verla.
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Compañeros de Trabajo
Romance________ estaba acostumbrada a trabajar de incógnito, pero hacerse pasar por la amante de un hombre rico era una misión demasiado peligrosa. Especialmente si el "hombre rico" era su compañero Harry Styles, quien exigía que hicieran el amor de verdad...