Pequeño héroe al rescate.

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Hyuk llegó a casa de sus padres bastante cansado, dejó el abrigo en el perchero y sacudió sus zapatos. La sirvienta llegó para saludarle como cada día.

– Buenos días señorito –Hyuk sonrió ampliamente y le saludo de vuelta. -¿Quiere la cena? –La mujer de negros cabellos lisos había sido casi su nodriza desde que era niño, odiaba que lo tratase como un extraño cuando él la quería tanto.

–Rocío deja de tratarme así –La mujer le sonrió contenta.

–Está bien, solo que verlo llegar así de ataviado. No puedo creer que ya seas todo un hombre pequeño Hyuk –dijo ella con la voz enternecida. -¿Te está yendo bien en el hospital?

Hyuk suspiró ¿Le estaba yendo bien? Pacientes enfermos iban y venían, personas sin recursos eran sanadas gracias a su extrema solidaridad, pero... ¿Quién tenía toda su atención? Sin duda se encontraba prendido de Hongbin.

– ¿Eh? ¿Acaso mi pequeño ya encontró a alguien especial? –Hyuk se sorprendió y pudo sentir como el calor le subía a los cachetes.

– ¿Qué dices?

–Amor, sales en la tarde después del trabajo ¿Esperas que crea que solo vas a dar un paseo? –La mujer se reía juguetona mientras Hyuk enrojecía cada vez más.

– ¡Basta! –dijo Hyuk totalmente avergonzado mientras Rocío seguía riéndose.

–Está bien, solo ve a cenar y duerme, te veo cansado –Hyuk suspiró y fue hasta su habitación para poder cambiarse de ropa, al llegar vio su habitación perfectamente ordenada con la enorme cama en el centro, suspiró ¿tendría Hongbin una cama tan grande? Al pensar en ese hombre recordó que no lo había llamado para saber si le había ido bien en su consulta con HakYeon, así que rápidamente tomo el celular y marcó su inolvidable número.

El celular marcó, marcó y marcó; Hyuk ya estaba habituado a no ser atendido pero esta vez quería escuchar esa suave voz del otro lado, así que insistió. Volvió a marcar tantas veces como podía y nada..., Hyuk. Al menos intentó siete veces y nada, comenzó a desesperarse.

Con una extraña angustia oprimiéndole el pecho llamo a su amigo N.

– ¿Fue Hongbin a verte hoy? –preguntó sin siquiera saludarlo.

– ¿Eh? ¿Hyuk? ¿Puedes saludar primero? Por dios chico ¿Qué rayos te pasa con ese paciente? –Hyuk no quería dar explicaciones en ese momento.

– ¡Solo responde!

–Auch, está bien. Vino, sí ¿Qué te pasa? –Hyuk sintió que un escalofrío le atravesaba la espalda.

– ¿Se encontraba bien?

– Sí, bueno como siempre, con ese aire de zombi de caverna –Hyuk suspiró más relajado. –Hyuk ¿Qué rayos tienes con ese chico? Digo, no es normal que visites a un paciente en su casa y le lleves comida ¿te gusta o qué? – Hyuk se quedó en silencio. –Bueno como sea, ese es asunto tuyo ¿Qué te hizo llamarme?

–Lo llame y no contesta ¿crees que esté bien? –Hyuk escucho como N suspiraba del otro lado de la línea.

–Si tanto te preocupa ve a verlo, no creo que se enoje si le llevas algún pastel –Se burló N, Hyuk corto la llamada sintiéndose un poco molesto.

Con la angustia aún presente se sentó en la cama y apretó su cabeza con ambas manos, iría a verlo justo en ese momento.

– ¡Rocío no cenare en casa! –dijo antes de tomar su abrigo y subir a su auto.

Yerro (Hyukbin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora