Hay un corazón que llora y llora solito por que ya el cuerpo se cansó de acompañarlo en su llanto. El pecho se cansó de achicarse, los ojos se cansaron de estar mojados y el alma se cansó de estar en pena. ¡Pobre corazón solitario!.
Hay un corazón que llora, por que jamás esperó traición de la persona que tanto amó. Ahora solo le queda llorar solo, por que quedó eternamente atrapado en el profundo y bravío mar de la esperanza. ¡Maldita seas esperanza!.
Hay un corazón que llora, por que busca consuelo en el mismo lugar donde fue lastimado, en la misma tierra donde fue pisoteado, la misma agua donde fue ahogado. ¿Acaso alguna vez han escuchado que una bala sane la herida que causó? ¡Ay querido corazón! Una bala solo causa más dolor. Y ¿Sabes lo peor? Que muchas veces causa la herida de entrada y también la de salida.
Hay un corazón que llora, por que solo decea con todas sus fuerzas que las cosas vuelvan a ser como antes cuando era feliz y la vida le parecia un gran regalo. Pero eso es imposible ya. Ahora la vida es solo un pedazo de papel gris y la sobrevivencia del día a día consiste en solo automatizarse y esperar que sea hora de dormir. Dormir es tu única escapatoria ante tanto dolor.
Dicen que en la vida sufre quien menos lo merece pero que tu controlas cuanto tiempo deceas sufrir. Que alguien le diga eso a este estupido corazón que no entiende ni escucha a la razón o a la consiencia.
Tal vez algun día vuelva a sonreir o a vivir con ganas. Tal vez algun dia pueda llegar a pararme derecha y erguir mi espalda sin que la tristeza arrastre mis hombros al piso. Tal vez algun día logre reir sin finjir, perderme en mis pensamientos y no terminar con la cara arrugada y el dolor en el pecho. Tal vez algun día ni si quiera recuerde todo lo que pasé.
Pero mientras ese día llegue yo seguiré aqui mismo donde estoy sumergida, estancada. Con una cara triste, una cabeza llena de malos recuerdos, unos hombros caidos, un mar de lágrimas estancadas dentro de mi y...
¡Un corazón que llora!
