Desperté agonizada por mi sueño soñar con él no ayudaba, frote suavemente los puños por mis ojos , no recordaba mucho de ayer, el alcohol produjo lagunas en mi memoria. Mire a la ventana de mi habitación la luz golpeó mis ojos tuve que parpadear un par de veces para acostumbrarme a la claridad, me notaba aturdida, la cabeza me dolía fuertemente era como si me golpeasen la cabeza con un bate, parecía que todo se movía a mi alrededor, cerré fuertemente mis ojo un instante luego volví abrirlos, me despoje de las mantas y me levanté, nada más mis pies tocaron el frío suelo me dio un escalofrío seguido de una sensación de caída, tuve que agarrarme de la silla de mi escritorio para no caerme, cuando me sentí estabilizada me solté de la silla, acto seguido me estire un par de veces.
Baje por las escaleras, oí ajetreo en la cocina y un olor delicioso, decidí poner marcha hacia la cocina. Me asomé por la puerta por si acaso era un ladrón, aunque no le encontraba la lógica a esa opción, pude ver a Elliot de espaldas a mí, estaba cocinando e le notaba también un poco en su mundo, carraspeó mi garganta llamando su atención, lo cual conseguí junto con un salto y un pequeño grito de nena, lo cual me hizo reír.
- Serás hija de puta, no me de esos sustos- dijo él "molesto"
- Buenos días, buenos días Elliot, que tal dormiste nena, bien y tu que tal la noche-dije irónica rodando mis ojos -
- Bueno días boba-dijo el besando mi cabeza- ¿Estás mejor?
- Un poco -dije decaída -
Note su mano acariciar suavemente mi mejilla, lo cual me hizo sentir mejor. Tomo mi mentón levantando mi rostro suavemente para conectar nuestras miradas. Una de las cualidades más notables y bonitas que Elliot poseía eran sus ojos junto con la cara de niño pequeño e inocente que ponía alguna veces. Este chico tenia bellas cualidades físicas: unos ojo grandes expresivos e inocentes ojos azules, de un color intenso, su nariz era fina en el principio pero su final era ancho, tenía una boca pequeña la cual le gustaba gesticular y hacer caras raras,su cara era redonda con pequeños mofletes que me gustaba apretujar y el se molestaba y me llamaba vieja, su pelo era largo le llegaba por la mitad de la espalda, tenía un color castaño claro precioso y las puntas las tenía teñida de un color rojo algo rosado, se lo cuidaba mucho por eso era muy sedoso y olía muy bien.
- Todo irá a mejor, ya veras, si necesitas desahogarte o abrazos mimos o cualquier cosa, nos tienes a los chico y a mi se que eres fuerte, a él no le gustaría verte así, podremos superar esto, no está sola-dijo dándome una pequeña sonrisa-
Trate de sonreír,algo que resultó fallido. Lo ojos se me nublaron y tena las lágrimas a flor de piel esto es muy duro no se si aguantare. Me lance a los brazos de el castaño, hundí mi cabeza en su pecho y el me abrazo con fuerza, apoyó su barbilla en mi cabeza, desventaja de ser bajita, su mano acarició mi espalda con dulzura, ternura y cariño, oí la puerta abrirse seguida de unos pasos, Elliot alejo su mano de mi espalda por un segundo, noté un movimiento de su cabeza y su brazo, supongo que para advertir al visitante, lo cual no pude ver .
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