Nada más entrar por la puerta miré mi gran despacho, no me lo podía creer, haber llegado hasta hay con lo tanto que me había costado. Estaba deseando llegar a la silla de terciopelo que tanto deseaba después de cuatro años en una silla de madera. El despacho no era muy moderno, más bien anticuado amueblado con muebles de siglo XVI, lo único moderno del despacho era el ordenador encima de la mesa, mi preciso apple.
Volví a mirar mi diploma de inspectora otra vez, ya que lo había mirado como mil veces y una más lo hacía más precioso, con su marco de madera su cristal brillante que me reflejaba perfectamente se podía ver mi moño descolocado donde la mayoría de mis pelos negros se encontraban fuera, los ojos de color marrón que claramente tenían una brillo de felicidad y mi chaqueta de policía que siempre llevaba y sobre todo se encontraba mi nombre en medio Teresa Canillas Blanco me sentía muy orgullosa.
Empecé a andar y me dirigí a colgarlo en la columna de detrás de la silla cuando me fije que en el escritorio se encontraban unas pilas de papeles que no había visto nunca, y con lo curiosa que soy fui sin colgar mi diploma olvidando me de el por completo y empece abrir los papeles.
¡ERA UN CASO!-grite.
Mi primer caso.
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La investigación.
Mystery / ThrillerTeresa acaba de ascender a inspectora y le mandan un caso nuevo en el que tendrá varios problemas para resolverlo, tendrá que utilizar su inteligencia para ponerse al nivel del asesino para dar con el. ¿Lo conseguirá?
