Único.

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No estába para más decir que a NamJoon le gustaba ser un total pervertido. No lo escondía con nadie, mucho menos con Jimin, que eran practicamente de esos amigos con los cuales compartían tanto el porno, como la manera descarada de hablar sobre como se follarían a una chica. Conocían todo el uno del otro. A excepción de una pequeña cosa.

A NamJoon le llamaba mucho la atención su Hyung, SeokJin.

Y eso ni Jimin lo sabía, ya que el más bajo de los siete pensaba que el líder era un completo heterosexual. Todo por la forma en la cuál ambos compartían sus sucias cosas. Cabe destacar que NamJoon no pensaba decirle eso a nadie, le gustaban las chicas, le parecían preciosas, interesantes. Sin embargo la llegaba de SeokJin hizo que todo se fuera al carajo. Ese hombre si que superaba las expectativas de una chica, era mucho más que precioso, y ese aire tan solo un poco femenino que se podía percibir en el mencionado era lo que causaba que el corazón de NamJoon se parara y tal vez otra cosa también.

NamJoon no sabía muy bien el porque SeokJin le llamaba tanto la atención. Pero en parte las ARMY tenían la culpa. Al denominar a cada uno de los Bangtan como miembro de una familia normal. Suga, Hoseok, V, Jimin y por último el bebé de Bangtan Kookie. Y claro que no pueden faltar los roles paternales, denominando así a NamJoon como el padre y a SeokJin como la madre. O sea, Nam era esposo de Jin.
Formando así el tan famoso NamJin.
¿Por qué NamJoon era el padre y no Jin a pesar de ser mayor? Aquí las edades no hacían falta para saber quién es quién en este tipo de relaciones.

Y NamJoon lo sabía bien, era ese aire tan sobreprotector que tenía con los chicos, la manía de evitar que hicieran el ridículo en ocasiones -que casi nunca funcionaba- cuidar de ellos. Era esa la razón que Nam al menos pensaba que era el porque le dieron el papel de llamada Omma.

Pero eso no importaba ahora. Lo único que importaba, es que amaba la manera en la que las fans gritaban y se emocionaban cada vez que NamJoon hacia algún contacto con Jin, por más mínimo que fuera. Jin no sabía que esos contactos que hacía con NamJoon solo hacía enloquecer tanto las hormonas de las fans como las del mismo moreno.

NamJoon esperaba una oportunidad cualquiera para poder acercarse a el mayor, no le decía nada, solo esbozaba una sonrísa coqueta, hacía gestos sensuales y se retiraba, dejando a SeokJin más confundido de lo que ya se encontraba. Y eso definitivamente desesperaba a NamJoon, SeokJin puede aparentar todo lo que quiera, el ser inocente, el cara de ángel después de JungKook de la banda. Pero tenía dos opciones.

SeokJin fingía o lo ignoraba.

NamJoon intentaba ser lo más obvio posible, pero parecía que su Huyng no quería entender. Y quería encontrar un momento a solas con él, pero simplemente no podía, jamás le había tocado como compañero de cuarto, y eso lo dificultaba aún más.
Si lo encontraba en la cocina por la mañana, tenía al menos unos quince minutos antes de que todos despertaran y comenzaran a hacer escandalo haciendo que SeokJin quite en completo su atención a él. O a veces lo encontraba ensayando solo, aprovechaba para entablar una mísera conversación, pero el mayor se concentraba más en practicar su baile que en él.

Y así era todos los días, sin embargo el hecho de que le gustara su Hyung no indicaba que aún podía pensar en las chicas. Le gustaban las chicas, lo esbeltas que eran, los preciosos senos que muchas poseían, sus piernas o su trasero.

Hwasa.

Una de las pocas coreanas que NamJoon creía que tenía un cuerpo perfecto. Jamás se habían hablado, tan solo visto, se compartían sonrísas hasta que Hwasa optaba por darse la vuelta dejando a la vista un perfecto trasero que NamJoon no dudaba en saciar sus ojos hasta que esta desapareciera. Y cuando ella desaparecía, SeokJin volvía a su mente automaticamente. Viendo ese aire masculino combinado con algo femenino que extrañamente hacía recordarle al color rosa.

Better than a girl. |NamJin| [One-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora