Tus falsas promesas y estúpidas palabras me hicieron confiar en que algún día me vendrías a buscar... que tonto fuí.
Pensar en ti es un dolor y una angustia que nunca imaginé pedir, y lo que yo creía ser amor resultó ser nada más que una morbosa y sucia ilusión.
Ninfa que seduces al viento nocturno, doncella que perviertes al joven sin aviso alguno, que solo con su ruina consigues cautivar tu delirio fetichista y tu sed de desdicha ajena exquisita.
No quiero que nadie más caiga en tus redes, y grito a los cielos que todos oigan tus crímenes, que por el favor de la vida tu mera precencia sea requerida en todo luto de joven que incautó creyó en tus mentiras.
¿Duele la pena misma que llevaste a vidas ajenas no lo crees?, eso es nada comparado con las vidas que lograste destrozar y de los corazones resplandecientes que lograste matar.
Muere tu ahora, odiosa víbora de ojos color vacío, que tus llantos de cocodrilo sin más afán que el quererte salvar no podrán darle a esto marcha atras. Sufrirás, me suplicaras y aun así no me detendrás, caerás con sangre en tu rostro, y menos ceso que ningún cadáver que estuvo en tal mismo embrollo.
Qué bueno es verte desaparecer del mundo en el que desgarraste almas de inocentes, y ver como lo sientes, sentir el terror de la desesperación, angustia y completa desolación.
Ya es hora mi querida chica, adiós y hasta nunca, que bueno, que no es mi departamento, ya que la limpieza de todo esto sería aún peor tormento que mi propio acto seudo justiciero.
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Luces Apagadas
PoetrySerie de hechos sin correlación, pero convenientemente agrupados para desgarrar y hacer llorar.