Enfermero (parte única)

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Recordaba todos los días las sabias palabras de mi madre hace mucho...

Deberías estudiar medicina.

Claro que debí hacerlo, en este momento me arrepentía de no haberlo hecho, porque de ser así, estaría trabajando con aquel bello ángel.

Ese día iba con excusa perfecta. Una alergia de estación.

Al entrar lo primero que vi fue esa cabellera rubia, su alegre sonrisa y como saltaba de un lugar a otro llevando algunas cosas.

-oh, Aomine-san, ¿Qué le trae por aquí?- su bella sonrisa me deslumbraba.

-Kise, Hola, ummm... Creo que una alergia...- el me miró unos segundos y luego sonrió para comenzar a llenar mis datos en un hoja.

-bien, bueno, hoy no hay muchas personas así que espere pacientemente y pronto le llamarán.

Asentí mientras él me entregaba una hoja para firmar.

Sus dedos rozaron delicadamente los míos y yo sólo ignore aquello para no levantar sospechas.

Kise Ryouta, el bello chico que me ha robado el corazón, rubio, cintura perfecta, bella sonrisa, bellos ojos, alegre, bella sonrisa, un ángel perfecto en todo el esplendor de la palabra.

Algunos pasaron a la consulta del doctor mientras que yo no dejaba de mirar a mi bello ángel.

Estaba hablando con Kuroko, su compañero, sonreía y a veces soltaba algunas pequeñas risas.

Me miraba a veces y yo le sonreía para que él lo hiciera en respuesta.

Escuche mi nombre demasiado pronto y entre donde Kagami.

Me examino y luego de algunos minutos me receto unas pequeñas pastillas para la supuesta alergia que tenía. Al salir me acerque a Kise.

-oh, Aomine-san, ¿Cómo le fue?- me pregunto una vez que estuve a su lado.

-bien, solo algo de medicación para luego venir a un chequeo en unos días- el sonrió y anoto algo en unas hojas.

-qué bueno- me sonrió para luego entregarme un papel pequeño- en dos días más, ¿está bien?- asentí mientras no dejaba de mirarle.

Sin duda él era perfecto.

Seguía esa rutina cada vez que podía, las pocas veces que le había visto mientras trabajaba le saludaba a la distancia y él me correspondía. Por lo que tenía entendido, Kise era soltero, vivía solo y tenía un turno completo en el hospital del lugar.

Pero mí día a día cambia en aquel momento que decidí perseguir a aquellos idiotas.

Estaba en medio de una persecución con algunos compañeros cuando uno de los delincuentes saco un arma.

Como era el que estaba más cerca, el no dudo en dispararme, la primera vez fallo, dejándome la oportunidad para reducirlo, pero uno de sus amigos también estaba armado.

Cuando tenía al otro en el suelo, su amigo apunto mi cabeza, por lo que me detuve de inmediato, pero no conté con que el maldito debajo de mi me diera un tiro en el abdomen.

Sentía la calidez correr por mi abdomen... con mi mano quise detener el sangrado pero apenas podía mantenerme cuerdo.

Antes de cerrar los ojos sentía los gritos de mis compañeros, pero todo lo que mi mente me podía mostrar era aquella bella sonrisa de ángel.




























Desperté en una blanca habitación, había algo a mi costado, apretando mi mano mientras sentía mi boca tapada.

-¿Aomine-san?- desvié mi mirada y le vi claramente- ¡por todos los cielos!- Kise se puso de pie y me quito aquella mascarilla- ¿Cómo se siente?- con lentitud lleve mi mano a su mejilla- ¿entiende lo que digo?

Enfermero (Aokise yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora