Lindswood university
Primer día. Es lo único en lo que podía pensar. Usualmente las personas dirían que se sienten nerviosos o emocionados pero sinceramente no sé cómo me siento. Estoy feliz, emocionada, nerviosa, con mucho miedo y me siento la chica más tímida y anormal de la historia.
A partir de hoy dejaría de vivir con mi familia. Sería yo la responsable de absolutamente todo. ¿Me sentiré sola? ¿Mi compañera de cuarto será amigable? ¿Y si tenemos personalidades totalmente diferentes y no nos llevamos bien? Tenía miles de preguntas en mi cabeza. Mis pensamientos me llevaron directamente a la conversación que sostuve ayer con mi mejor amiga.
-Si te sientes nerviosa, respira y todo ira bien. Además, solo concéntrate en los chicos lindos porque, querida amiga, habrán miles. -dijo Claudia.
-Oh, claro! Eso tiene sentido, ya que no me pongo más nerviosa cuando hay un chico lindo. -respondí con sarcasmo.
-No entiendo por qué te pones así. Ellos tienen que sentir que tu dominas el lugar. Tu perfil debe ser: una chica inteligente que se sabe divertir y lo más importante, sexy pero no perra.
-ese ya es mi perfil.- reí.
-ya quisieras querida.-
De pronto me doy cuenta que un grupo de personas me miraba. ¿Me estaban mirando a mi o estoy muy paranoica? Pero en serio sentía su mirada. ¿Me habría manchado con algo? ¿Estaría haciendo el ridículo y ni yo me había dado cuenta? Mierda. Voltee a ver si había alguien atrás y nada. Solo era yo.
-Vas a venir? Te estamos esperando para empezar el tour de bienvenida.- dijo una chica de ese grupo.
-Si, lo siento.- sonreí
Claro que me sentí la persona mas idiota del mundo pero bueno, quizá no se acuerden de este momento. Puse una cara seria pero no molesta y camine hasta ese grupo. Escuché el speech de bienvenida y recorrí el campus entero. Nuestras maletas las dejamos en la recepción de cada edificio, los cuales estaban separados por género. Habían cinco edificios de chicos y cuatro de chicas. Las palabras de Claudia tomaban sentido ahora. En mi grupo podía decir que todos los chicos eran lindos y algunos parecían modelos. Era increíble. No entiendo donde habían estado todo este tiempo. Solo los miraba y pensaba como iba a sobrevivir todos estos meses con ellos.
-ya quiero llegar a mi cuarto y conocer a mi roommate- dijo la chica de mi costado.
-creo que todas queremos eso- dije sonriendole.
-Me llamo Valeria y tu?
-Lauren.
-Un gusto Lauren. ¿Sabes si esto durará mucho? Porque por más que me encante recorrer el campus quiero desempacar mis maletas y comer.
-yo solo quiero comer- reí - No tengo ni idea pero no mucho creo. ¿En cual edificio estas?
-Segundo edificio, habitación 4E, ¿tu?.
-Segundo edificio, habitación 4A.
-¡Estamos en el mismo piso! Genial, ¿vamos a comer juntas?
-Si, por favor. No quería comer sola en mi primer día.
-Yo menos- reí
Seguimos caminando unos 10 minutos más y luego nos dijeron que vayamos a desempacar porque teníamos una cena de bienvenida también y mañana en la mañana una charla de bienvenida. Se sentía bien ser nueva, todos era muy amables con nosotros pero sabía muy bien que no duraría mucho. Cuando llegué a mi habitación vi una maleta y una chaqueta Jean. Ay mi dios, Reí ante ese comentario, imaginándome la cara ofendida de Claudia. Ella era muy diferente a mi y es por eso que llegamos a ser tan cercanas, nos complementabamos una a la otra. Era tan idiota y tan extrovertida, no le tenía miedo a nada y si lo tenia, se aguantaba y lo hacía. Solo por ella había hecho idioteces y no me arrepentía. Era prácticamente mi hermana.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la figura de una chica de tez blanca, alta y contextura gruesa. Usaba lentes y vestía un Jean negro y camiseta blanca. Me miró de reojo y pronunció un hola sin ánimo. Mi ilusión de conocer a mi roommate se apagó por unos minutos. Quizá estaba cansada.
-Hola, me llamo Lauren pero me puedes decir Lau.
-Vanessa.
-¿Emocionada por el primer día?
-Algo.
Y fue así como me fui quedando sin temas de conversación, en realidad si tenia más temas de conversación pero no quería insistirle a hablar. Así que me puse mis audífonos y empecé a desempacar. Desperté gracias a Valeria, que había venido a buscarme para ir a cenar como quedamos. Cuando le dijimos a Vanessa dijo, con el mismo animo de antes, que ella iría después.
Llegamos a la cena en el auditorio y nos sentamos juntas. A mi costado había un chico muy guapo y super alegre. Solo hacia bromas y nos contaba de su escuela. Él y sus amigos venían de un colegio élite, eran cinco en total y eran conocidos por sus fiestas.
-Chicas, ustedes nunca han ido a una buena fiesta, esa es la verdad.
-¿Y cómo sabes eso?- dijo Valeria
-Porque nunca han ido a las nuestras.- sonrió de manera pícara- Pero no se preocupen, haremos una pronto.
-¿Nos debemos considerar invitadas?- pregunté
-¡No lo duden!. De hecho, denme sus números y así les aviso. Será una noche inolvidable.
-Bueno, si tenemos la misma compañía que hoy, apuesto que si-dijo Valeria, dedicándole una mirada seductora.
-Ya que son las primeras invitadas, supongo que gozarán más que mi presencia ese día - le respondió con el mismo tono.
-¿Gozarán? Creo que solo Valeria tendrá ese honor. -reí.
Dejé la conversación y me concentré en las demás personas que estaban en la cena. Ya podía sentir el cambio de colegio a universidad, nací en Lima y conseguí ingresar a esta universidad por mis notas. Mi inglés es muy bueno porque por más que nací en Lima, tengo mucha familia que vive en USA. En mi colegio el inglés era kind of a big deal. Así que no he tenido problemas con el idioma, pero lo que he notado es que no hay muchas extranjeras aquí y muchas personas me miran y me pongo nerviosa por ello pero quizá es solo por ser el primer día.
Alguien llamó mi atención, creí verlo en otra mesa, juro haber escuchado su voz, esa voz que me encantaba. Es imposible, no había manera de que él este aquí. No, fue mi imaginación, no había nadie conocido ahí.
Las distintas autoridades de la universidad comenzaron sus discursos de bienvenida. Cuando terminaron fui con Valeria a recorrer el campus de noche. Siempre he creído que un lugar es distinto de noche que de día y así lo era, el campus era mucho más lindo a esta hora. Había una plaza iluminada por faroles de un estilo antiguo, tenias bancas cerca de cada área verde y los edición tenían el mismo esto. Básicamente, toda la universidad tenía ese estilo antiguo, clásico y con muebles con tantos detalles que podías quedarte a admirarlos por horas. Regresamos a nuestro edificio y nos despedimos; teníamos un largo día por venir.
