La luna empezaba a dejarse ver y con ella una mujer que corría abriéndose paso entre arboles y grandes piedras, el enemigo le pisaba los talones, podía escuchar su fuerte y ardiente respiración, sentir sus grandes colmillos abrazar su cuello, pero eso no la detuvo, continuo su paso rápido y seguro, buscando un escondite, para ella y su cría, la cual llevaba en una pequeña cesta la cual sujetaba con fuerza. No paso mucho para que alcanzara a visualizar un río, sabía que no tenia tantas fuerzas ya para cruzarlo, además del segundo bebé que llevaba en su interior le dificultaría esto, sin muchas opciones y con el enemigo casi frente a ella, tomo una difícil decisión, una que le costaría la vida a ella y a su otro hijo. Ella se asomo dentro del canasto y movió con una de sus manos un poco la tela que cubría al niño, se encontraba bien, con un pequeño corte en su mejilla derecha, pero no era nada grave, después de proporcionar un beso en el cachete contrario, con un movimiento veloz puso elcanasto en el agua, tratando de moverlo un poco para que la corriente terminara el trabajo y así fue, poco a poco el río se llevo al pequeño y justo a tiempo, de entre las ramas secas de un árbol cercano apareció un gran lobo de pelaje oscuro y potentes omoplatos, el cual tenia un aliento de fuego, este resoplo y salieron algunas cenizas de entre sus fuertes mandíbulas, las cuales abrió dejando ver sus grandes colmillos.
-¿Dónde está?. - dijo con un tono grave, acompañado de un gruñido
-¿Dónde está qué?.-
-el niño.-
-¿No ves que lo llevo en el vientre?...-
El lobo soltó una pequeña risa.
-¿Qué es tan gracioso?, no te tengo miedo.
-Pude olerlo, el río lo va a matar, trabajo menos, ahora sólo quedas tú. Tu esposo y todos los de ese penoso clan están muertos. únete.
El can se abalanzo a la mujer, la cual salto ágilmente y tomo la forma de un gran felino color plata con rayas azuladas, al tocar el suelo a este se le formo una fina capa de escarcha que comenzó a esparcirse, una brisa se hizo presente, agitando sus finos cabellos que destellaban. El vapor broto del piso cuando las zarpas del lobo tocaron éste.
-pensaba matarte sin dolor porque me parecías linda- decía mientras volteaba lentamente su rostro, pues había quedado de lado contrario a la ahora gata- pero parece que quieres enfrentarme, pues bien, acabare contigo dolorosamente.
A esta sus palabras no parecieron intimidarle, pues opto una pocisión de pelea.
-Mamá te protegerá...vive-menciono sólo para ella y acto seguido abalanzarce sobre el lobo con las uñas desvainadas.