Capítulo 1. •Algodón de azúcar•

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Jim en multimedia.

Jim

Me encontraba en mi habitación estaba arreglándome para salir de prisa a desayunar, me había quedado dormida y olvidé por completo que hoy debía estar más temprano en el colegio pues mi hermana mayor Yam tenía las presentaciones de los proyectos que hicieron durante el semestre y de eso dependía si salía del colegio para irse a la universidad. Cuando bajé me encontré con mi mamá muy molesta por mi descuido al quedarme dormida, le sonreí pero no funciono así que tuve que utilizar las disculpas.

En verdad lo siento, me olvidé por completo de hoy -le dije a mi mamá mientras hacia una mueca tierna como cuando era pequeña-

No utilices esos gestos, esta vez no funcionarán - dijo mi madre muy molesta- tú sabes lo mucho que significa esto para tu hermana, y si llegamos tarde la perjudicará.

Lo sé, en verdad lo siento Yam -esta vez me disculpé con mi hermana -

No te preocupes, sólo que menos charla y ya vámonos -dijo algo ansiosa- y mamá ya no te enojes te saldrán arrugas -le dió un beso a mamá y salió de prisa a subirse al auto-

Tú papá ya nos está esperando junto con tu hermano, así que vamos al auto -dijo mi mamá mientras tomaba su bolso y salíamos ya ni siquiera me dejaron desayunar-

Todo el camino lo único que escuchaba era el discurso que diría Yam para presentar su proyecto, estaba tan nerviosa que no lograba acomodar ni una sola palabra, mis papás intentaban ayudarla pero lo empeoraban todo. Yo solo iba en silencio, deseando llegar pues con todo ese discurso sin sentido que decía Yam haría que me explotara la cabeza, lo sé es algo exagerada esa expresión pero realmente no tenía coherencia lo que decía por los nervios.

Cuando al fin llegamos, Yam bajó inmediatamente del auto y se despidió de nuestros papás y fue al lugar donde se encontraban sus compañeros, mientras tanto Alex, mi hermano de 13 años y yo fuimos a inspeccionar los proyectos de los otros equipos, para no aburrirnos en lo que daban sus discursos súper largos.

Lo primero que fuimos a ver era un proyecto sobre una máquina que producía algodón de azúcar, los miembros del equipo daban pruebas al público y Alex y yo contábamos como público así que nos dieron un poco de algodón a ambos, a pesar de que ya estamos "grandes" debemos admitir que a un algodón de azúcar no se le puede decir que no. En ese momento se acercó un chico, era un poco más alto que yo, cabello castaño, piel blanca unos ojos muy bonitos de color azul y también le ofrecieron algodón pero el no acepto y no sé cómo pero esto salió de mi boca:

¿Qué clase de persona eres para rechazar un algodón? -lo observé cómo si hubiera hecho algo grave-

Oh disculpa, sólo que no me gustan -dice algo confundido-

Vaya si que eres raro -le dije riendo-

Bueno tú no eres tan normal -rie- casi me asesinas por no comer algodón de azúcar -se burla-

Tienes razón, lo siento, ni siquiera te conozco -avergonzada-

Es broma, soy Nick, ahora si ya no soy desconocido -me da una sonrisa tan linda como sus ojos-

Mucho gusto, soy Jim, y en verdad disculpa, realmente exageré -le digo mientras tomo un poco de mi algodón -

Ambos nos quedamos viendo como tontos hasta que una voz rompió el hielo.

Hey! Nick date prisa, ya comenzaré mi discurso no debes perdértelo -se acercó una chica de ojos claros, piel blanca y bonita a decir verdad, tal vez era su novia o algo parecido-

Fue un placer conocerte Jim, pero tengo que irme, nos vemos -se despide amablemente y se va con la chica-

Luego de que conocí a Nick, tuve que irme también a mi asiento pues después de la chica con la que se fue Nick, seguía mi hermana y tenía que estar dándole apoyo moral, al final el discurso no le salió tan mal, ella es muy astuta y supo cómo ordenar las palabras en su momento, al terminar bajó y nos abrazó a todos, mi hermano Alex es poco demostrativo con sus sentimientos así que se alejó del abrazó y al alejarse por accidente golpeó a un chico, cuando el volteó noté que era Nick, el mismo chico de antes, el me sonrió y yo le correspondí.

Parece que me estás siguiendo ¿no chica rara? -dijo con una cara de cinismo-

Lo siento por decepcionarte , pero creo que tú te atraviesas en el camino -utilicé un poco de seriedad pero a los 5 segundos ambos reímos-

Jim, despídete de tu amigo y vámonos, que me muero de hambre -dijo Yam interrumpiendo el momento-

Lo siento creo que ahora yo debo irme -le dije a Nick-

No te quito más tu tiempo -sonríe- espero volver a verte Jim

Adiós -dije sin más y me fui con mi familia pero antes volví a ver los ojos de Nick, aún no entiendo que es esta extraña sensación que tengo cuando lo veo, su mirada es una de las más tiernas que jamás haya visto en las personas.




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