Encuentros del destino

Prólogo

¿Cómo había terminado en ese sitio?, eso se preguntaba en ese momento, si hace algunos meses lo hubiera pensado o incluso si lo hubiera soñado habría pensado que estaba loca, jamás imagino terminar ahí justo en el closet de una habitación, era una situación tan cliché tan nombrada en todas partes tan usual tal vez sería una costumbre ya, el amante se esconde en el closet cuando puede ser descubierto por la pareja de la persona en cuestión.

Lo que estaba haciendo era contra todo lo que pensaba eran sus principios, pero es que aquella mujer la había enloquecido de amor y haría cualquier cosa por ella incluso ser su amante por varios meses como lo había sido y claro estar en ese momento en el closet de su habitación, esa mañana ella la había llamado y le había dicho que deseaba verla rápido aun no sabía el por qué y se le hacía bastante extraño una petición tan arriesgada, cuando casi se lo dice el motivo de todo aquello, su marido apareció de la nada, aunque fuera demasiado usual para la gente que se encontraba en la misma posición que ella ahí permanecería si la pelirroja se lo pedía, de pronto escucho como el dueño de la casa y de todo lo que había en ella se acercaba lentamente al lugar en el que estaba, abriría la puerta del sitio que la ocultaba, no importaba tal vez era lo mejor, que él se enterara de todo, tal vez así podría por fin quedarse con Anna, llevársela de aquella casa de la que era una extraña, así por fin podría ser suya solo suya y de nadie más.

-¿Amor que vas a hacer?- hablaba la pelirroja de forma dulce

-Bueno se me olvido el abrigo por eso volví tan rápido, pensé que aun estarías durmiendo- estuvo muy cerca de abrir la puerta del sitio

-Pero, siempre lo dejas en la silla del comedor cuando llegas, ayer ya no lo puse en el closet- le sonreía mientras sentía un enorme alivio al ver como se alejaba del sitio donde estaba parado

-A es verdad, bueno entonces me acompañas a la puerta ya que estas levantada- se acercaba para abrazarla y darle un suave beso en los labios

-Sí, vamos- le tomaba la mano para salir del sitio y salir

Lo odiaba, bueno tal vez solo le caía mal por haber tenido tanta suerte de conocer a Anna antes que ella, había tenido aun más suerte cuando le propuso matrimonio y ella acepto, ella solo debía resignarse con unas cuantas horas de ella, con besos ocultos y palabras de amor en susurros, con mensajes furtivos y en clave así como algunas cenas y encuentros en lugares oscuros, solo porque él le había ganado en tiempo, en circunstancias y por supuesto también estaba esa pequeña parte de ser multimillonario y exitoso por supuesto.

-Ya puedes salir- la mujer le abría y se apartaba para darle un poco de espacio

-Gracias, pensé que jamás se iría- le sonreía mientras la volteaba a ver

-Ya no podemos hacer esto- se alejaba de donde se encontraba

-¿Que ocultarme en el closet?, no te preocupes no me asusta tanto- reía mientras trataba de acercarse a ella

-Hablo en serio es peligroso, él puede descubrirnos-se volteaba a verla un poco angustiada

-Lo sé pero era un riesgo que tomamos recuerdas- tomo su mano para después acercarse y mirar de frente aquellos ojos verdes que la hacían enamorarse mas

-Sí pero ya no quiero más, el no se merece esto- había apartado la mirada estaba totalmente avergonzada de lo que estaba haciendo, pero lo que sentía era demasiado

-¿Cómo?, no puedo creer que estés diciendo eso- estaba confundida no podía ser cierto lo que estaba escuchando

-Lo he pensado bien y el no se merece que lo engañe, que yo te vea y que...-

-Que tú me ames a mí y no a él, no se merece que tu corazón me haya escogido y que le mientas sobre el sitio en el que estas mientras, él esta quien sabe donde-

-No empieces con eso, te he dicho que yo nunca eh podido comprobarle algo-

-Anna no puedes decirme eso, tu no lo amas sé que no quieres divorciarte por miedo a lo que les pase a tus padres, pero no me dejes yo te amo-

-Yo no sé bien que es lo que siento, pero si se que todo se ha vuelto peligroso, confuso, difícil- la había vuelto a mirar

-Correré el riesgo, quédate conmigo, yo seguiré esperando, seguiré teniendo paciencia-

-No, por eso te llame hoy, por eso me arriesgue a que vinieras, para decirte que esto se termino ya no quiero verte nunca más- apartaba su mirada mientras se soltaba de la mano de la otra

-No Anna, no me dejes yo te amo y sé que tu a mi, ya encontraremos la solución a todo esto pero por favor dime que no sientes lo mismo que yo cuando nos besamos- le decía mientras la volvía a jalar hacia ella, para abrazarla y darle un beso lleno de pasión.

-Lo siento pero ya no quiero seguir más- se soltaba de ese cuerpo que tanto amaba mientras soltaba algunas lágrimas

-Anna ¿por favor? Que es lo que quieres que haga para que cambies de parecer- trataba de volver a acercarse

-Nada Elsa, solo ya vete, por favor- caminaba con dirección a la puerta de la casa para abrirla invitando a salir a la mujer que amaba -No volveré a buscarte así que por favor te pido lo mismo- decía mientras veía como Elsa salía de la casa con la cabeza baja, para después cerrar la puerta y ver desde una de las ventanas como su felicidad se alejaba tal vez para siempre.