Nuestro Destino | Haikyū!!

|08|

[Shōyō]

Cuando me di cuenta Tora había tomado mi mano y acercado mi cuerpo al suyo, llegamos a la azotea en un parpadeo. Sacó un cuchillo de saber dónde y lo pasó por su cuello, cortando un poco su piel.

— ¿Q-qué ha-haces? — dije mientras me cubría la boca.

— La sangre que te dio esa señora es artificial. Aún no has despertado por completo. — mi vista comenzó a nublarse—. Bebe.

Antes de que me diera cuenta ya había acercado mi rostro a su cuello, mis dientes se clavaron donde había cortado y sentí una electricidad recorrer mi cuerpo y mente. Temblé. Mi garganta ardía mientras bebía y algo hizo click en mi mente.

Como un botón.

[Tobio]

Al abrir la puerta encontré una escena algo choqueante, mi mirada se juntó con el tipo desconocido a mí. Sus ojos se tornaron un rojo carmesí que me hizo estremecerme, a tal punto que mi piel se erizó.

— Tú eres...— lo escuché decir, el cuerpo de Hinata cayó al suelo y quise correr hacia él, pero me paré a mí mismo.

¿Por qué iba a hacer algo como aquello? ¿Qué me estaba pasando?

Mi cabeza palpitó, y, antes que me diera cuenta, él estaba frente mío. Di un salto hacia atrás, sacando un cuchillo de plata que traía bajo la camisa, junto a unas armas más.

Lo vi desaparecer frente a mis ojos y me giré, cortándole una mano antes de que me atravesara con ella y sus garras.

— ¡Esta vez te mataré, ¿oíste?! — parpadeé perplejo ante sus palabras—. No dejaré que lo lastimes una vez más.

Me abstuve a responderle, sin bajar la guardia.

[Shōyō]

Abrí los ojos de golpe, sentándome y viendo el rostro de Yoshimura Ren cerca de mi rostro. Parpadeé.

— Hola. — murmuró mientras se elevaba un poco, alejándose levemente—. De nuevo por aquí, ¿qué se te ofrece esta vez?

— ¿Po-por qué...? — mis palabras quedaron en el aire cuando observé las rosas blancas a mi alrededor teñirse de un rojo sangre. Sentí una corriente atravesar mi cabeza, jadeé a sentir mi piel arder y dejé salir un quejido.

Fuego. Eso había sido fuego.

— Tus recuerdos están volviendo donde deben estar, estás despertando. — escuché su voz y, al mirar hacia el frente, su cuerpo comenzó a convertirse en pétalos rojos que fueron llevados por una brisa ligera que rosó mi rostro—. ¿Recuerdas cuando viste a un chico parecido a Kageyama Tobio?

Asentí, aún tembloroso por el fuego que había en mi mente. Cenizas. Llamas. Calor. Apreté la mandíbula.

— Pues Kageyama Tobio es la reencarnación del chico que viste. — abrí los ojos con sorpresa. Miré a mi lado, y ahí estaba sentado a mi lado—. Esto ocurrió hace más de quinientos años atrás, donde yo, Yoshimura Ren, un vampiro de sangre pura, se enamoró de un humano.

El viento comenzó a mecerse, tiñendo cada vez más las rosas de aquel rojo sangre. Cerré mis ojos cuando el dolor vino otra vez y los abrí, dando un grito ahogado al ver mis manos cubiertas de sangre.

Aunque fue por unos segundos, hasta que Yoshimura tomó mis manos haciéndome reaccionar.

— ¿Comencemos?

Asentí.