GREASE LIGHTNING

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¿Te has quedado sola por culpa del acné? Límpiate la cara con «Caralimpia» que PENETRA profundamente hasta la raíz del problema.


—¿Qué? —preguntó Pansy a Blaise, mientras este besaba su cuello y sus manos recorrían frenéticamente el busto

—¿Qué de qué? —preguntó Blaise, pues tal vez había dicho algo en medio de su candor, pero no lo recordaba.

—Esa maldita radio... Si parece estuviera aquí... en medio de nosotros —respondió ella sentándose y tratando de arreglar su blusa que estaba desabotonada.

Ambos se encontraban cerca del bosque prohibido, a escondidas de todos, aprovechando que aún quedaban algunos rezagados conversando en el campo de quidditch, aunque hacía rato que McGonagall había dado todo por terminado.

Estaban recostados sobre la hierba, dispuestos a pasar un muy buen rato juntos... habría sido mejor hacer algún conjuro o dirigirse a la Sala Multipropósito, pero las caricias, subidas de tono y el deseo de sus cuerpos les impidió razonar y buscar un mejor sitio... Sin embargo, tratando de hacerse los sordos ante la constante vocecita de quien hablaba tras el dial, les fue imposible concentrarse como correspondía, al menos a Pansy, pues en Blaise no había hecho mella.

—Apágala por favor... no sé quién es el que habla, pero me parece que estuviera en medio de nosotros.

Blaise dio un suspiro de resignación, mientras la inspiración se había ido al quinto infierno... Se irguió bastante despeinado, dispuesto a hacer algo para retomar el pendiente. En tanto Pansy comenzó a abanicarse con la mano. El ambiente era frío, pero entre ellos el calor era bastante cálido...

Blaise tomó su varita, hizo una especie de equis en el aire para silenciar a «Dance with Voldy», no obstante, una vez llevó a cabo el hechizo, se escuchó en el aire unas risotadas. Blaise miró al cielo y grande fue su sorpresa al ver que descendían frente a él, el grandote de Montague, seguidos por sus amigos: Purcey y Vaisey, cada uno montado en relucientes escobas, de seguro se trataba del modelo del año.

Dio un fuerte respiro y lo miró desafiante, mientras Pansy se quedó de pie cerca del árbol.

—¿Qué diablos crees que haces? —preguntó Blaise.

—¿Qué haces tú, animal? Hace rato que todo terminó —preguntó Montague y sus dos seguidores asintieron con una risa estúpida.

—Y si ya todo terminó, ¿qué demonios hacen ustedes?

—Merodeamos... Nuestro trabajo es ver que no haya nadie por estos lados... tendremos que reportarlos, ¿no es así chicos? —otras risitas bobas se escucharon.

—Eres una mierda, cara de cráter.

Montague sonrió socarronamente mientras levantó su mano y, con un simple Accio, la escoba maltrecha de Blaise fue a dar a su poder. La miró con desdeño y la lanzó contra la hierba, cerca de los pies de Pansy.

—¡Pagarás por esto! —dijo Blaise apuñando su mano en el aire.

—¡Te pagaré cinco knuts por tu basura de escoba, incluyendo a tu novia! Ah! Y ten cuidado con las tarántulas... se te pueden meter por cualquier orificio, ¡Ya sabes! —Montague rió fuerte antes de desaparecer en la oscuridad, seguido por sus dos amigos.

—¡Eres un idiota! —gritó enojado para luego mirar el suelo en busca de algún bicho ponzoñoso que pudiese atacarlos...

Pansy se acercó a él, lo tomó de la cintura y se aferró a su espalda, mientras comenzó a darle pequeño besos en el cuello.

Grease in HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora