Esta no es la historia de cómo morí, tampoco es la historia de cómo sufrí. Porque no estoy muerta ni he sufrido, muchos pensarían que por los eventos ocurridos en mi vida estaría sufriendo o hubiera terminado mi vida, pero yo nunca pensé eso.
Su compañía me alegraba y me acompañaba, para otros podría parecer loca o esquizofrénica, pero yo nunca me sentí así.
Muchos dirían que esta compañía podía ser un espíritu mandado con el único objetivo de torturarme, o mi propia conciencia o el alma de mi hermano gemelo fallecido a la hora de nuestro nacimiento.
Yo pienso que es una mezcla de todos y en vez de llamarlo conciencia o demonio, decidí ponerle el nombre que sería de mi hermano.
Sídney Olson.
— ¿Me llamaste?
— Solo te mencioné en el prologo, el cual estoy intentando narrar. Ahora si me permites...
Bueno Sídney puede ser un dolor de cabeza a veces-
— ¿Un dolor de cabeza? Me ofendes Daniela.
— Ni si quiera me dejas introducirme y ya dices mi nombre. Y no me digas Daniela, sebes que prefiero Dani.
— Entonces yo lo haré, Dani.
Bueno, la chica con las hormonas alborotadas-
— ¿Hormonas alborotadas?
— Dani, no interrumpas, no sabes que es de mala educación.
Como les decía, Dani es mi hermana gemela, solo que yo no llegué a nacer por causas naturales a la hora del parto de nuestra madre.
— Ella también murió.
— Pero siempre la recordaremos por las historias que nos contaba nuestro padre de pequeños.
— Si quieres yo continúo, sé que este tema te afecta.
— Gracias.
Bueno, Sídney se culpa por la muerte de nuestra madre ya que yo fui la primera en nacer pero a la hora de que le tocaba a Síd fue demasiado para ambos y ellos no lo lograron. Es un tema que no tratamos seguido y por eso le afecta demasiado.
Creo que nos hemos desviado un poco, el punto es que de alguna manera el alma o espíritu de Sídney se mantuvo a mi lado, crecimos juntos y cuando teníamos cerca de cinco años nos dimos cuenta de que él podía mover cosas y no, no como hacer que las cosas leviten, si no como que podía agarrar un vaso como cualquiera lo haría, o escribir en la computadora, tirarle un balde de pintura a su hermana mientras está pintando la puerta de garaje.
Por razones obvias solo yo puedo ver que él lo está haciendo, pero las otras personas no pueden, por eso piensan que un demonio me persigue... aunque no hay mucha diferencia y los que tienen hermanos me pueden entender.
En fin, empezamos esta historia, por así decirlo, con Sídney ya que esta semana empezamos nuestro tercer año de secundaria ya que a papá lo transfirieron a Canadá.
¿Asustaremos a todos?
— Con esa cara que tienes claro que sí.
— Al menos las personas pueden ver mi cara.
— ¡Los esperamos!
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Sídney Olson [Cancelada]
General FictionEstoy planeando es escribir algo mejor, mucho mejor así que esperen :3