Deseo andante

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Todas las noches un hombre muy guapo entra al callejón más oscuro de la ciudad a pedir mis servicios, se ve cansado y algo sudoroso, nunca me dice una palabra, solo procede a tomar mi brazo y llevarme al hotel, es algo extraño; Solo me observa de arriba abajo y comienza a desabotonar su camisa, acto seguido yo bajo el cierre de mi vestido, saco mis pies de los tacones y me siento en la cama aún con ropa interior, él baja la bragueta de su pantalón al igual que los boxers, me quedo admirando cada parte de su cuerpo, sus bellos, su cabello, su miembro, para mí cada parte de él era perfecta. Mientras se sentaba en la esquina de la cama yo me quitaba poco a poco las pantaletas, nunca supe porque tardaba tanto en hacerlo pero creo que eso lo excitaba. Me deshice de mi sostén y empecé a morderle la oreja con cuidado, eso lo ponía rojo y algo eufórico lo encendía y me aventaba a la cama, se ponía en posición para penetrarme, lo hacía lento pero con fuerza, como si quisiera dejar esa ira en mi, mordía mis pezones de una manera tan excitante que solo podía dejar mis manos sobre su cabeza acariciándolo, amaba que me mordiera, que hiciera de mi lo que quisiera, después bajaba a mi zona y parecía que quisiera deborarme desde adentro, yo no podía decir ni palabra solo tomaba su cabeza y con el nivel de fluidez era como jalaba su cabello, me hacia gritar cuando al mismo tiempo retorcía mis pezones, pareciera que su intención era que sufriera y me excitara, que gritara y me retorciera de placer, cuando acababa solo me lanzaba una mirada casi impenetrable y dejaba el dinero sobre la cama.
A veces me gustaría que el anillo que lleva puesto estuviera atado a mí, imaginar que yo soy su esposa y me toma en sus brazos con tanto amor que podría derretirme, aún me pregunto porque me elige siempre a mí, no soy muy bonita, mi cuerpo es un poco extraño: Pechos pequeños, caderas grandes, cosas de las que nadie se fijaría, todas dicen que es muy seco, que nadie lo soporta y que para él todos son menos, a veces creo que él se acuesta conmigo solo por lástima o para sentirse más hombre, no lo sé, tal vez no debería de atarme a un cliente pero no puedo cada que me mira me siento pequeña y desnuda en cuerpo y alma, si tuviera que describirlo en tres palabras diría que es: El pecado andante.

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⏰ Última actualización: Mar 11, 2017 ⏰

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