Oh, cariño... jamás podre olvidar esas veces en las que jugábamos en la nieve. Tu nariz enrojecida por el frío, al igual que tus mejillas, las cuales ocultabas con aquella bufanda burdeo que te regale para Navidad, ¿lo recuerdas? aquella navidad que resulto ser un asco, donde llorabas desconsoladamente en mi pecho, mientras yo acariciaba tu cabello y tarareaba una canción de cuna.
Siempre odie verte triste, siempre odie verte llorar, escuchar tu voz rota llamándome por teléfono, pidiéndome ayuda... recuerdo que siempre llegaba a los pocos minutos a tu casa y conmigo llevaba dulces ácidos, esos que te encantaban y provocaban caras graciosas.
Como quisiera volver a dormir contigo, sentir tu respiración en mi pecho, tu pierna encima de mi muslo. Adoraba mirarte mientras dormías, a pesar de que decías que era raro... Quizás lo era, pero estaba [estoy] tan enamorado de ti que no podía evitarlo.
Tu sonrisa siempre me alentaba a ser mejor, tus labios me hacían soñar, tus ojos reflexionar... Siempre que te encontraba con la mirada perdida en algún lugar pensaba en lo que haría sin ti.
Ironía pura.
Tanto era el amor que sentía por ti, que incluso me imaginaba en una casa cerca de la playa, dos pequeños corriendo por toda esta y tú, tú con tu hermosa sonrisa.
¿Por qué la playa?
Siento que gran parte de nuestra historia fue ahí. Ahí fue donde nos conocimos, fue realmente muy gracioso, yo intentaba romper una ola, una muy grande y gritaste para que me detuviera “Maldito loco suicida, detente” al oir tales palabras con una voz tan dulce no pude evitar voltearme a ver quien había sido. Entonces vi un ángel, a la criatura más hermosa del universo... sentí que había sido tan grande el impacto que no note cuando la ola me había botado. Al salir del mar te vi frente a mi, tu rostro mostraba demasiada preocupación. Me levante y extendi mi mano “Alan” dije con una sonrisa. Una sonrisa se formo en tus labios, mi corazón se derretía, “Doll”.
Ese día hablamos, me diste tu número, yo el mío, te invite un helado, el cual aceptaste alegre. Nos pusimos de acuerdo para juntarnos otro día, en el mismo lugar y asi fue hasta que comence a sentir cosas por ti. ¿Qué debía hacer? no había pasado más de un mes y yo ya fantaseaba con la muchacha de sonrisa perfecta. Cada vez que te veía mi corazón se aceleraba, mis manos comenzaban a sudar y mi mente me hacia explorar cada parte de tu rostro.
Usabas un vestido floreado la vez que te bese por primera vez. Corría tras de ti para poder tirarte al mar, ya que mientras yo dormía tu me tiraste agua con un balde de tu hermano, corrimos hasta que te tropezaste y como estaba a punto de alcanzarte cai también, antes de que mi cuerpo impactara contra el tuyo apoye mis manos en la arena (habían posibilidades de que haya puesto mal la mano, ya que al día siguiente estaba hinchada) y luego me deje caer a un costado tuyo, ambos reíamos, mi corazón baialaba al oir tan melodiosa y sutil risa.
No sé como, ni en que momento, pero nuestras miradas se cruzaron y las risas se detuvieron, tu mirada se centraba en mis labios, al igual que la mía en los tuyos, lentamente nos acercamos, nuestras respiraciones chocaban, mi corazón latía a tal rudeza que sentía que saldría de mi pecho. Nuestros ojos se cerraron lentamente al fusionar nuestros labios. Tan suaves, tibios... a comparación de los míos, tenía un sutil sabor a fresa, las cuales habíamos disfrutado hace un rato juntos.
Ninguno de los dos traía prisa, sentía que podría estar así toda mi vida.
Recuerdo que nos separamos cuando tu hermano comenzó a gritar tu nombre. Tus mejillas estaban sonrojadas y tus labios levemente hinchados, estabas preciosa, como siempre.
Mi vida, ¿Recuerdas la vez que te pedí ser mi novia? Yo si, no lo olvido, espero que tu tampoco.
Usabas un bralette negro y un short de mezclilla, tus pies estaban descalzos y jugueteabas con ellos en el agua, yo solo te miraba desde una distancia donde el mar no me alcanzaría. Tu cabello marrón se meneaba a compás del viento, mientras tu tratabas de que este se mantuviera intacto. Deje mis zapatillas junto a las tuyas y camine hacia ti, tome tu mano, entrelazamos nuestros dedos, solté un suspiro y comence a pensar en lo que diría.
“Doll, quizás sea demasiado rápido, pero no puedo evitarlo, me gustas mucho, me fascinas... yo... tú... ¿Quieres ser mi novia?”
No había notado que estaba apretando tu mano, por suerte no había sido muy fuerte, pero de todas maneras me había avergonzado bastante.
Oh, cielo... No puedo evitar pensar en aquella vez en la cual pude acariciar cada parte de tu cuerpo, donde explore más allá que cualquiera. Yo fui quien te quito la virginidad y tu fuiste quien me la quitó a mi.
Para mi no pudo haber sido más especial.
Ángel, te extraño a pesar de que te estoy viendo en este momento. Quiero abrazarte, volver a sentir la calidez de tus labios.
Puede sonar cursi, pero desde que te vi, sentí que cambiarías mi mundo, que tu serias mi mundo. Siento que es así, siento que a pesar de todo sigues siendo mía, solo mía.
No puedo evitar sentir aquella presión en mi pecho, pensar en que todo acabo, que ya no podre seguir a tu lado...
Quizás ya paso un año, un año en el que tú llorabas desconsoladamente, gemías de dolor, gritabas e intentabas quitarte la vida... un año en el cual sufriste demasiado por mi culpa. Ahora te veo feliz, nuevamente has vuelto a ser mi preciosa y alegre Doll.
¿Sabes? a pesar de que ya no seas mía y que estés con él... estoy bien, estoy feliz por ti, y envidio de él. Odio ver como te besa, pero me alegra ver aquella sonrisa en tu rostro luego de aquel beso. Eres feliz y con eso me basta, pero aun no olvido lo nuestro.
Besos, caricias, risas, llantos, peleas, discusiones, cursilerías...
No puedo evitar amarte, no puedo evitar aquella presión en mi pecho, tampoco puedo reprimir las lágrimas que derramo en este momento.
Odio aquel accidente, el cual costo con mi vida.
Odio ser un espectro que solo puede verte y no tocarte.
Odio que las personas me vayan olvidando poco a poco.
Nena, te amo y te amare por el resto de mi existencia, es lo único que no odio de toda esta situación de mierda.
Siento que me voy desvaneciendo, ya no podre seguir cuidando de ti. Antes de irme quiero pedirte algo.
No me olvides, pero se feliz.
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Please, don't forget me
Short StoryEspero y anhelo que seas feliz, pero por favor... No me olvides.