Goodbye Mom.

PART 2

-Es el fin de semana, Emily acaba de despertar por la luz del solo que cae en su cara, ella sale de su habitación y a ve a su madre desayunando, tranquila como siempre-

Madre de Emily: Te hice panqueques. ¿Quieres panqueques?

Emily: -Sonríe- Sí quiero panqueques.

Pero obviamente no todo puede ser perfecto. Recuerdo que hubo un tiempo de mi vida que fue algo así como una tormenta. No, no una tormenta, más bien un tsunami que sucedió como consecuencia de un terremoto.

Mi padre, mi madre y yo solíamos ser felices juntos, desayunábamos panqueques todos los días y todo era como ya sabes, la típica familia feliz de las películas. Mi padre era abogado, solía trabajar mucho. Fue cuando yo tenía 8 años que el conoció a esta mujer. Ella vendía droga para mantener a su familia, eran 4 hijos y ella viuda. Mi padre siempre llegaba a casa y nos hablaba de esta mujer,  de lo fuerte que era a pesar de haber tomado una mala decisión sobre como sacar adelante a su familia. Nosotras lo escuchábamos con admiración y admirábamos a esa mujer. Mi madre jamás la vio como una criminal, o algo malo. Ella sabía lo que yo no sabía, y es que cuando eres pobre en un sistema como este ni un tipo de trabajo honrado sacará adelante a tu familia, les dará de comer, les comprará ropa, con los sueldos de ese tipo de trabajos no te alcanza ni para para pagar el alquiler de un departamento. 

Madre de Emily: ¿Y como es la nueva escuela? -Le preguntó mientras bebía una taza de té.

Emily: Oh, está todo bastante bien. La gente es agradable y los profesores educan bien. -Dijo con una sonrisa- 

Recuerdo un día que fue bastante fuerte, al menos para mi. Creo que jamás lo olvidaré. La verdad es que ya ni siquiera lo recuerdo en visión, solo en palabras escritas en mi mente. Había un vaso roto, y por primera vez en toda mi vida vi a mi madre llorar. Mi padre se había encerrado en la habitación y no quería salir. Recuerdo que fui a ver a mi madre. Le pregunté que pasaba. Ella dijo que nada. Que a mi padre se le había caído un vaso en el pié. Obviamente no le creí. 

Las cosas se pusieron difíciles con el tiempo, la casa se puso fea, mi madre trabaja por las noches, era guardia en un condominio. Recuerdo esa vez que me levanté porque había escuchado ruidos, me asomé por el pasillo y ahí estaba mi padre, con una mujer delgada en sus piernas, cabello largo, joven. Ellos se reían, y en ese momento, no era lujuria lo que se podía ver entre ellos, no era algo promiscuo. Por primera vez en mi vida había visto a mi padre sonreír de verdad. Era una risa que jamás olvidaré. Todo lo que veía entre ellos dos, no era nada más que felicidad pura. Recuerdo que comencé a temblar, sentí ansiedad, adrenalina, como si me hubiera dado cuenta de algo que sería muy importante. Cómo si me hubiera enterado de algo confidencial. Mi padre estaba enamorado, sí. Mi padre estaba enamorado de otra mujer. Mi padre estaba enamorado de la viuda que vendía droga. En ese momento sentí miles de emociones a la vez. Por un lado me sentía feliz de ver a mi padre tan feliz, e incluso, era tan fuerte la felicidad que se sentía entre ellos que me alegró mucho ver a esa mujer feliz. Pero el simple hecho de pensar en mi madre me destrozaba. Y ese recuerdo que tengo, es el terremoto de mi vida.

Fue cuando cumplí 14 años, que el terremoto finalmente acabó. Las cosas habían ido demasiado lejos, y por más que ellos trataran de ocultarlo, yo ya sabía que su relación estaba completamente muerta. Yo recién me había despertado, era invierno, hacía mucho frío. Eran las 6am, lo cual era raro porque yo jamás me levantaba a esa hora. Pero me senté en la cama y sentí que algo estaba por pasar. Sentí cómo mi estomago se apretaba. Entonces escuche que como cerraban y abrían puertas bruscamente. Fui rápidamente a la habitación de mis padres, y ahí lo vi. Mi padre se estaba yendo, nos estaba dejando. Tenía maletas y se iba a ir sin despedirse de mi. Me asomé en la habitación matrimonial y vi a mi madre llorando. le dije ''¿No vas a hacer nada?'' Ella solo negó con la cabeza y siguió con su tristeza. 

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(Esta es la canción de Emily y su padre)

Mi padre había salido de la casa estaba yendo a su auto. Entonces tomé su maleta y forcejé con el. Le dije ''¡No puedes hacernos esto! ¿Qué tienes en mente?'' El me pidió que por favor lo soltara. Yo le dije ''Si te vas ahora, olvídate de que tienes una hija''. El miró al piso, y sin ningún temor, sin ningún dolor en su mirada me contestó ''Entonces no tengo una hija''. El se fue, y me quedé llorando sola en la calle. Por años odié a esa mujer. ¿Cómo alguien podía tener tan poco corazón? ¿Cómo alguien simplemente podía llegar y destrozar una familia, sin piedad? ¿Ella no pensó en la hija de ese hombre? ¿En la mujer de ese hombre? ¿No le importó como se sentirían? ¿No le importo destrozar sus sentimientos y planes de vida? Hasta que finalmente comprendí que todos tenemos derecho a volver a amar. Que no puedes fingir amar a alguien que ya no amas. Y que la culpa no la tenía ella, ni nadie. Mi madre y yo seguimos nuestras vidas como si nada hubiera pasado. Cuando estábamos las dos juntas reíamos, y parecía cómo si no hubiera ni una herida. Pero era en la noche cuando ella lloraba sin parar. Y yo lloraba al escucharla llorar. Y ese tiempo fue el tsunami de mi vida.

Madre de Emily: ¿Qué pasó?

Emily: ¿Ah? ¿Qué pasó de qué?

Madre de Emily: Te quedaste pegada, anonadada.

Emily: Ah -Ella ríe- Es que había recordado algo.

Madre de Emily: ¿Tienes algo de lo que quieras hablar?

Emily: No es nada importante la verdad.