Painful Memories (Saga Deep #1)

Capítulo X

Capítulo 10 ~ Secret of a Big Boy

El hombre me mete en el asiento trasero de su auto y coloca una bolsa en mi cabeza, atándola por una soga a mi cuello. Mierda esto está lastimándome. Presiona mis muñecas juntas detrás de mi espalda y las ata también, con la misma soga que sostiene la bolsa de tela alrededor de mi cabeza.

—Escucha, nena —susurra junto a mi oído—. Si te mueves mucho, la soga de tu cuello se ajustará y te ahorcarás. ¿Entendido, primor?

Asiento rápidamente. Estoy estática, el miedo paralizándome completamente. Mis respiraciones se escuchan mientras hiperventilo. Dios, si sigo respirando así mi garganta se va a secar. Trago, intentando humectar mi garganta mientras pienso en un plan de escape. Pienso en hablar, pero el miedo de que él me mate en el instante en que habrá mi gran bocota me aterroriza. Estoy recostada boca abajo sobre el asiento, mi mejilla apoyada sobre el asiento de cuero, mi trasero ligeramente levantado, porque mis piernas están arrodilladas.

—¿A dónde me llevas? —nunca pensé que una pregunta de cuatro letras me tomaría tanto de mi valor.

No hay respuesta. Mierda, no hay respuesta. Una serie de imágenes comienzan a cruzar mi mente con las miles de posibilidades que ese silencio tiene para mí. Cierro mis ojos, tratando de imaginarme a mí misma en mi lugar favorito. Cuando era niña y estaba asustada, hacía eso y luego podía dormir en paz. Ahora no es para dormir, sino para no desmayarme. Sorprendentemente, mi lugar favorito es el día de las carreras, con Ethan. La adrenalina, el miedo, la intriga y el beso. Juro que ahora mismo besaría a Ethan nuevamente con tal de verlo de nuevo. De ver a mis padres y hasta desearía ver a Noelle, a Josh y a Scott.

—¿A dónde me llevas? —¿estoy llorando? No lo sé, no puedo descifrar el montón de emociones que me recorren. Mi voz salió quebrada, pero todo en mí es complicado ahora, sólo quiero que me dejen ir.

—Silencio, nena. Te enterarás cuando lleguemos.

Mantengo mis ojos cerrados mientras imagino lo que haré si vuelvo a ver a mi familia y amigos. Hasta quiero ver a Sharon. Sí, mierda, quiero verla. No puedo creer que fui tan estúpida, ¿cómo me dejé atrapar tan fácilmente? Sí, bueno, este tipo es el doble que yo y todo eso, pero aún así, estaba tan emocionada por ver a Ryan sin camisa que no se me ocurrió que sería secuestrada. Comienzo a hiperventilar nuevamente, el aire entra y sale tan rápidamente que mi corazón no tiene tiempo de bombear el oxigeno a mi cabeza. Comienzo a marearme. No puedo evitar las imágenes de mis posibilidades. Trato con todas mis fuerzas de eliminarlas, de no pensar en eso, de ir a mi lugar feliz, pero no puedo. Simplemente no puedo hacerlo. Presiono mis parpados tan fuertemente unos con otros que siento que no podré abrirlos nunca. Lágrimas comienzan a mojar mi rostro, empapando la bolsa en la que estoy envuelta. Mis sollozos se hacen más fuertes y mis respiraciones los siguen.

—¿A dónde me llevas? —digo, entre sollozos, intentando controlarme—. Por favor, no me hagas daño.

—Cállate, nena, o tendré que golpearte hasta que lo hagas.

Mi boca se cierra rápidamente y el control de mi cuerpo finalmente se zafa de mis dedos. Comienzo a llorar desesperadamente y a sacudirme. Si voy a morir, prefiero hacerlo antes de ser violada. Estiro mis piernas en el asiento del auto y hacen tope en la puerta. Ok, no es una opción.

—Quédate quieta —ordena de mala gana él mientras hace un giro brusco que me hace caer en el espacio entre los asientos.

Caigo de espaldas y me quedo sin aire al principio, pero luego, me doy cuenta de que el nudo se apretó sobre mi garganta. Intento respirar lo más que pueda antes de que me mate por completo. Sí, fui muy estúpida y ahora no quiero morir. Comienzo a hacer arcadas, intentando tomar más aire del que me está privando la soga atada a mi cuello. Intento separar mis manos para desatarla, pero lo único que logro es ajustarla más. Ahora sí que voy a morir. La soga comienza a lastimarme y todo se está volviendo borroso.