goodbye, my lover.

Amado mío, ¿Por qué todo tuvo que acabar tan rápido?, ¿Por qué todo fue tan fugaz?, ¿Por qué no te puedo tener nuevamente entre mis brazos?

¿Es que acaso tu corazón no late igual de rápido que el mío cuando oigo tu nombre?, ¿es que acaso todos los te quiero que pronunciabas eran nada más y nada menos que palabras vacías?

Creo que en vano son tantas preguntas porque sé que no recibiré respuesta alguna, añoro el momento de verte de nuevo y oír nuevamente tu voz, ¿Por qué todo tuvo que acabar tan mal?

Todo empezó como un juego de adolescentes hormonados y termino con algo que me destrozo más a mí que a ti. No sé si tu sufriste lo que yo al terminar todo, no sé si tú también sueñas con el momento de un reencuentro, no sé si tú todavía me quieres.

Empezamos con palabras de amor y cariño y terminamos con palabras de rencor y odio, empezamos como cuento de hadas pero no terminamos con final feliz.

Me hubiera gustado tenerte como amigo pero sabemos que eso no se puede, sé que no puedes ni verme a los ojos y yo, yo por más que quiera verte por dentro te odio, así es, te odio. Odio que pienses que todavía tu presencia me afecta, odio que puedas creer que me puedes tener como tu juguete, odio todo de ti, pero sin embargo aún te quiero, porque a pesar de toda tu mierda aun te quiero.

Ahora diré lo que más me cuesta admitir, me cuesta decir que te extraño. Extraño tu voz, extraño abrazarte, extraño besarte, extraño estar contigo. ¿Qué es lo que hiciste conmigo? Me hacías sentir la mujer más dichosa del planeta, pero al final me hiciste sentir la persona más desafortunada.

No te culpo de todo esto, no te culpo del todo mi sufrimiento. Muchos me advirtieron que una relación así no tenía futuro, pero yo no hice caso, me deje cegar por mis sentimientos, no hice caso a mi cerebro, pero es que ante ti era tan manejable, causabas un efecto en mí que aún no logro comprender.

Me llenabas de palabras tan lindas, jamás olvidare cada palabra que salía de ti. Cada te quiero, cada te extraño, cada quiero estar contigo, me hacía latir el corazón a mil por hora.

Tú me decías que mis palabras también tenían gran efecto en ti y en parte lo creo, porque recuerdo en una de los muchos video llamadas que tuvimos, cuando te dije lo que sentía tú te pusiste enteramente rojo y al minuto me respondiste diciendo que el sentimiento era mutuo.

Me gustaría que nuevamente que me llamaras diciéndome que todo estará bien, que tu estas bien, que yo estoy bien, que nosotros estábamos bien. Me gustaría verte de nuevo en mi buzón de mensajes con algún lindo mensaje. Me gustaría un último beso tuyo o inclusive un último abrazo.

Me gusta pensar que aún me extrañas, como decía aquel mensaje tuyo, de los últimos mensajes que me enviaste, de hecho me gusta pensar que aún me quieres como yo a ti.

Demuestro que ya te supere, que ya no te quiero, que ya no importas, ¡pero que mentira más grande, joder! Es obvio que es todo lo contrario.

Vi tus fotos hace unos días con otra chica, se veían felices, quería escribirte y decirte que ya basta, que ya dejes de subir fotos con ella, ¿y es que acaso no te dabas cuenta? Cada foto dolía, yo no estoy hecha de piedra, la verdad que dolía.

La anterior noche me embriague en tu nombre, cada shot de tequila iba dedicado a ti, pero joder como lo disfrute. De esa noche no recuerdo casi nada, pero creo que esa noche pase por demasiados chicos, ¿aunque sabes qué? No me arrepiento de absolutamente nada.

Quizás soné muy perra en el párrafo anterior, pero ¿Qué se le va a hacer?, tu eres igual de perro y creo que quizás por eso nos llevábamos tan bien.

¿Por qué no nos quedamos como amigos?, todo hubiera sido más fácil así, todo era más fácil de esa manera, pero los malditos sentimientos tuvieron que intervenir. Te quise sin querer.

Si tan solo esa noche no me hubieras dicho que me querías luego de verme besar a otro chico, si tan solo te hubieras quedado callado todo hubiera sido diferente, bueno quizás no todo, porque sabemos que entre beso y beso, todo se volvía aún más intenso. Recuerdo que tú me dijiste que solo estaríamos para quitarnos las ganas y nada más, pero no término así, dentro de mí sabía que los sentimientos muy pronto saldrían a flote.

Oh, cariño, cada momento contigo los tengo en mi mente todavía, cada risa, cada pelea, cada abrazo, cada beso, todo absolutamente todo. Si me dieran la oportunidad de borrar cada recuerdo tuyo, no tomaría esa oferta, porque a pesar de que ya nada sea como antes, esos hermosos momentos no los cambio por nada.

No diré que fuiste mi primer gran amor, porque no lo creo así, aun soy joven, quizás más adelante venga alguien que me deje aún más marcada de lo que tú me dejaste, pero por el momento tú eres el chico que más marca ha dejado en mi vida.

No eres el único que cometió errores, yo también los cometí. Tú me soportaste cuando me tomaba mis copitas de más en las fiestas, tú me escuchaste cuando te contaba con cuantos chicos había estado y admiro eso de ti, cuando estaba en mis peores momentos jamás me dejaste.

Lo único de lo que me arrepiento es que nos hayamos dedicado canciones, ¿Por qué tuvimos que hacer eso?, ahora cada vez que escucho esas canciones que me dedicaste me largo a llorar, pero tranquilo, ya casi no lloro últimamente, ahora solo lagrimeo un poco.

Quiero de una vez apartarte de mis pensamientos, quiero pensar en otra cosa o inclusive en otra persona, pero tú, solo tú y siempre serás tú el dueño de mis pensamientos.

Me convertiste en lo que siempre odie, alguien jodidamente cursi y cariño, este es el efecto que causas en mí.

No me arrepiento de haberte conocido, no me arrepiento de escaparme ciertas veces solo para estar contigo, porque contigo experimente lo que era querer a alguien y tener alguien que me escuche y alguien a quien escuchar, alguien que podía contar tanto como amigo que como amante.

No me arrepiento de nada, cariño, pero ya es hora de decirte adiós.

Creo que es hora de dejarte ir, de aceptar que ya no somos nada, ya es hora de que te conviertas en la persona que solía conocer, una persona que solo forme parte de mi pasado.

Quizás estas palabras nunca lleguen a ti, que solo sean palabras que escribo al aire, pero me siento libre de cierta forma, creo que al fin pude desahogarme.

Tantas noches de llanto no fueron en vano, así aprendí que en la vida se gana y se pierde. Al principio me sentí tonta por llorar por un hombre, pero en cuestiones amorosas siempre se sufre y si no se sufre lo que sintieron no era del todo real.

Bueno, cariño, ahora si ya es hora...

Adiós, mi amante. Adiós, mi amigo. Siempre fuiste el único para mí, pero ya es hora de dejarte ir.

FIN.