Casados a la fuerza © [TERMINADA] #Sakura2019

Capítulo 39.

Finalmente la noche se dejó caer, Janet y Sofía aún no han llegado de su dichoso paseo, pero estoy ansiosa por verlas pronto, es que las extraño demasiado. Michael y yo estamos en la sala, él se encuentra leyendo un libro y yo estoy a su lado abrazada, reposando mi cabeza sobre su hombro. De pronto, dos voces femeninas hacen que nuestras miradas se elevan al instante, cuando veo entrar a mis dos mejores amigas, me pongo de pie emocionada y las recibo con un fuerte abrazo.

—¡Qué bueno que llegaron, ya las estábamos extrañando! —Giro a mirar a Michael— ¿Cierto que si, Michael? —Él hace un mohín y sigue en su libro.

Parece indiferente y distante, yo encojo mis hombros para restarle importante y me coloco en medio de ambas chicas, abrazándolas por el brazo. Me voy hacía la biblioteca, pero antes de eso, le aviso a Michael primero.

—Iremos a la biblioteca a platicar un poco, ¿No te molesta? —Él niega y me mira con una sonrisa.

—Adelante, sólo recuerden que entre poco ya será la cena. ¿Estamos? —Las tres asentimos y nos retiramos del lugar.

Llegamos a la biblioteca, nos sentamos en el sofá y empezamos platicar de todo un poco, íbamos de broma en broma, un chiste de vez en cuando y después cambiábamos a un tema serio.

—Hablando de todo un poco —Me mira Janet con esa mirada intensa al igual que la de su hermano — ¿Cómo te fue con él? —Me lanza una mirada perversa y sube y baja sus cejas. Sus ojos le brillan.

Me cubro el rostro y me sonrojo.

—¡Sí! —Exclama Sofía con mucha euforia — ¿Que tal fue todo?

Ambas chicas posan la vista a mí, esperando que sus preguntas sean respondidas, un terremoto en mi cuerpo se aproxima y no sé como comenzar a contar la historia. ¿Qué puedo decir? Michael, era súper tierno, caballeros, especial y apasionado.

Me reincorporo y aclaro mi garganta.

—¡Bien! La cena estuvo riquísima, cenamos un risoto, y bebimos del mejor vino —Empiezo a recordar aquel momento, mis ojos brillaban, lo sentía. Era mágico — Luego... —Las miro misteriosa

Ella me hacía señales con las manos, para que prosiga.

—¡ME PIDIÓ MATRIMONIO! —Grite en medio de un chillido emocionante, todas tres nos pusimos de pie en un unísono y saltamos.

—¡LE PIDIÓ MATRIMONIO, LE PIDIÓ MATRIMONIO! —Hacíamos nuestra mini fiesta, era un momento especial para todas. Porque de algún modo, todas sufrimos y llevamos el mismo dolor. Janet por ver a su hermano mal, Sofía por verme mal a mí y yo, por ver mal a Michael. Entonces eso era una gran saña. Nuestra pequeña fiesta fue interrumpida cuando alguien toca la puerta. Giro mi cuello a dirección de ella.

—Pase —Indiqué. Era Karla quién traía galletas y algo de té. Lo coloca en la mesita, nosotras en un unísono, agradecemos y ella se retira.

Nos sentamos a comer las galletas y beber del té, que por cierto estaba delicioso, me llevé una de ellas y le di un pequeño mordisco. Janet me mira emocionada.

—¿Y cuándo será? —La miro de reojo y niego.

—No sé la verdad... Aún no hemos pisado la fecha... —Suspiré— Pero seguro será pronto.

—¿Quién será la madrina? —Pregunta Sofii después de darle un sorbo a su tasa, yo resoplé en mi mente y dije: Ahí-va-el-bombardeo-de-preguntas-

—Michael quiere que John Landis sea el Padrino... pero la madrina —Me puse a dudar, era complicado escoger entre mi mejor amiga o mi cuñada. Di un leve suspiro y miré a Sofía.