Capítulo 6

3.3K 260 150
                                    

Capítulo 6: "Hipogrifo y hojas de té".

Dedicado a: ViriStilinski

-¿Cómo es posible que tus padres hayan hecho tal cosa?-exclamó Ron enojado.

-Por miedo. Malditos cobardes.

-Eso mismo dije yo cuando me enteré.

-Con la excepción de que casi hiciste explotar tu casa entera -reportó Hermione con seriedad-. ¿No te ha dicho nada el Ministerio? ¿Ni una carta o algo?

-No, nada de nada.

Llegamos al Gran Comedor para desayunar y lo primero que vimos fue a Draco Malfoy entreteniendo a un grupo de gente de Slytherin con una historia que ya sospechaba cuál era. Cuando pasamos por su lado, Malfoy hizo una parodia de desmayo, coreado por una carcajada general.

-No le hagas caso -le dijo Hermione a Harry-. Tú, ni el menor caso. No merece la pena...

-¡Eh, Diggory! -gritó la molesta y asquerosa voz de Pansy Parkinson-. ¿Acaso tú también te desmayaste junto a Potter? ¿Despertaste con plumas?

Si no fuera tan tímida, me hubiera acercado a ella, la agarraría de los pelos y lanzaría su cuerpo por la ventana. Me dejé caer sobre un asiento de nuestra mesa; junto a George.

-Tengan, los nuevos horarios de tercero -anunció éste pasándolos-. ¿Qué les ocurre?

-Malfoy -contestó Ron, sentándose al otro lado de su hermano y echando una mirada desafiante a la mesa de Slytherin.
George alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy volvía a repetir su pantomima.

-Ese imbécil -dijo sin alterarse- no estaba tan valiente ayer por la noche, cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en que estábamos. Vino corriendo a nuestro compartimento, ¿verdad, Fred?

-Casi se moja encima -dijo Fred, mirando con desprecio a Malfoy.

-Yo tampoco estaba muy contento -reconoció George-. Son horribles esos dementores...

-Se le hiela a uno la sangre, ¿verdad? -dijo Fred.

Me alivié de que no se enteraran de lo que hice en el tren.

-Pero no se desmayaron, ¿no? -dijo Harry en voz baja.

-No le des más vueltas, Harry -dijo George-. Nuestro padre tuvo que ir una vez a Azkaban, ¿verdad, Ron?, y dijo que era el lugar más horrible en que había estado. Regresó débil y tembloroso... Los dementores absorben la alegría del lugar en que están. La mayoría de los presos se vuelven locos allí.

-De cualquier modo, veremos lo contento que se pone Malfoy después del primer partido de Quidditch -dijo Fred-. Gryffindor contra Slytherin, primer partido de la temporada, ¿se acuerdan?

Eso hizo entusiasmar un poco más a Harry que se sirvió salchichas y tomate frito mientras Hermione y yo nos aprendíamos el nuevo horario:

-Bien, hoy comenzamos asignaturas nuevas -dijo alegremente mi amiga.

-Hermione -dijo Ron frunciendo el entrecejo y mirando detrás de ella-, se han confundido con tu horario. Mira, te han apuntado para unas diez asignaturas al día. No hay tiempo suficiente.

-¿Cómo que diez? -pregunté sorprendida con la boca llena de pastelitos.

-Ya lo tengo arreglado. Lo he concertado con la profesora McGonagall.

-Pero mira -dijo Ron riendo-, ¿ves la mañana de hoy? A las nueve Adivinación y Estudios Muggles y... -Ron se acercó más al horario, sin podérselo creer-, mira, Aritmancia, todo a las nueve. Sé que eres muy buena estudiante, Hermione, pero no hay nadie capaz de tanto. ¿Cómo vas a estar en tres clases a la vez?

Alanna Diggory y el Prisionero de Azkaban [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora