Intentaré publicar a diario, pero no les aseguro nada, tengo memoria a corto plazo y suelo olvidar este tipo de cosas xD me disculpo también si no publico en el mismo horario ^^
Advierto también que esta historia no se centra en una exuberante narración y de esotérico vocabulario xD ahre vkjdnkgj bueno, que yo quise interpretar lo mejor posible la serie a un escrito, así que me apedreen si algunos capítulos son muy cortos o tengo faltas de ortografía (que las faltas ortográficas y yo somos colegas desde que me dieron un cuadernillo de caligrafía en el cole x,D)
<VEGETTA777>
Vegetta se levantó aturdido, estaba en su cama, pero su cobertor era rojo, esta no era su cama ¿o sí? Esta no era su casa ¿o sí? El sitio en donde estaba era una acogedora habitación de paredes de ladrillo de piedra cincelada y suelo de tablones de madera, una madera lila extraña. A pesar de que el lugar era tan grande como robusto y algo tosco, la decoración y la iluminación la hacían tornarse acogedora.
Poco tiempo le costó para caer en cuenta que ese sitio lo había construido él mismo. Que lo había hecho a sus gustos y manías. Esa era su mansión flotante moderna, en Karmaland.
Se levantó exaltado corriendo hacia cualquier sitio, a cualquier dirección, no quiso ni prestarles atención a los maullidos de sus gatos ni la extrañada mirada de "su hijo". Solo corrió de frente a tropezones con las escaleras hacia su azotea, a el jardín con sus mujeres. Él se percató de este último detalle cuando el calor del sol saliendo por la frontera pegó en su cara y las mujeres se le acercaban.
- Buenos días Amo Vegetta - la primera chica que le saludó era de slime, dejando a Vegetta totalmente blanco con cara de empana'o.
- ¿Le sucede algo, Amo? - la chica enderman preocupada saca del trance al chico al tocarle el hombro, logrando un sobresalto.
No estaba loco. Pudo sentir el calor de la mano de la chica. Esto era real, y vaya que lo era.
- Estoy bien. - responde apartándose hacia atrás. Las chicas entendieron y se separaron para darle espacio a su amo.
Cuando las chicas se repartieron por el jardín, un agudo... ¿chillido? Sobresaltó una vez más a Vegetta, cuando una gran ave rojiza de mirada penetrante se agachó frente a él, bajando la cabeza a la altura del chico en busca de una caricia. Vegetta flipando en colores sonríe nervioso y levanta la mano para acariciar a su ave. Era su chocobo de fuego. La sumisa ave se arrodilla y lo mira con un brillo especial que Vegetta reconoció al instante. Asombrado por la suavidad de sus hermosas plumas, montó el lomo de la criatura quien extiende sus grandes alas y salta, mínimo, metro y medio de un solo impulso, desequilibrando a su jinete obligándole a aferrarse con desesperación de donde pudo.
Una vez el ave estuvo a varios metros de altura del jardín, se estabilizó y Vegetta al fin pudo disfrutar de la experiencia y de las vistas. Corroboró con sus propios ojos el hecho de que estaban en Karmaland. Todo era épico. Increíble. Hermoso. Alucinante. Vegetta se dio cuenta de que le faltaba vocabulario para expresar lo que veía y transformar en palabras lo que sentía ¿o es que no se podía? Las mariposas en su estómago eran tan reales como la caída hasta toparse con tierra.
Vegetta no tenía vértigo ni miedo a las alturas, pero prefirió acercarse a un suelo un poco más firme. Aterrizando no muy lejos de casa, en el campanario. Al bajar de su chocobo, se percató de que estaba empapado en sudor, y eso que no volaron mucho, solo le dieron una vuelta a la mansión. Al parecer, si es verdad cuando dicen que jugar y vivir es muy distinto. Vegetta accedió al interior del campanario seguido de su obediente ave, bajando por las inmensas escaleras hasta el suelo.
¡Pisar tierra es extraño! A nuestro chico, al menos, se le hiso sumamente extraño pisar tierra, él mismo la llamó "Tierra Minecraftiana". Emocionado se agacha y escaba con ambas manos, sacando un puñado de tierra. Pero esta desaparece haciendo ¡POP! Logrando otro sobresalto al pobre de Vegetta, pero lo que le asustó aún más fue los cuadrados en la parte baja de su visión periférica.
- ¿Qué leches? - se da cuenta que en el agujero en donde había sacado la tierra había quedado el fantasma de un poliedro casi perfecto.
Fijándose más atentamente, el cubo de tierra estaba en una de esas casillas en la parte baja de su vista. Lo que le pareció algo más guay, fue el hecho de que, al darse vuelta, su inventario seguía ahí, era como tener unas gafas de última tecnología, pero no las tenía, eran sus propios ojos.
Al caminar, también se dio cuenta de que cada paso que daba era un metro, o sea, un cubo. Lo mismo pasaba con la altura. Su chocobo, por ejemplo, era de dos y medio metros de altura, y él de dos. Pero se sentía igualmente pequeño, porque casi todos los objetos eran de un bloque de altura, o sea, un metro.
Todo era proporcional, un paraíso para arquitectos, matemáticos y si es que cuela, artistas del cubismo.
Al fijarse mejor en su chocobo se dio cuenta de un importante detalle. ¿Estaba solo? Al fin y al cabo, Karmaland, es una serie que en un principio estaba con otros cuatro chicos, pero con el tiempo terminó siendo solo con Frank, para después, unírseles Willy en la segunda temporada. ¿Será posible que estén sus amigos también?
Toda duda se dispersó al escuchar el eco del grito de Luzu:
- ¡Alex!
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Virtual Karmaland ♡Karmaland 2da Temporada♡
Fanfiction¿Hasta dónde puede llegar una fan por sus ídolos? ¿Hasta dónde puede llegar la inteligencia humana? ¿Hasta dónde puede llegar la tecnología? ¿Hasta dónde es capaz de llegar una obsesión? Porque eso era. Una obsesión. Al menos para esta fan, esto hab...