Capítulo 9: Path Finders, el inicio de una aventura

31 2 0
                                    


Los nervios se apoderaron de su cuerpo. ¿Por qué ese elfo extraño tendría que fijarse en alguien como ella justo ahora que iba a partir?

- Sí, soy una elfa del bosque. ¿Por qué?- respondió Seyka alerta.

Loek se fijaba en el cartel que tenía entre manos la chica, lo que ella aún se puso más nerviosa que antes.

- No es frecuente ver a elfas del bosque por aquí, aunque a decir verdad, a elfos blancos como yo, tampoco.- sonrió. ¿Es que estás buscando al fugitivo del que tanto se habla por estas fechas?

- ¿Por estas fechas?- se guardó rápidamente el cartel de búsqueda en su bolsillo derecho.- Oh, no, es que tengo curiosidad solamente por saber quién es. Bueno, un placer conocerte Loek, pero tengo que irme.- le dio la espalda para seguir con su viaje con el corazón a cien.

- Un placer, aunque no sé tu nombre.

Seyka se detuvo y se giró mirándole a sus rojos ojos.

- Seyka, me llamo Seyka.

Un anciano con ropas desgastadas y un sombrero se acercó al elfo y le puso la mano en el hombro.

- Vamos, Loek, así sólo harás que se asuste. ¿No ves que tiene prisa? Hahahahaha.- decía el anciano con una sonrisa en su rostro. Tenía los ojos azules y era de estatura baja.

- Es verdad, Kahnar, lo siento. Shululululu.- se puso a reír a carcajadas.- Verás, Seyka. Quizás sean casualidades de la vida pero tanto mi compañero Kahnar, como esa chica del pelo rojo que está comiendo un bocata chope,- la señaló y ella intentó decir algo- como yo, nos hemos conocido hace pocos días aquí, en Olvia, y estamos todos un poco perdidos pero con metas que cumplir.

- Espera.- le cortó Seyka- ¿Qué es lo que quieres decir con todo esto?- estaba seria y no quería perder el tiempo por tonterías.

- Lo que viene a decir Loek es que hemos estado fijándonos en que no eres de aquí, vas armada con arco y flechas, y pareces estar buscando a alguien, sea cual sea la razón.- respondió el anciano Kahnar en lugar de Loek, que iba a justificarse.- Nosotros también tenemos nuestras propias metas y, bueno, siendo un grupo seguro que nos irá mejor. Incluso podemos llegar a ser buenos amigos. ¡Hahaha!

- ¿Es que no me escuchas, Loek? ¡Te he dicho que te esperes a presentarme cuando termine de comer! Me llamo Akage.- dijo la chica del pelo rojo mientras se acercaba limpiándose la boca con la mano a unos 5 metros para darle la mano a Seyka con una sonrisa en la cara.

Seyka se quedó mirando la mano, seguidamente miró a los otros dos.

- Mi objetivo no os incumbe. ¿Por qué tendría que unirme con vosotros? Yo no pienso dejar de buscar a mi hermano por tener que ayudaros.- respondió fríamente Seyka.

Akage se miró la mano derecha, con la que estaba esperando un apretón, entristecida.

- ¿Conque buscas a tu hermano? ¿Acaso tu hermano es el hombre del cartel? Shululululu.

Seyka le devolvió una mirada de pocos amigos al joven elfo, que sólo estaba bromeando.

- No te enfades, mujer. Mira, creemos que si hacemos un grupo temporal para que cada uno cumpla con sus metas y, de paso ayudarnos, nos iría a todos mejor. Al menos, Akage y Kahnar están de acuerdo conmigo.

- Pero sólo socios durante el tiempo que sea necesario. Nada de amistades.- dijo convencida Akage.

Seyka se quedó en silencio, pensando en qué le convendría más. Lo cierto es que ella nunca había salido de Longleaf y, tener compañía que le pudiera guiar y ayudar a buscar a su hermano, sería fabuloso.

- Pero si estáis en problemas, no voy a cubriros las espaldas, sólo seríais un lastre.- dijo ella.

- ¡Hahahaha!- se reía Kahnar mientras se ponía la mano izquierda sobre su barriga y quitándose las lágrimas con la otra.- Tranquila Seyka, si nosotros sabemos defendernos. Mira, yo soy un mago, Akage también sabe usar un poco de magia, y ¡Loek es un guerrero como la copa de un pino!

- Parece que nos subestimas, elfa del bosque. Shulululu. Pero no te preocupes, nosotros sí que te cubriremos la espalda si estás en peligro. Seguro que con el paso de los días te caemos mejor y nos ofreces un poco de tu ayuda. ¿Qué me dices, te apuntas?- Loek la miró a los ojos con una sonrisa, esperando su respuesta.

- Bueno... Supongo que un poco de compañía no me irá mal después de tanto tiempo... Acepto.- se decidió finalmente tras un suspiro, al ver que le sería difícil decirles que no a un grupo tan apuesto.

- ¡Bien!- Akage abrazó a Seyka, que le había cogido desprevenida y aún estaba en estado de shock tras tantas confianzas.

. . .

El grupo se dirigía hacia Velia, a unos 100 kilómetros de Olvia. Velia era una ciudad grande, la capital de esa región. Durante los pocos días de viaje se fueron conociendo un poco todos, el ambiente que se respiraba no era tan áspero como en un principio; incluso Seyka se empezaba a sentir cómoda y se alegraba de dejar de estar sola. Los 10 años que vivió sola en los bosques de Longleaf formaban parte del pasado, y era hora de pasar página, hora de conocer a gente nueva y diferente a ella, con costumbres y maneras de ver la vida diferentes que aportarían conocimiento y madurez a la joven elfa de tan sólo 20 años, pues todavía tenía toda una vida por delante.

Sin embargo, pese al buen ambiente que había, apenas nadie hablaba de su pasado, solamente de sus gustos y sobre su día a día. La cuestión ahora era encontrar un nombre para esa alianza que se había formado hace unos pocos días. Iban a comprometerse a seguir con lo que habían empezado, pues ahora formaban un equipo que tendría que perdurar hasta que cada uno de sus integrantes lograra terminar su propósito.

Finalmente, cuando llegaron a Velia, lo primero que hicieron fue firmar en un papel el contrato que les uniría temporalmente. El nombre elegido fue el de Path Finders, pues era el nombre ideal para ese pequeño grupo de 4 integrantes: cuatro puertas con cuatros caminos detrás de ellas que, pese a seguir diferentes direcciones, todas ellas estaban vinculadas.

En ese día se formó lo que a simple vista parecía una alianza común, pero lo que nadie de ellos sabía era que en un futuro, Path Finders dejaría su huella en la historia. 

Tragedia y DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora