La Reina y su Soldado

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Había una vez dos jóvenes. Un soldado y una reina. Un chico y una chica. Un enamorado y una enamorada.
Buscaban cualquier excusa, aunque sea una pequeña para verse. Con mucha suerte, podían escapar del palacio y correr a las cuevas de Seúl para pasar una noche entera, o tal vez, en los peores días, tan sólo se conformaban con cruzarse en el pasillo y darse un besito. Todo a escondidas, siempre alejados, sin nadie más que ellos... porque su amor era prohibido. Una reina, casada con un Rey y un soldado, quien no merecía a ninguna mujer de tan alta sociedad para él. Sin embargo, al verse por primera vez, fue tan fuerte, sus ojos conectaron a primera vista y en el mundo no existía nadie más que ellos. Podían vivir así, ocultos, pero después de tanto tiempo, esa mentira fue descubierta.

"La esposa del Rey, una infiel." Llegó a los oídos del soberano.

Fueron descubiertos.
Fueron perseguidos.
Fueron asesinados.

Sin embargo, el mismo destino que los separó haría que alguna vez, quién sabe cuándo, volvieran a reencontrarse, con otros cuerpos, con otras personalidades pero con aquella alma de la que se enamoraron.

¿Pero quién dijo que sería fácil? Sí, reecarnaron, en dos cuerpos iguales. Nacieron como hombres.

Jóvenes de 17 y de 18 años de edad eran compañeros de escuela, tan inocentes tanto uno como el otro. El valiente caballero reencarnó en Hoseok, un sonriente chico que temía a cualquier tipo insecto y la tan respetada Reina quién reencarnó en el chico más alegre que el mundo pudo regalarnos.

Y se gustaban, no, no se gustaban, estaban completamente enamorados, como hace siglos y siglos atrás.

Lamentablemente, nunca quisieron confesar sus sentimientos, por miedo al rechazo, por miedo a ser tratados como diferentes, sólo porque les gustaba una persona de su mismo sexo. ¿Cuál es el problema? Si se aman y no hacen daño a nadie, no existe un problema, pero hay muchas personas hoy en día que no lo entienden y que, erróneamente, siguen creyendo que está mal. Ellos temían al rechazo, por lo que sólo se conformaban con ser mejores amigos, aunque duela.

En su quinto año de amistad, estos dos chicos se citaron en un parque, se sentaron al fondo, detrás de un árbol para no ser vistos y se dijeron cuanto se querían el uno al otro, seguido, sacaron un collar de sus respectivos bolsillos y se los entregaron como regalo con una sonrisa pintada en sus bellos rostros. "Feliz aniversario de amistad", se dijeron y luego...

Ahora... en una simple oración, escribí tu mejor final para esta historia.
Lo dejo en tus manos.

La Reina y su Soldado [VHope] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora