Parte 3

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Me las ingenie para conocer donde vivía Anderson si prengutarle, no quería tan siquiera escucharle su estúpida voz que causaba un efecto en mi que no sabia describir.

Era una chica que no me deja impresionar muy a menudo por una cara bonita y unos perfectos ojos. No después de lo que paso con Gabriel.

Sacudió mi cabeza y limpie mi falda negra de cuero tratando de relajarme, estaba en frente de una enorme casa blanca con unos gigantes cristales en la parte de arriba, y unos murales blanco, rodeada de muchas plantas verdes que hacían de su aspecto mas hogareño... La verdad es que no imagine que Anderson fuera de mucha plata, pero debo reconocer que me dejo sin palabras

Su casa parecía una fortaleza y si por fuera era muy hermosa no quería imaginar por dentro.

Me arregle rápidamente tratando de no parecer nerviosa aunque lo estaba y no sabia porque. por algún maldito motivo no quería parecerle fea. Y eso ya me estaba preocupado.

Es que después que deje la clase me encontré recordándolo a cada instante como si tratara de recordar de donde lo conocía aunque fuera primera vez que lo veía en mi vida.

Aleje esos pensamientos cuando me dispuse a tocar el timbre de la casa, decidí esperar con mis manos juntas cargando mis libretas y mis libros de economía, mi bolso en un hombro, y la comida de Anderson en la otra. Ya que una apuesta era una apuesta y siempre cumplía mis palabras. Lo bueno es que debo agradecer que mi mama cocine y muy delicioso así me ahorraría el sufrimiento de preparar algo.

Me distraje observando nuevamente todo a mi alrededor, por que me encantaba el aire puro que se respiraba aquí, no era que no me gustara mi casa, pero debía admitir que me encantaría tener una así como esta... Cuando volví a girar mi mirada  hacia la entrada casi me da un infarto al encontrarme con Anderson sin camisa y con cara de sorprendido.

Emely 1- Ardenson 1

Respira Emely... Me obligue.

Es que como iba a respirar con semejante imagen delante de mi... Si el señor Anderson poseía unos músculos de infarto y unos tatuajes que hicieron que mi corazón diera un brinco de repente.

El continuaba mirándome sorprendido y evaluando mi aspecto de arriba a abajo deteniéndose un momento en mis piernas.

Después de que ambos duramos viéndonos con una mirada que no supe descifrar, carraspee y puso mi tono de voz mas fastidioso..

—Hola— Saludes cortésmente— ¿Me dejas pasar o me dejaras aquí el resto de la tarde?— pregunte tratando de parecer ofuscada

Su expresión era tímida pero estaba nervioso, paso sus manos por su espesa cabellera, para mirar hacia adentro y luego volver a conectar sus ojos con los míos.

Okey, no me había dado cuenta que tenia unos bonitos ojos... No maldita sea no mientas Emely —Me regaño mi subconsciente — el tenia los ojos mas hermosos que había visto en mi vida, no eran Azules, no eran verdes, ni grises. Eran de un color impresionante, sus ojos eran como color caramelo. Pero mas que describir un caramelo, sus ojos parecían dos Oasis en el cual te podrías perder fácilmente.

Okey Emely deja de verlo descaradamente y consentrate.

Chasque mis dedos en su frente, porque parecía mas pálido de lo normal y perdido.

—¿Oye? ¿Estas bien?  Se que soy muy hermosa y sexy, y que puedo dejar sin palabras pero ¿Puedes dejarme pasar o me voy y vengo otro día? porque la verdad todo esto pesa.— Hable señalando Todo lo que traía.

Seduciendo a un NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora