Capítulo 4

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Shuichi se levantó de la cama con pesadez. No quería mover ni un músculo. Con suerte, era Viernes. Sin embargo, la pereza no desaparecía. Su querido tío lo levantó con las armoniosas palabras de: "¡¡¡DESPIERTA O TE TIRARÉ UN BALDE DE AGUA HELADA!!!". ¿Exageré? Bueno, la verdad es que sí pero fue algo bastante parecido. Se duchó, vistió y desayunó. Antes de cruzar la puerta, su tío lo llamó:

-Hijo, éste libro no es tuyo- le dio el libro de Ouma.

-Ah, gracias. Casi lo olvido. Es de un amigo. Lo olvidó y yo lo recogí- dijo.

"Amigo...¿Llamé a Ouma mi amigo?".

-¿Un amigo? ¡Oh, que alegría. que tengas uno!

-S...sí, es muy bueno. Te agradará.

-Desearía conocerlo, ¿podemos juntarnos hoy?

-¡¿QUÉ?! Digo, no lo sé. Preguntaré.

-Está bien, que tengas buen día, Shuichi.

"Amigo...amigo...amigo..." no dejaba de pensar en ese adjetivo para describir a Ouma. Si le dijo amigo, significa que perdió contra él. No, no podía decirle que lo llamó así. Igualmente no lo había escuchado.

-¡SAIHARA-CHAN!- Ouma lo sorprendió de atrás agarrándolo del brazo y aferrándose a él.

Shuichi se sonrojó pues todos los veían.

-O...Ouma, suelta- Ouma hizo cazo.

-¿Tienes el libro?- preguntó.

-Sí, toma- se lo dio.

-¡Gracias, Saihara-chan!

-De nada.

El camino hacia la escuela estuvo más callado que de costumbre. Ouma perecía preocupado. Miraba para todos lados como si estuviera buscando a alguien. También iba bastante pegado a Shuichi. Cuando entraron a clase, fue casi igual. La mirada del peli-púrpura viajaba desde la ventana a la puerta. Así fue el día. Clase de gimnasia, química, arte (hubo un incidente con la pintura, el cual no nombraré) y el viaje a casa.

-Muy bien, Ouma. ¿Qué te sucede?- se acabó la paciencia de Shuichi.

-Nada, Saihara-chan- fingió una sonrisa.

-¿Y por qué te pasaste todo el día preocupado?

-Saihara-chan...yo...¿Puedo pasar la noche en tu casa?

Sí, señores. Verán, Shuichi es un malpensado de cuarta y eso le hizo sonrojar.

-B...bueno, pero...¿a hacer qué?

-¡MALDITO MALPENSADO! ¡ESTOY HABLANDO DE QUEDARME A DORMIR COMO AMIGOS!

-¡LO SIENTO!

-Tienes un problema de interpretación, Saihara-chan.

-Muchos dicen eso.

-Vamos.

Llegaron a la casa de Shuichi y...

-¡¿ERES AMIGO DE SHUICHI?! Hijo, te dije que tenía que ser de la escuela no un niño de 10 años- regañó su tío.

Shuichi se enrojeció de vergüenza y Ouma rio.

-Tengo 19 años, señor!- dijo divertido.

-¡OH, LO SIENTO!- "Con que de ahí sacó Saihara-chan el sonrojo frecuente" pensó Ouma.

-No, no. Ya estoy acostumbrado. El primer día de escuela, el director creyó que era una niña pequeña.

-Bueno, sin ofender, pero yo también lo haría. Hasta podrías ser novio de mi sobrino.

-¡T...TÍO!- se sonrojó Shuichi.

-¿Cuál es tu nombre?- preguntó su tío.

-Kokichi Ouma!

-En ese caso, Kokichi-kun, ¿te quedarás a comer con nosotros?

-¡Claro! Saihara-chan dijo que también podía quedarme a dormir.

-Mejor aún.

Shuichi hizo la cena pues no le gustaba que su tío se esforzara innecesariamente. La cocina quedaba al frente del comedor así que podía escuchar todo lo que Ouma y su tío decían.

-Y aquí está Shuichi a los tres años bañándose. Era tan tierno- escuchaba al tío.

-¡¿ME DA UNA COPIA?!- y a Ouma.

-¡¿QUÉ LE ESTÁS MOSTRANDO?!- gritó Shuichi.

-El álbum de fotos de tu infancia- respondió el hombre.

-Saihara-chan, eres tan adorable- dijo el peli-púrpura con estrellas en los ojos.

-¡NO LE MUESTRES ESO A OUMA!- le quitó el libro de las manos y examinó la foto que veían- ¡¿Y POR QUÉ ME SACARON UNA FOTO DESNUDO?!

-Era inevitable- sonrió.

-Yo lo haría- adivinen quien fue.

Al final, Shuichi confiscó el libro y su tío y Ouma se quedaron hablando esperando a que la cena llegue. Pero, aunque deseaba pasarla bien junto su amigo, el de púrpura permaneció casi tan alerta como antes. Tenía el presentimiento de que esa persona le arruine la vida por segunda vez.

¡Sonríe, Saihara-chan! (Oumasai/Saiouma) #HopeAdwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora