Made In The Am (L.S) (En edición)

What A Feeling

La semana de la fiesta al fin había llegado y yo estaba preparándome. Necesitaba verme bien. Por mí. Vestir, oler y verme bien me hacía sentirme mucho mejor, aunque ya estaba mejorando.

Estaba por fin no centrándome solamente en pensar en Louis y su ausencia. Ahora trataba de centrarme en cosas que me inspiraran, pues había retomado mi hábito de escribir canciones. Pero era un poco difícil siendo que él había sido mi única inspiración en ellas. Tenía escritas más o menos unas cuatro, y sí, eran sobre mi relación con él.

Hacerlas fue mi manera de desahogarme. No tenía que pensar mucho, solo escupía recuerdos y sentimientos y de alguna manera formaban una canción. No les ponía ritmo, ni definía cual era el estribillo, solo las escribía en mi diario y las guardaba. De vez en cuando las leía y cambiaba algunas pequeñas cosas. Nunca se las enseñaba a nadie, eran como un secreto. Nadie quiere que lo que siente en realidad se sepa. Todos de alguna manera decimos sólo una parte de nuestros verdaderos sentimientos. Quizá por vergüenza, o otros quizá porque no saben cómo expresarlo.

Zayn me recogería a las once para irnos. Liam vendría con nosotros. Estaba algo emocionado por conocer a quien había hecho a mi amigo tan feliz y tan positivo. Y también a quien había hecho que su hábito de fumar fuera disminuyendo. Eso era muy bueno.

Cuando oí mi móvil sonar, bajé para encontrármelos. Liam conduciendo y Zayn en el asiento de detrás para sentarse conmigo.

Los saludé a ambos y empezamos a hablar de cosas casuales. Noté que evitaban preguntarme por cosas que tuvieran que ver con Louis, y Zayn incluso se guardó el "luces mucho mejor" que sabía que quería decir. Pero era normal. Si me habían "sacado" era para que olvidara todo un poco.

Al llegar, se oía la música ya desde fuera. No parecía una fiesta muy descontrolada, parecía más casual. Había gente fuera hablando y fumando y al entrar no había mucho alboroto más que el de la música pero sí que había mucha gente.

La fiesta era en una casa muy grande que incluso tenía una mini barra en la que había un par de chicos sirviendo bebidas. Tenía varias plantas y estaba muy bien decorada.

Zayn buscaba sitio para nosotros mientras nos agarraba a los dos con sus dos manos. Nosotros solo lo seguíamos y Liam comentó sobre ello haciéndonos reír.

Finalmente encontró unos sofás vacíos y nos sentamos. Tras quitarse la chaqueta, Liam se ofreció a traernos unas bebidas.

-Zayn.-Le dije- Me siento algo incómodo.

-¿Por qué?

-Es raro estar contigo y Liam. Me siento algo incómodo.

-Tranquilo, no vamos a empezar a besarnos desenfrenadamente en tu cara. Además, si te hemos invitado es por algo, no seas tonto Harry. Vamos a pasarlo muy bien los tres.

Estaba seguro de ello pero temía ser molestia para ellos dos, quizá querían privacidad.

Liam regresó con las bebidas y sonriendo ampliamente. A Zayn le había cogido un simple roncola y a mí un gin tonic. Le agradecí y no tardé en dar un trago muy largo. Lo necesitaba.

Hacía tanto que no me iba de fiesta sin Louis que no podía evitar tener recuerdos de lo bien que la pasaba con él. Pero intenté pasar de ello y aprovechar para estar feliz.

Una hora después de estar en la fiesta, Zayn había desaparecido con Liam y yo estaba solo sentado en el sofá. La única copa que bebí ya se había acabado y solo me quedaba mirar a mi alrededor y revisar Twitter.

Vagamente oía una voz chillando, y aunque chillaba todo el mundo, esa sobresalía, porque se parecía a la de Louis. En ese momento me dije a mí mismo que mi obsesión estaba llegando a límites insospechados y solo suspiré y me decidí a buscar otra bebida.

Me quedé prácticamente de piedra al ver a Louis con una de sus mejores amigas a cuestas bailando. Medio segundo después, él me vio. Después de tantos días sin verlo pensé que se me había olvidado lo hermoso que era.

Mi corazón dió un vuelco. Louis inmediatamente soltó a su amiga y apartó la mirada. Me dolió. Yo seguí mirándolo

Lo miraba bailar, sus ropas atrapaban la luz. En sus ojos no parecía haber mentiras, tenía los sentimientos a flor de piel como yo. No había duda, él no estaba disfrazado.

Parecía como si hubiera visto un fantasma y solo me reí. Y aunque tuve ganas de correr, cogerlo en mis brazos, llevarmelo lejos y besarlo, lo dejé. Le di un trago largo a mi copa e intenté volver al sofá, pero, ¡sorpresa! Estaba ocupado por dos chicas besandose muy intensamente.

Me decidí a ir al baño, pues sentía los nervios dentro de mí y unas sutiles ganas de llorar.

Le di un último trago a la copa, dejé el vaso en una mesa y fui hacia el baño. Fue algo difícil encontrar el pasillo en el que estaban las habitaciones, pues habían dos más que conducían al garaje o a la sala. Todas las puertas estaban cerradas, pero sorpresivamente la primera puerta que abrí fue el baño.

Y ahí estaba otra vez. Echándose agua en la cara luciendo hermoso mientras se susurraba a sí mismo unas palabras que no podía oír.

Levantó la vista y me miró. Había sorpresa en sus ojos e incomodidad en su lenguaje corporal.

-Hola.-Dijo, bajito, sin ganas.

-Hola.-Le respondí, tratando de contenerme para no tirarme hacia él.

Me acerqué y me posicioné a su lado, me eché agua en la cara y me aseguré de que estuviera muy fría. También dejé que me cayera por el pelo.

Al levantar la cabeza vi a Louis tendiéndome una toalla blanca. Me tomó por sorpresa. No esperé para nada que se acercara a mí siquiera, pensé que para cuando levantara la cabeza del chorro de agua el ya se habría ido. Pero no era así. Estaba ahí con su sonrisilla tímida mirándome mientras me secaba la cara.

Sentía las mismas mariposas en el estómago que sentía cuando él estaba conmigo. Sonreí enterrando la cara en la toalla.

-¿Cómo has estado?-Me preguntó.

-Bien, bueno...Extrañándote si te soy sincero.

-Yo...yo también a ti. Es extraño.

-¿Qué?

-Estar sin ti. Es extraño.

En ese momento bajó la cabeza y pude oírlo esnifar como siempre hace cuando no quiere llorar. Me miró a los ojos como si hubiera un debate en ellos y yo me quedé mirándolo también. Quería acordarme siempre de esa bonita casualidad, de lo bien que le quedaba esa ropa.

Y me abrazó, de la nada se tiró a mis brazos y me abrazó y sólo pude hacer lo mismo. Dolía tanto... Dolía tantísimo saber que en cualquier momento tendría que abrir mis brazos y dejarlo ir otra vez. Dolía.

Decidí dejarlo ir primero, abrir mis brazos y simplemente hacerlo, y lo hice. Nos separamos lentamente y de un momento a otro nos estábamos besando.

Se sentía como un trago de agua después de una semana de sed. Reconfortante, espléndido. Sus labios se sentían tan bien que no sabía si estaba soñando o era mi esta mi realidad. Estaban tan suaves y calientes y se movían con tanta sincronización con los míos.

Qué sentimiento el estar ahí a su lado, teniéndolo en mis brazos.

Él tenía estrellas en sus ojos y yo tenía algo que el había estado extrañando hasta esa noche.