Capítulo 3 | El Encuentro de Willy y sTaXx

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Creo que se me ha olvidado publicar capítulo ayer ;-; vkerjhjgereg perdón... aquí tienen xD


<sTaXxCraft>

Con pereza sTaXx salió de la cama para darse cuenta que su cuerpo era inhumanamente negro, como si tuviera una armadura, pero en realidad su piel era así, negra como el petróleo, y viscosa como la baba de un caracol.

Otra cosa que se percató es del sitio en el que se encontraba. Era una habitación de madera, el techo, las paredes y el suelo, una madera más bien blanca. Dio una vuelta de reconocimiento llegando hasta el balcón. Lo que veía le dejó atónito.

A su derecha, con el cielo oscuro, un rascacielos adornado por un dragón que escupía fuego y raíles. De frente, superando las nubes, una mansión de corazón de lava que a pesar de la distancia reconocía el principal material de construcción, ladrillo de piedra.

Estaba en Karmaland, tal y como prometió el icono del juego que oprimió. Pero había un pequeño percance. Esto no era un juego, se sentía demasiado real. Se pasó las manos por todo su cuerpo, incluso por el culo. Lo perturbador fue que se sentía el tacto, podía transferirse calor. Si es posible sentir calor... ¿Por qué no sentía calor con el casco que traía? Pero la respuesta fue muy fácil tras intentar quitárselo. No podía ¡¿por qué mierda no podía quitarse el puto casco?!

Esto comenzaba a empeorar, sTaXx empezaba a entrar en pánico y eso no era bueno. Entre que se tropezaba con las paredes por el casco y entre que caminaba como un maniquí por la armadura, también comenzaba a perder la poca paciencia que tienía.

Se cagó encima cuando creyó escuchar un sonido muy extraño, que por unos segundos pensó que esa cosa, fuese lo que fuese, se estaba acercando hacia donde estaba él. Pero toda duda fue aclarada y es que de verdad algo se acercaba hacia su posición.

La diferencia entre la vida real y el videojuego "Minecraft" es mucha, pero para alguien que lleva ya sus buenos años jugando, practicando y aprendiendo, pues no tanto. Y si estaba en lo correcto, ese extraño sonido eran de los estrepitosos railes que se mezclaba con los desgarradores gritos de Willy. ¿Estará en lo cierto? Pues sí, lo corroboró tras pegar su casco al cristal y ver una vagoneta en los raíles que unían su casa con la de su compañero, y a este aferrado al transporte por los bordes.

- Eso no se ve muy seguro... - una mezcla de preocupación y desesperación le invadió, obligándole a correr escaleras abajo, hacia la cabeza de enderman. Recibiendo a su compañero que no parecía estar en sus cuatro sentidos tras el viaje, pero el de la visión estaba lo suficientemente bien como para reconocer la voz de su amigo y saltar fuera de la vagoneta a los brazos de este, terminando ambos en el piso.

<Willyrex>

Todo era oscuro, tétrico, sombrío. Todo. Inclusive la vela a su lado, la única fuente de iluminación de la pequeña habitación. ¿En dónde estaba? ¿Por qué el sitio le sonaba tanto? La pista que le ayudó a recordar fue el icono de un cubo de tierra titulado "Karmaland" que oprimió antes de despertar donde estaba. Pues así era. No había otro sitio similar a este en sus recuerdos que no sea su Torre del Mal en la segunda temporada de esa entretenida serie.

Pero algo no estaba bien, esto se sentía demasiado real como para que sean unos gráficos flipantes de la leche. Willy se levantó de la cama y extrañado comenzó a caminar. Salió de la habitación y vio a su derecha las estanterías de su estatura con un montón de libros, una mesa de encantamientos absorbía información de los libros. Esos jeroglíficos sorprendieron a Willy, parecían pelusas con forma extraña, pero al intentar tocarlas desaparecían. Cuando se acercó otro poco a la mesa, un grueso libro se abre automáticamente, sobresaltando al perdido chico, que atina a alejarse rápidamente, haciendo que la mesa se cerrase.

Llega a la sala de cofres junto con sus estandartes de su colección de espadas, por curiosidad, alza su mano con intención de desenterrar una brillante espada que le hacía ojitos a lo lejos. Al tenerla en sus manos, que al parecer no era tan pesada como imaginaba, una cuadrícula en fila apareció en la parte inferior de su vista periférica, eran aproximadamente treinta cuadritos que, a sus ojos, formaban una circunferencia alrededor de su cintura. El cuadrado que se situaba justo en el centro, en frente suyo, tenía el icono de una espada de hierro encantada del minecraft.

Por curiosidad, Willy extiende su mano y arrastra los cuadrados, haciéndolos rotar a su alrededor. ¿Esto correspondía a su inventario? Por curiosidad, gira sobre sus talones y se acerca a los cofres que, al abrirlos, un inventario en cuadricula, no en fila, aparece sobre sus narices. Pero no era molesto, no estaba ni muy lejos ni muy cerca, era similar a la distancia que solía mantener con la pantalla del ordenador. Podía reconocer algunas cosas, algunos crafteos y materiales. Pero el tiempo que había pasado desde el desenlace de la serie, le tenía rezagado.

Siguió echando un vistazo a sus pertenencias del juego, cuando encontró un objeto muy preciado para él. Sus alas. Pero podrían ser peligrosas... ¡Pero qué leches! Si recordaba perfectamente cómo usarlas y...

- ¡¿Qué pasa?! - al parecer en "La vida real" estas alas eran más difíciles de usar, esto le recordaba a alguna película... A las alas blancas y rosas les salió una especie de raíz que se enredó en su brazo fuertemente, levantándole del suelo.

Luego de mucho tiempo, logra llegar al suelo, sube corriendo las escaleras y, revisando que hubiese energía en la mesa, llena las alas sin mayores problemas. Para prevenir ser infectado, se va a la habitación vecina para probar las alas.

Lo primero que ocurrió fue un fuerte golpe contra el techo. Luego daba vueltas en el aire sin parar. Chocaba contra cosas. Su cara se estrelló con las escaleras... en fin. Luego de unos tortuosos minutos, decide subir a la azotea de la torre, para comprobar de verdad si esto era Karmaland.

Al entrar al jardín del mal, no puede evitar pensar en hacer el recorrido de las vagonetas. Era demasiado tentador, pero a simple vista parecía peligroso. Bueno, todo aquí era peligroso, la verdad. Pero si acababa de volar con unas alas rosas de Bleach* ¿Qué males peores pueden ocurrir después eso? ¡Pues nada!

- Pues ya está. - se dijo a sí mismo.

Subió en una vagoneta y esta, impulsada por la redstone, comenzó a andar. Cada vez más rápido y considerando las vueltas que daba por estar en el cuello del dragón, Willy se sentía morir. Lo único que pasaba por su cabeza era que quería bajarse o alegar que pusiesen cinturones en las vagonetas. Mínimo una advertencia de poca seguridad ¿no?

- ¡¡¡WILYYYYY!!! - no importaba si estaba siego o medio sordo por la adrenalina, él reconocería esa voz fuese donde fuese.

Con un mareo flipante, Willy baja a tropezones de la vagoneta y abraza a su amigo ignorando el hecho de que tenía una armadura negra y una piel algo viscosa y fría a su parecer.

- Fr...Frank... - susurra sujetando a su amigo del casco, girándole la cabeza para observarle mejor.

- ¿De verdad eres tú, Willy? - pregunta su amigo igual de sorprendido que él.

Los chicos se quedaron conversando un rato de la extraña anomalía que acababan de presenciar. Pero ambos coincidían en una cosa. Si ellos estaban aquí, significa que Vegetta también estaría, sino, no sería Karmaland dos.

*NOTAS DE AUTOR*

Bleach: es una serie de anime que en lo personal me gusta mucho (de no ser por el relleno). No es verídico el hecho de que Willy la haya visto, pero de ahí saqué la idea de las alas.

Virtual Karmaland  ♡Karmaland 2da Temporada♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora