En este momento no sé que sentir, si ira, rabia, decepción o ganas de reír como desquiciada. Lo único que logro pensar, es en el tiempo que he perdido por diez años; tantas cosas a las que renuncié, tantas personas que alejé de mi... haber dejado olvidada mi única pasión en la vida. Tanto le di ¿para qué? ¿para que me pagara de esta manera? Ahora sólo siento rabia, ganas de estrangularlo o golpear esa estúpida cara que pone, cada vez que quiere zafarse de un problema. Su estúpida cara de "yo no fui", siempre la odié y sin embargo, nunca se lo dije.
Mirenlo ahí, tratando de abrocharse los pantalones mientras corre a su secretaria de la oficina. Con la que estaba teniendo el sexo que me ha negado por tres años, así como lo leen TRES AÑOS siendo rechazada en la intimidad por él, pensando que estaba cansado por el trabajo, sintiéndome culpable por haberme descuidado en todos estos años, porque a lo mejor ya no estaba igual de bonita que antes. Me descuidé por darle todo mi tiempo a mi hijo Gabriel, de siete años; y me descuidé por su culpa también, nunca recibí ayuda por su parte. Siempre estuve encerrada limpiando y criando a nuestro hijo, mientras él se excusaba diciendo que estaba muy agotado, y se iba a ver televisión.
Tuve que haberme dado cuenta de que algo ocurría, porque de un año para acá, comenzó a llegar tarde a casa, diciendo que estaba en alguna supuesta reunión de trabajo, o que salía con sus compañeros a tomar unas cervezas. Cuando le reclamaba un poco de su ayuda, terminaba gritándome y diciendo que no era su madre, que podía salir a dónde él quisiera sin pedir permiso. No se daba cuenta, de que tenía razón en parte, yo no soy su madre, más le faltaba saber algo... yo era su compañera de vida, su mujer, su esposa... ahora me parece una mera fantasía.
-¡Christina! ¿Que haces aquí?-¡Increíble! Después de este show, me va a preguntar sólo eso.
-Vine a decirte que Gabriel está hospitalizado, porque le dio una reacción alérgica en la escuela. Ya que no respondías ningún teléfono, decidí venir..-Iba a hablar, pero lo interrumpí.- Tranquilo, ve después de que termines de trabajar.-
Me marché de ese sitio. Estoy asfixiada, necesito despejar mi mente y tomar una decisión. Mi madre está con Gabriel en el hospital, así que decido dar una vuelta por el malecón. Camino por inercia, tengo la mente ocupada, recordando una y otra vez la escena que vi hoy.
Pero bueno Christina ¡Basta! No todo está perdido, aún soy joven, mi único hijo ya está grande como para dejárselo a mamá o a mi hermana mayor. Podré hacer lo que nunca debí de haber abandonado. Me comenzaré a cuidar más, porque como que me llamo Christina Zoarez, esto no se va a quedar así.
Llego cerca de las nueve de la noche a casa, mi madre se quedará con Gabriel en el hospital, se lo pedí, ya que necesito hablar a solas con Piero, detesto dejar las cosas para más tarde.
Las luces están encendidas, así que supongo que está aquí ¡Ja! ya lo veré, como el buen actor que es. Siempre dándosela de mártir.
-¿Se puede saber, dónde estuviste metida Christina? Fui al hospital a ver a Gabriel y no estabas allí. Llegué a las seis y tampoco estabas aquí.-Tan cínico en reclamarme algo.
-Estaba dando una vuelta...cálmate, voy a preparar la cena ¿tienes reunión del..."trabajo?-No lo pude evitar, tenía que lanzarle alguna puyita. Y al parecer lo afectó, por lo pálido que se puso.
-Christina, acerca de lo que viste hoy... yo.. pues..-Trató de acercarse a mi y me alejé. No quiero que me toque.
-Tranquilo, hablaremos de eso después. Tengo hambre ahora, ve a cambiarte y luego veremos.-Quiere replicar, pero sabe que en éste momento no hablaré.
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Le sirvo la cena y comienza a comer. Hago lo mismo, totalmente concentrada en mi plato. Siento su mirada puesta en mi, sé que quiere comenzar a hablar, pero quiero comer primero para tener fuerzas.
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Con el corazón roto, pero libre...
RomanceRelato corto, sobre lo que piensa y siente una mujer cuando su matrimonio fracasa, después de haberlo dado todo para que funcionara...