42. A tu lado todo es mejor.

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El tiempo se paso volando, en un abrir y cerrar de ojos me encuentro apoyada en el marco de la puerta suplicando a Cameron que aún no se vaya.

—¡Aún no!—Murmuro haciendo puchero.—Apenas son las ocho. —Susurro. Él sonríe y me envuelve en sus brazos.—Debo irme preciosa.-Responde.—No me gusta que mamá este sola a estas horas.—Asiento con la cabeza.—Esta bien, debes prometer que me le presentarás pronto ¿si?.

—Claro que si, primero quiero que este problema con aquel individuo se solucione. Ese hombre irá a la cárcel si o si.—Endurece su mentón, lo abrazo mucho más fuerte que antes.—Tienes mi apoyo total. ¿Qué te parece si el Lunes, después de clases vamos a la Comisaría?.—Él asiente con la cabeza.

—Esta bien preciosa, pero realmente no quiero vincularte mucho en este asunto. No quiero que ese tipo sepa sobre ti, podría hacer cualquier cosa con tal de hacerme daño y tú junto a mi madre y hermana son lo más importante que tengo.—Besa mi mejilla. —Debo irme ¿si?.

—Nos vemos, por cierto envíame un mensaje cuando llegues a casa.—Lo abrazo una vez más.—Chao cariño.—Y sin más se empieza a alejar para caminar hacia su casa.

Cierro la puerta con seguro, apago las luces y subo a mi habitación. Me despojo de lo que tengo puesto y me dirijo a darme una ducha. Acabo y empiezo a lavarme los dientes. Salgo del baño y agarro mi desmaquillante y saco cualquier suciedad de mi rostro. Me coloco ropa interior y la pijama y me acuesto sobre el amor de mi vida. Mi celular vibra y lo agarro rápidamente es un mensaje de Cam avisandome que ha llegado a casa. Le respondo y dejo el celular sobre la mesa de noche, sinceramente estoy súper cansada así que no tenia ganas de desvelarme y se que él esta igual que yo. Me quedo con la mente en blanco por varios minutos y de a poco mis párpados empiezan a cerrarse.

***
Me levanto con mucha pereza de mi cama para ir al baño a hacer pipí. Mientras hago mis necesidades restriego mis ojos quitándome las lagañas. Porque seamos sinceras nadie amanece como una princesa. Acabo y lavo mis manos y me hecho agua helada para recobrar mis sentidos. Bajo a la cocina y mi mamá ya no se encuentra ahí. Leo la nota que esta pegada en el refrigerador y es avisándome de su turno de día completo y que tenia como tarea limpiar la casa. Empiezo a prepararme mi desayuno, estaba demasiado hambrienta así que hice huevos revueltos con salchichas y un zumo. Me siento en el mesón y me dispongo a comer viendo una caricatura. Término el desayuno, lavo los platos y subo a la habitación por mi celular. Me lanzo a la cama y empiezo a ojear las notificaciones. Respondo los mensajes de Cameron y Marie. Cam me pregunta que haré hoy y le conté sobre que debo limpiar toda la casa, primero se burlo de mi pero después me ofreció ayuda así que estaría aquí como en veinte minutos. Me voy al baño a darme una ducha, al finalizar lavo mis dientes quitando todo mal olor. Ya lista salgo del baño y voy por ropa interior, unos shorts y una blusa de mangas cortas azul. Me visto y luego empiezo a cepillar mi cabello no decido maquillarme puesto a que estaría limpiando y además estoy en mi casa no necesito usarlo. Me quedo acostada chismeando en mi móvil hasta que el timbre me interrumpe.
Llego hasta la puerta y la abro, frente a mis ojos esta el castaño con una sonrisa y su olor particular llega a mis fosas nasales.

—Hola pequeña.—Me envuelve en sus brazos y me besa la mejilla.—Hola Cam.—Susurro abrazada a él.

—¿Cómo estas?.—Pregunta mientras entra a la casa y se sienta en el sillón.

—Bien.—Me siento junto a él. —¿Y tu mamá como se encuentra?.—Lo observo fijamente.

—Ayer no sucedió nada y me alegro de eso. Ese hombre ha estado tranquilo estos días.—Suspira.—Le comente a mi madre sobre la denuncia.—¿Qué opina?-Susurro.—E-ella finalmente ha cedido Lisa.—Me acerca a mi y me abraza.

Nunca te enamores de Cameron Dallas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora