Otra vez

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Me desperté bastante temprano, no era ni las 5 de la madrugada cuando ya me había levantado, me entusiasme un poco al pensar que hoy otra vez podría hacer los piroshki y no dure mucho tiempo para salir de la habitación y llegar a la cocina, me puse a prepararlos con la misma emoción que el día anterior, sabia que al amo le gustaban y eso era bueno pues a mi me encantaban.
La atmósfera era tranquila mientras prepara el desayuno hasta que Mila decidió aparecerse, con una ropa algo vulgar para mi gusto, pero si al amo le gustaba no tenia nada que hacer.
-¿Que es eso?.- pregunto haciendo caras de disgusto
-Piroshki, a Otabek le gustan.-respondí confiado
-Mmmm, bueno no importa, votalo a la basura, yo le hare el desayuno.- dijo con una sonrisa en su rostro.
-¡Y tú quien te crees para mandarme a hacer algo!.-dije casi gritando.
La peliroja se volteo y me sostuvo de la camisa levantando un poco del suelo.
-Mira pequeño, no me interesa si Otabek te recogió de la calle, mientras yo este aquí tu haces caso.- dijo amenazantemente, luego me de eso me tiro al piso y me arrojo los piroshki.
-¿Que esta pasando aquí?.- dijo el pelinegro mientras se acercaba a mi para ayudarme.
-Oh nada cariño, solo se resbalo, que pena que también la comida se haya arruinado.- dijo con cariño a su novio.
La volví a ver, como era tan descarada de mentirle de esa forma era obvio que no era verdad y mas si yo le decía a el.
-¡No es cierto ella me empujo!.-dije mientras la señalaba
-Como puedes decir eso, ella jamas haría algo así, se que no te agrada pero tampoco le eches la culpa.- contesto inmediatamente
-Pero es cierto.- respondí algo mas calmado.
-Basta, no quiero que hagas eso, ahora levántate y ve a limpiarte, te esperaremos para desayunar.-dijo seriamente.
Me sentí tan apenado y enojado, ¿porque no me creyó?, esa estupida le mintió y ni cuenta se dio, era tan avergonzarte. Me levante y me dirigí al baño casi corriendo, solo que en un momento me voltee para ver si acaso el le decía algo, pero en vez de eso la besaba con mucha pasión, retome mi camino, al llegar me saque la ropa y me metí bajo el chorro de agua, las cosas se estaban volviendo igual, estaba pasando otra vez, mi vida la que creí que seria mejor ahora estaba siendo arruinada por un mentirosa y estupida mujer, y la persona en que confiaba la defendía, una vez mas mis lagrimas salieron, pero esta vez con mas dolor que odio, por fin creí encontrar a la persona que me salvaría del infierno, pero no, no era así nada mas me mostró lo lindo, para luego encararme de que esa nunca seria mi vida, todo todo era culpa de ella, si no hubiera parecido todo seguiría igual, ¿porque tubo que aparecer ahora?.
Salí de la ducha, ya había pasado mucho tiempo y mis dedos se empezaban a arrugar, salí del baño y me dirigí a mi habitación para ponerme algo de ropa, se suponía que Otabek me estaba esperando para desayunar, no fue sorpresa encontrármelos sentados en el sillón, mientras se daban caricias.
-Yo lamento haber tardado tanto.-dije en un tono suave
-Yo también Hisui, desayunamos sin ti a pesar de que te dije que esperaríamos.- dijo con un poco de lamento en su mirada, sin embargo la de a la par tenia una sonrisa de malicia.
-Esta bien... no impor..ta.- dije entre cortado, mis lagrimas querían salir de nuevo.
Me dirigí a la cocina para encontrarme nada mas y nada menos que los
Piroshki que una vez estuvieron en mi ropa, esto era cosa de ella y lo sabia perfectamente. Me los comí a pesar de todo no quería desperdiciarlos, antes moría de hambre cada día, ahora tenia el beneficio de comer a si que no desperdiciaría nada.
Pase por la sala para dirigirme a mi habitación, al menos ahi no me molestaría, pero apenas pase por la sala su chillona voz sonó.
-Porque no vienes y te sientas pequeño, estamos viendo una película.- dijo cariñosamente, dude mucho de sus palabras, pero Otabek me observaba y al mismo tiempo me hacia espacio. No pude negarme ante el acto del amo así que me senté, mala idea no pasaron ni tres segundos para que estos empezaran a besarse como si no hubiera un mañana, Otabek lucia algo incomodo, pero la mujer lo controlaba muy bien.
Era difícil concentrarse con tremendos sonidos que trasmitía la peliroja, eso mas que un beso parecía un asesinato, la mujer gemía y gemía como loca, Otabek intentaba apartarse con desespero, pero ella coloco sus manos detrás de la cabeza de el impidiendo que se alejara. No lo soporte mas y me fui era humillante verla hacer eso, era una estupida en todas sus palabras, si quería mostrarme que gemía como vaca, solo bastaba con hacerlo, no tenia que incluir a Otabek.
La odiaba demasiado que si no fuera por el ya hubiera cometido un homicidio, solo bastaron dos días para que la odiara, ¿que pasara en una semana?, solo pido que Otabek se de cuenta, a mi no me va a creer, yo no soy nadie para el y eso me lo dejo en claro, pero igual se suponía que éramos amigos, donde quedaron esas palabras, ella lo arruino.
Decidí salir caminar, para despejarme del mal momento que me hizo pasar, no me pude alejar todo lo que quería pues aun era muy nuevo y no conocía las calles, di varias vueltas mientras meditaba un poco.
-¡¡¿¿Hisui eres tu!!??.- grito alguien con voz familiar, me voltee,  para darme cuanta que no era ni mas ni menos que el japones del Katsudon no me acordaba de su nombre y solo recordaba el delicioso platillo que no hizo comer, lo apode así, no era tan malo, eso pensé.
-Hola, Katsudon.-dije bastante serio
-¿Katsudon?.- pregunto
-Si.- respondi
-No importa, ¿porque estas aquí, donde esta Otabek?.-
-El esta con su estupida novia.- dije sin querer
-Ohhh Mila regreso.- dijo con tono pesado
-¿Sucede algo con ella?.- pregunte
-Solo no me cae bien se podría decir, es algo extrovertida en algunos sentidos.- contesto, entendí perfectamente a lo que se refería, ella era de las que no le importaba donde estuviera, haría lo que quisiera.
-Entiendo a que te refieres, es una arpia, nada comparada con Otabek que es un sol.- volví a decir sin querer, pero esta vez mi mejilla se sonrojaron demasiado.
-¿Sol?.- pregunto el pelinegro con una pequeña sonrisa
-Si, un sol, el es mi sol.- dije intentando sonar seguro, pero solo lo estropeaba mas.
-¿A ti te gusta el?.- pregunto aun mas sonriente
-¿Gustar?.-lo vi con intriga
-Ya sabes cuando sientes cosas en el estomago y piensas que es la personas mas hermosa y maravillosa del mundo.- me dijo con un pequeño brillo en su mirada, me quede observándolo en silencio, ¿a mi me gustaba el amo?, como era eso posible, el y yo éramos amigos nada mas, pero lo sentir cosas en el estomago y pensar que es hermoso era cierto, mi mente empezó a divagar entre mis pensamientos.
-Te gusta, ¿no es así?.-dijo, devolviéndome a la realidad
-Yo.... yo no se- respondí, en verdad no sabia, realmente ¿eso era cierto?,pero no importaba si era cierto o no el la tenia a ella y yo solo era un niño rescatado no importaba como me sintiera yo, no existía ninguna posibilidad... Mila me había ganado en todo.
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Holaaaaa

Perdón por el retraso, pero no tenia inspiración, así que me tome unos días, pero ya estoy de vuelta, en unos cuantos caps se viene el amor entre mis pequeños.

Ohhhh mi pequeño yuri al fin se entendió lo que sentía, y Mila lo arruino ohhhhh

Yo no tengo nada contra Mila de hecho me cae muy bien pero me encanta agarrar personajes buenos y convertirlos en unos malditos🙌🏽🙌🏽🙌🏽 yey

Me encanta ver que hay personas que siguen este fic diariamente, espero no fallarles y que cuando termine le allá encantado, millones de gracias a todas.

Bye bye 👋🏽

¿Existe la libertad? ~Otabek x Yuri ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora