Los 6 elementos

La verdad

Frank Miture era un chico normal de 16 años con gustos sencillos como: la informática, el deporte (sobre todo la natación y el buceo) y las ciencias en general. Era un chaval de metro ochenta y cinco de estatura. Tenía el pelo de color castaño, ojos verde claro y piel morena.

Los únicos recuerdos que Frank tenía de sus padres eran las fotografías que había en casa de sus abuelos y lo que ellos le contaban. Sus padres murieron en un incendio cuando él tenía 2 años, desde entonces vivía con sus abuelos, por parte de padre, en el municipio de Getafe (Madrid).

Un tarde de primavera, cuando volvía a casa después de pasar el día con sus amigos: Mario y Pablo le pareció ver en la distancia algo suspendido en mitad del cielo, pero como estaba cansado y hambriento regreso a casa sin preocuparse por ello. Tras haber cenado y recogido la cocina se fue a su habitación y se puso a leer "Eragon". Le encantaba leer sobre seres fantásticos, lo que no sabía era que esas historias pronto se convertirían en su destino.

El día de su cumpleaños, Frank quedo con sus amigos para pasar todo el día juntos. Fueron a la piscina por la mañana, en donde hicieron carreras con diferentes reglas como solo usar los brazos o solo las piernas, también hubo peleas de caballitos, etc. A la hora de comer, fueron una pizzería que había abierto hace poco, pero las pizzas estaban muy buenas. Luego fueron al cine, había bastantes películas que tenían una pinta estupenda pero al final se decantaron por una de dragones que acababa de salir. Cuando volvió a casa su abuela estaba cocinando miéntras su abuelo veía la televisión.

Frank: Ya he vuelto abuela

Abuela​: Hola Frank, porque no vas a ver la tele con el abuelo yo iré cuando se termine de hacer estas galletas

Frank: Vale

La abuela entro en el salón con una bandeja de galletas recién horneadas. Se sentó junto al abuelo, el cual apago la televisión

Abuela: Frank, acabas de cumplir los 17 es hora de que te contemos la verdad

Frank: De que estas hablando abuela

Abuelo: Ella quiere decir la verdad sobre tus padres y su mundo especial

Frank No os sigo ¿Cómo que "su mundo especial"?

Abuela: Nosotros no sabemos mucho porque a diferencia de la familia de tu madre que nacieron conociéndola, tu padre fue el primero de nuestra familia en conocer la existencia de esta realidad

Abuelo: Pero si podemos decirte que lo que nosotros consideramos sobrenatural o pura fantasía como los libros que tanto te gustan para ellos es normal

Frank: Abuelos, no valéis para mentirosos

Abuela: No es mentira. No quería decirte esto así, pero tus padres tampoco murieron en un incendio, murieron en una guerra salvando a mucha gente

La cara de Frank cambio

Frank: Si eso es verdad, porque no me no habíais dicho hasta ahora

Abuelo: Pensamos que no tendrías por qué cargar con ese peso mientras crecías, respecto a porque te lo contamos ahora, posiblemente mañana vendrá un hombre de ese  mundo para preguntarte si quieres ir con él para aprender, en una especie de escuela, lo mismo que tus padres

Frank: Pero como voy a decidir si no sé nada para decidir si quiero o no ir a ese sitio

Abuela: He dejado sobre tu cama algo que tus padres querían que te diéramos en tu decimoséptimo cumpleaños, ósea hoy

Abuelo: Nosotros nos vamos a la cama

Sus abuelos se fueron a su habitación mientras Frank se quedaba pensando. Ellos no son de mentiras y menos con respectos a sus padres, siempre habían respondido sus preguntas cuando no sabía algo, según ellos su padre era un gran médico y ella era piloto. Quería saber más antes de elegir que hacer mañana subió a su habitación que estaba en el segundo piso. Sobre su cama había una carta y un paquete envuelto en papel de regalo. Frank cogió primero la carta y empezó a leer:

Hola hijo, si estás leyendo esto es que nosotros estamos muertos y tu acabas de cumplir 17. Felicidades. No queremos que culpes a tus abuelos por haberte contado una mentira sobre nosotros, fuimos nosotros quienes le pedimos que lo hicieran para mantenerte a salvo. Seguro que tienes muchas preguntas y nos encantaría responderlas pero no podré hacerlo. Contamos que te contaran algo antes de entregarte esto así que te diré que seguramente sea todo verdad. Ahora cada uno vamos a escribir algunas cosas.

Papa

Hola chaval seguramente ahora te estés planteando el ir a conocer el mundo que tus padres vivieron, a mí también me costó decidirme, solo que a mí me pillo todo de sopetón, imagina de repente un hombre aparece en la puerta de mi casa y me cuenta sobre un mundo de fantasía. Al final mereció la pena aprendí muchas cosas y conocí a tu madre, no quiero decirte lo que debes hacer y quiero que sepas que elijas lo que elijas yo siempre te apoyare

Mama

He leído lo que ha escrito tu padre y estoy totalmente de acuerdo con él, aunque para mi fuera diferente yo me crié en ese mundo desde que nací, así que tenía clara mi decisión de ir. No voy a repetir a tu padre por lo que solo quiero hacerte un regalo, el paquete que hay(o por lo menos debería haber) junto a esta carta es algo que ha pertenecido a mi familia por generaciones y te vendrá bien. Hay pergamino para que conozcas todo lo que es y lo que puede hacer

Tus Padres

Frank dejo la carta y se fijó en el paquete, era bastante grande, era un cofre lo que encontró al quitarle el papel de regalo, en su interior había un arco, un carcaj lleno de flechas, una espada envainada y el pergamino que le había dicho su madre

Primero cogió Manual de instrucciones

Para los herederos del apellido Miture especialistas en el elemento magnético, este es vuestro legado.

Un carcaj de cuero con un juego de 30 flechas de distintos tipos, además, este carcaj tiene un hechizo de magnetismo que devuelve la flecha lanzada a su sitio una vez que ya no es útil donde esta (un enemigo se la quita o muere entonces la flecha vuelve como nueva o si fallas también volverá) además no se pueden caer aunque vuelques el carcaj

Un arco que se adapta al tamaño de quien lo usa y que se puede encoger hasta los 10 cm pulsando el botón del mango (también tiene propiedades magnéticas para mantenerse unido al carcaj cuando se coloca en la hendidura correcta)

Y por último una espada, es una bracamarte y al igual que los otros objetos volverá a su vaina en caso de estar 10 minutos fuera de esta o no esté empuñada por el poseedor de la funda. Aunque la vaina esté separada mientras lees esto, se puede enganchar al carcaj de manera que sólo quien sabe cómo hacerlo o leyendo el diagrama que hay más abajo sea imposible de quitar

Frank siguió leyendo hasta que leyó el último párrafo del pergamino

Para evitar que estos objetos caigan en manos del enemigo, en caso de que mueras, deberás mancharte la mano con tu sangre y colocarla en la tapa del cofre en el lado que no se ve al estar cerrado, así al morir los objetos volverán al cofre esperando a que otra persona los use, deberías dejar el cofre en un lugar que consideres seguro y que solo tú o alguien de tu confianza conozcáis y dejar este pergamino en su interior

Cuando Frank dejó de leer, todo le pareció increíble y en caso de que fuese verdad valdría la pena lo de la marca en el cofre, lo cual le parecía algo macabro. Probó todo lo que ponía en el texto, encoger el arco, disparar una flecha (eso lo hizo por la ventana y apuntando al suelo para no darle a nadie), incluso saco la espada de la vaina para ver como volvía a su funda. Ahora que, para su sorpresa, había comprobado que todo era verdad, bajó a la cocina y cogió un plato, un cuchillo y se fue al baño que estaba junto a su habitación.

Se hizo un pequeño corte y dejo que las gotas de sangre cayeran sobre el plato, se curó el corte para que dejara de sangrar y se fue a la habitación. Colocó la mano que no se había cortado sobre el plato  y de ahí la puso sobre la parte del cofre indicada, al levantar la mano una perfecta huella de sangre quedó marcada. Frank devolvió la mano al plato para no manchar nada y se fue a lavar el plato y la mano. Al volver la huella estaba seca. Seguido cogió un papel y boli y se apuntó todas las cosas del pergamino que necesitaría: Los tipos de fecha de las que disponía el diagrama para sujetar la vaina al carcaj y alguna otra cosa. Guardo todo como lo encontró y se fue a dormir