Las puertas estaban ya abiertas y al igual que Chizuru el resto de las personas avanzaban en busca de un asiento. Esta como las veces de los días anteriores le tocaba viajar solo, cuidando de no dormirse y sin tener el poder de hacerlo ya que no tenía una partícula de sueño, era demasiado extraño. Está bien, el que durmiera por el simple hecho de no saber qué más hacer con su tiempo podría haber cambiado un poco las cosas, pero vaya... Que no era para tanto.
Mientras miraba hacia enfrente su aburrimiento aumentaba con la misma velocidad a la que el tren avanzaba por las vías... Y con una pequeña cantidad de esperanza tomó su celular para buscar alguna cosa para pasar los minutos que le quedaban. Nada, ni un mensaje... No le habían hablado ni para pásarle un virus. Con paciencia miró al cielo y se dio cuenta de que este no estaba tan diferente a él, era demasiado aburrido y no tenía una sola nube para mirar, aún peor, sin saber porqué se puso a pensar en cuál sería la linea que tomaba Itsuki mientras no viajaba con él... ¿Caminaba, o tal vez sólo tomaba uno diferente para no tener que encontrarse con Chizuru? No... No podía ser.
El castaño, en ese momento se encontraba recién subiéndose al tren que lo llevaría; que curiosamente también era en el que estaba su amigo de cabellos casi incoloros. Y si, había cambiado de estación y asiento, pero no de tren... Aunque estuviera un poquitín confundido no podía permitirse el dejar solo al pequeño en un lugar tan abierto al público, según el de ojos turquesas éste podría dormirse en cualquier momento y mientras no lo esperaba, lo que había pasado hacía tiempo se repetiría y sin poder hacer nada él se enteraría ya siendo demasiado tarde para hacer algo.
Pero, él estaba allí... Mirando con cuidado desde donde no lo viera y sin siquiera saludar. También pensaba que su pequeño compañero necesitaba un poco de tiempo a solas para pensar en lo que le había dicho y dejar que él pensase en lo mismo, además, fuera de cualquiera de estas cosas... Había aprendido a observarlo de lejos, lo cual no era poco pero tampoco era suficiente para él. Le necesitaba cerca, de verdad llegó a extrañar su notoria presencia en los pocos días que habían mantenido más que una distancia... Su forma de hablar o las cosas que hacían juntos, era imposible dejar de pensar en ello cuando tenía apenas unos segundos libres, de hecho llegó a pensar que podría darle el permiso de hacerle cualquier cosa con tal de que estuviera otra vez allí; hasta podría dejar que lo besase pese a que no fuera algo demasiado apropiado.
Se sorprendió a sí mismo imaginando cómo serían las cosas si sus labios volvían a tocarse al menos una vez más, con la mirada baja se dio cuenta que de ser así nunca volverían a ser amigos. He imaginar eso le causaba cierta excitación sentimental con una parte de sorpresa y otra más pequeña de tristeza.
Y pensaba también en que era posible que aparte de las razones por las que seguía tomando el mismo tren habían otras que él ya conocía... Por ejemplo; Podía saber cómo estaba sin tener que preguntarle directamente, se veía bien pero no dormía donde lo vieran, ¿ya le daba vergüenza que lo vieran dormirse? Y también estaba que se fijaba bastante en su celular, ¿ahora tenía a alguien con quien hablar? De solo pensarlo le daban ganas de enviarle un mensaje para interrumpirles. Parecía alguien peligroso teniendo ese tipo de pensamientos hacia una sola persona y más porque era una persona que si conocía y de hecho, era su mejor amigo. Finalmente solo para darse el capricho le envió el mensaje que había formulado mientras imaginaba con el tipo de persona que estaría hablando Chizuru, aunque era lo de siempre, un "Buenos días, pequeño", pero con la diferencia de que era la primera vez esa semana que se lo enviaba.
Cómo no, ¿por qué no podría escribir lo que sus pulgares quisieran? Después de todo, ¡¿Qué tipo de persona insana quiere enviar los mensajes bien?! Acostumbrado a poner lo mismo, no se fijo en que el pequeño, ahora era suyo; "Buenos días, mi pequeño" había puesto, inconsciente. Luego de ver su vida pasar delante de sus ojos se levantó y sin pensarlo se apresuró en llegar a Chizuru, quien feliz con el celular en la mano tenía las piernas cruzadas de una forma demasiado femenina y el rostro, acompañado con una estúpida sonrisa casi burlona y el color de sus mejillas, que estaban sutilmente sonrojadas. Al momento de sentir pasos apresurados llegar a él escondió la pantalla del móvil en su propio pecho y subió la mirada, sintió como el rostro le ardía de forma instantánea cuando su mirada se encontró una vez más con la de Itsuki, que se mantenía de pie con una pose nerviosa y un poco sonrojado gracias a que se sentía avergonzado por su mensaje.
No sabía qué estaba haciendo allí parado, ninguno sabía la razón correcta; el de ojos de color violeta creía que tenía algo que ver con su mensaje y aunque no estuviese tan lejos de la verdad, el castaño estaba allí preguntándose porqué no había escrito otro mensaje como disculpa por su error en lugar de dejar en evidencia que él estaba allí mismo. Puede ser que haya sido un gran error de su parte o que por quererle hablar haya actuado por impulso.
Pero se alegraba de todos modos, así podrían tener una conversación normal de una vez y luego podrían hablar sobre lo que sucedió antes. Sin prisa tomó asiento a un lado del menor y lo miró desde más cerca sin decirle nada en absoluto hasta el momento, el otro se mantenía de igual manera mientras también dirigía su mirada al opuesto.
—Buenos días— habló de una vez acabando con el silencio que tenían, entonces su compañero separó su celular de su cuerpo y lo bloqueó—.
— Mi pequeño—cualquiera que hubiese llegado a escuchar a Chizuru decirle eso a su amigo de un metro ochenta se le hubiera reído en la cara sin pensarlo, pero en ese momento para ellos tenía más sentido que en cualquier otro contexto aparte. Y consciente de eso hizo que el castaño se avergonzase un poco más que antes con solo continuar lo que decía el mensaje— .
Quiso decir algo, pero antes recordó que después de bajarse tenían un tiempo antes de tener que entrar y antes de poder proponer algo una voz sonó y las puertas fueron abiertas. Para cuando ambos salieron el de cabello claro lo tenía sujeto de una mano al mismo tiempo de que sin mirarlo lo estaba llevando a un parque iluminado donde a esa hora no había casi nadie, creyó de manera acertada que él también necesitaba hablar y que con la cantidad de personas que había en la calle eso sería imposible. Decidió en una parte del camino que en lugar de dejarse llevar como si fuera una bolsa del supermercado él también le sujetaría la mano y tomando lugar al lado de Chizu tomó su mano con más fuerza sin soltarla pensando que esto lo haría feliz.
— Eh... Esto...—cuando se detuvo en un lugar más o menos alejado de la entrada liberó su mano que estaba sudada de manera incómoda. Parecía no saber qué decir ni qué hacer hasta que Itsuki se tomó la libertad —o el atrevimiento— de acariciar su mejilla izquierda al mismo tiempo que hacía lo posible por no responder a la mirada que le dedicaba el más bajo. Separó su rostro un poco más que extrañado y después de soltar un leve y corto suspiro habló— No necesitas hacer esto. ¡Estoy bien! —su voz seguía allí, como siempre. Sin embargo lo diferente era su forma de hablar, parecía enojado pero a la vez no parecía estarlo, el castaño pensó si el preocuparse sería adecuado— no soy tan idiota... Estamos hablando porque escribiste mal.
A Chizuru le desagradaba ese mensaje especialmente porque después de eso lo había visto. Y él había tomado su mano. ¿Acaso pensaba que podía rechazarlo y luego, como si nada cambiar de opinión? Eso parecía. De si seguía enojado era otro tema, aún no tenía la más mínima idea de porqué no lo había visto en el tren o porqué él mismo lo había llevado hasta donde estaban ahora.
—No es eso, es que... Sólo te envié el mensaje. Y también quería verte, además... No tengo idea de porqué estás enojado de todas maneras— habló en respuesta y así fue como atravesó con gran velocidad el límite al que llegaba la paciencia del de pelo claro. Éste estaba sonrojado, maldiciendo por dentro y un poco entre dientes mientras pensaba en qué cosa de las miles que se le pasaban por la mente le gritaría.
— ¡Tooooonto! — exclamó sin medir la dureza con la que lo hacía y siguió— ¡Tú me dijiste que me alejase! Intento respetar lo que pediste, ¡pero parece que tú no puedes hacerlo!
—Por favor, olvida eso— intentaba estar tranquilo o al menos simular que lo estaba y a la vez que el otro le dejara de gritar. Quería que olvidase lo que le había dicho porque tenía razón al decir que no podía hacer aquello, no podía alejarse de él... O mejor dicho, no era que no pudiera sino que no quería soltarlo en ese momento. Necesitaba protegerlo de cualquiera, incluyéndose, y por eso necesitaba también tener a su amigo de vuelta.
— Olvídalo tú, y por favor; aléjate de mí—le pidió él esta vez, imitándolo sin esforzarse en esconderlo y haciéndolo notar.
Oh, si, nenes.
Ha llegado Kanakirigoe para dejar el capítulo del mes :'v (ay)
Espero que se haya podido entender algo de lo que quise poner y también que les haya encantado. No me había imaginado a Chizu de esa manera hasta que se me ocurrió hacerles esto a estos personajes que de nada tienen la culpa... Pero we. Sé que nadie lee las notas que dejo después de los capítulos, ni siquiera yo lo hago.
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My Dear Dream. •°•Dream Festival!•°•
FanfictionEsto es un fanfiction yaoi. Se ubica un poco después de la creación de "Traffic signal" y antes de "Dear dream", hasta el final de la primera temporada de Dream Festival, por lo que algunas partes de la historia original serán revividas. Ajam...