Sexo Rojo ~Him & Her ~

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Her
Andrés, la dama de rojo, la regla, la menstruación, como lo conozcas.
Éste periodo había sangrado demasiado todos los días que dura, por fin había llegado el viernes es decir: día de sexo.! La cama ya no sonaría porque él la arregló y podríamos hacerlo más duro.
Hacía frío así que en ropa interior nos metimos juntos en la cama, la sesión de besos empezó y pude sentir lo excitado que estaba en ese momento, lo tenia con ganas desde hace dos semanas.

Him
Después de mucho tiempo sin tener sexo por un viaje que hice con familia, estaba con muchas ganas de hacerlo, llego el viernes y fuimos a mi casa, ella estaba en su periodo pero no era la primera vez que lo hacíamos durante este evento, ella había mencionado algo de que no era como los demás periodos, que este era constante, la verdad no me importaba.

En mi cuarto ya a instantes de hacerlo, nos metimos bajo las cobijas gracias al frío.

Her
-¿y si lo hacemos ya.?- me dijo.
Acenté con la cabeza y él salió en busca de un condón. Me metí mucho más en las cobijas y pude escuchar como lo abría y se lo ponía.
-¿segura que no quieres poner la cobija?- unos días antes le dije que moriría de vergüenza si su cama se mancha con mi sangre así que él propuso que pongamos una cobija abajo.
-Depende de ti, si quieres que tu cama se manche no la ponemos- le respondí.
-Por mi no hay problema- sacó mi panty, se acercó a mi juntando nuestras intimidades y penetrandome por fin.
Dolió al principio y él lo notó, me preguntó si estaba bien y después de un momento yo lo afirmé moviendo mi cadera dándole a entender que podía empezar a moverse.

Him

Yo tenia muchas ganas, así que no tarde en preguntar -¿lo hacemos ya.?- asintió con la cabeza. Sin dudarlo fui por un condón, me lo puse y volví a su lado, quite su panti desesperadamente, la acerque a mi y sin perder tiempo entre, note en su cara que le dolió, no me sorprendió ya que no hubo estimulacion previa, generalmente empezamos con los dedos, al notar su dolor pregunte -¿estas bien.?- asintió con la cabeza y movió su cadera dandome una señal de que empieze a hacerlo.

Her
En la posición que estábamos teníamos una perfecta vista del otro, empezamos con un vaivén de caderas que sacaban gemidos y jadeos, apoyó sus manos a los lados de mi cabeza estando así sobre mi, se acercó sin poner todo su peso sobre mi y enrollé mis piernas en su cadera.
Escuchaba como su respiración se aceleraba cada vez más y empezó a acelerar los movimientos, todas las sensaciones en ese momento se mezclaron haciéndome curvar mi espalda y sujetarme de su espalda.

Him

Lleno de ganas empeze con movimientos suaves ya que a ella le dolía, cuando note que el dolor se fue subí la velocidad, notaba algo diferente ahí abajo, al cambiar de posición note que estaba todo rojo, me gusto mucho, fue lindo, una experiencia nueva.

Me puse sobre ella, ella abrazo mi cintura con sus piernas, y yo entraba y salia can velocidad, cuando sentí mojado en mi pierna, al ver, era sangre, me gusto esa sensación, pero no dije nada ya que sabia que se avergonzaría.

Her
-Intentemos la posición que tu elegiste- me dijo aún entrando y saliendo, acepté y me alejé de él.
Nos separamos y me fijé en la cama, estaba con varias manchas; sus manos, su pierna y su pene también estaban llenos de sangre. Junté mis piernas y me tapé la cara sintiéndome tan avergonzada.
-tranquila amor, no es nada.- se acercó y me besó, me sentí mucho menos incómoda.
-Intentemos tu posición- me dijo con una pequeña sonrisa reconfortante.
Me di la vuelta dándole la espalda y alzando un poco mis caderas para facilitar la penetración.

Him
Varios días antes habíamos buscado posiciones y ella encontró una que me llamo la atención, recordado eso la sugerí, ella acepto y al apartarnos vi la cama, esta manchada, al igual que mis piernas, mis manos y mi pene, me gusto verlo todo rojo, fue una nueva experiencia.

Ella se dio la vuelta y alzo sus caderas, la sujete de la cintura y entre, luego estirando sus piernas ella quedo boca abajo y yo encima de ella, viendo su figura, dándome cuanta de cuanto la amo, viendo su trasero lleno sangre, una imagen que esperó volver a ver.

Her
Empezó a entrar y salir de mi ganándose gemidos por mi parte, esa posición quería intentarla hace tiempo. Las sensaciones eran intensas, y aunque no podíamos vernos frente a frente aún era muy lindo.

Después de un rato él me pidió que me ponga encima, en la posición típica que ambos disfrutábamos. No me negué y rápidamente me subí sobre él, bajé lentamente sobre toda la longitud de su miembro y él empezó a moverse, busqué sus labios para callar mis gemidos con un beso.

Him

Cansado de no poder ver su rostros lleno de placer, rojo por el calor del momento, ya harto no ver sus hermosos ojos llenos de euforia le dije -ven encima mio- no se negó, me monto y a una velocidad regular bajo sobre mi miembro dejandome sentir todo el explandor de la penetración, ella empezó a subir y bajar sobre mi, sentía su calor, y su sangre chorrear sobre mi, repentinamente se abalanzo a besarme, y probé una vez más el delicioso sabor de sus labios.

Her
Sujetó mis caderas un poco alejadas de él y empezó con embestidas rápidas, haciendo que llegue a otro orgasmo en esa tarde. Había otra posición que queríamos intentar y mientras recordábamos yo seguía moviéndome sobre él lentamente para sentirlo.

Me acosté de un lado y él de frente, algo así como una L un poco rara. Junté las piernas haciendo presión para que él lo sintiera y empezó  con ese adictivo movimiento. Se sentía bien, él tenía una perfecta vista de mi cuerpo desnudo y mi cara toda sonrojada mientras me penetra

Him

Cuando note su cansancio gracias al movimiento, decidí hacerlo yo, sujete sus caderas y con movimientos rápido entraba y salía, escuchaba sus gemidos, era una orquesta de gemidos y jadeos de ambos, después de que ella llego sugería otra posición de las que vimos, ella solo obedeció y se acostó apuntando su trasera hacia mi, entre y me sujete la cabeza con el brazo, desde ahí lograba verla perfectamente, su cara, sus piernas, su vientre y sus senos rebotar.
Su respiración se agitaba cada vez más mientras yo subía la velocidad, sentí que estaba apuntó de venirme y aun no quería acabar, le pedí que vuelva a ponerse a 4 patas para poder disfrutar de la vista de ese trasero ensangrentado una vez más.

Her
Me pidió que me pusiera en 4 y sin chistar lo hice, bajé mi torso alzando el trasero para que pudiera entrar en mi. Lo hizo de una vez y comenzó a menear su cadera rápidamente.
Mis rodillas perdieron fuerza advirtiendo así que estaba a punto de llegar al clímax,  intenté sujetarme de las almohadas y de las sábanas para no perder estabilidad y llegamos, juntos, al nivel más alto de placer, al orgasmo.

Him

Al verla ahí, nuevamente entregándose a mi, una vez más permitiéndome entrar a ella, lo hice, me moví y no sólo de adelante a atrás, esta vez hice movimientos circulares, y no se si fue por eso o por su periodo pero ella no podía casi mantenerse, de todas formas seguí, ya esperando llegar, después de unos gloriosos instantes llegue, a lo que me agache y bese su mejilla, al retirar el condón cubierto de sangre me hizo gracia, regreso a ver las sabanas, las almohadas, el cubrecama, todo, lleno se un hermoso color rojo, lo único que pude pensar en ese momento fue... "Un lindo recuerdo" y así se resume nuestro Sexo Rojo.

Entre Besos Y Sábanas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora