-¿Tanto te urgía hablarme? ¿Ahora? -le pregunté a Vinka, ansiosa.
-Lo siento; no es culpa mía que tu mamá me dijera que nos teníamos que ir. -La mandíbula de Vinka se apretó.
-Como sea.
-¿Estabas teniendo suerte con Pat?
-Estaba -dije, haciendo un claro énfasis en la palabra.
-Lo lamento mucho.
-Supongo que hablaré después con él en Facebook. Pero, aun así, no es lo mismo -suspiré.
Cuando llegué a casa, mi mamá estaba esperándome en el vestíbulo, con una mirada sin emoción alguna.
Vinka y yo entramos acompañada por ella, pero no compartimos ni una palabra por un largo rato.
-¿Para qué querías que viniese? -pregunté, ya impaciente por el silencio de mi madre.
-Eh, es que te fuiste de repente, y pensé que almorzarías conmigo -respondió.
-Oh. Es que, entre nosotras, ya es como algo habitual que una se vaya sin decir nada y avise después. -Mi voz ya se comenzaba a deteriorar por los sentimientos guardados que, poco a poco, comenzaban a salir.
-Ro...
-No me vengas con tus "Ro" ahora. Yo estaba pasando un buen rato con Becca y el resto de mis amigos.
Los ojos vidriosos de mi madre iban humedeciéndose de manera ascendente. Mi subconsciente me decía que parara de ser tan chocante.
Cerré los ojos y exhalé, sin saber que estaba conteniendo la respiración.
-Lo lamento, mamá. Sé que no debí de haber reaccionado de esa manera, pero tengo tantos sentimientos guardados... Y sé perfectamente que te los debí de haber comentado alguna vez, pero las veces que trataba de hablar contigo, o estabas con Jonathan, o hablando con Jonathan en tu habitación.
-Ven aquí. -Palmeó sus manos en su regazo, en el cual me apoyé, y comencé a llorar.
-Yo..., yo...
-Tranquila -me acarició el cabello-. ¿Quieres que vayamos al cine más tarde?
-Sí, sí quiero -dije, sonándome la nariz con un pañuelo de papel que mi mamá me dio mientras hablaba.
-Muy bien -sonrió.
-Eh, uh... Yo creo que me iré -intervino Vinka-. Ah... Mañana te devuelvo tu blusa, ¿sí, Ruth? Está bien -dijo, sin esperar mi respuesta-, me voy. Adiós, señora Finch. Adiós, Ruth.
Una vez que Vinka se fue, me dirigí al baño para lavar mi cara, la cual estaba hecha una mezcla de lágrimas y maquillaje.
Hoy decidí ir al cine al natural con mi mamá. Como en los viejos tiempos, cuando también íbamos con mi papá.
Me hice una cola de caballo, y me fui al cine con mi mamá. Elegimos una comedia romántica y compartimos una bolsa gigante de palomitas de maíz. Todo salió bien y, probablemente, éste fue el mejor día que haya pasado con mamá; quiero decir, las dos solas.
En familia, el mejor día de mi vida fue cuando fuimos a un pequeño parque de atracciones cuando fuimos de vacaciones a San Francisco; yo me había atiborrado de algodón de azúcar, gaseosa de naranja y manzanas acarameladas. Y eso probablemente fue cuando tenía 7 u 8 años, pero, aun así, me acuerdo de aquel día perfectamente.
Cuando mamá y yo llegamos a casa del cine, me dirigí a mi laptop. Vinka y Pat estaban conectados en Facebook; no fue difícil encontrarlo; Vinka y yo lo buscamos hoy en la mañana antes de irnos a la casa de Becca. Me aceptó aproximadamente unos 2 o 3 minutos después.
•Vinka Schwartz: como estuvo el dia con tu mamá? :)
•Ruth Finch: bastante lindo, ¿sabes? vimos una pelicula linda y nos devoramos una bolsa entera de palomitas de maiz :) hahahaha
•Vinka Schwartz: que genial! has hablado con Pat?
•Ruth Finch: no... aún. LOL* (*lot of laughts)
•Vinka Schwartz: seguro no tardará mucho :D
•Ruth Finch: tú crees? :O
*1 mensaje sin leer*
•Pat Nicholson: hola Vinka! cómo estás? :)
*chat con Vinka*
•Ruth Finch: no vas a creer quien me habló LMAO* (*laugh my ass off) :))
•Vinka Schwartz: que tonta eres! no lo desperdicies! hablamos despues entonces, xoxo
*chat con Pat*
•Ruth Finch: hola! :) yo estoy bien, gracias, tú?
•Pat Nicholson: bien igual... -no habla por varios minutos- oh, mi hermano no se puede dormir, y mi mamá me pidió que lo durmiera :( adiós, Ruth :(
•Ruth Finch: oh, ya veo... pues, adiós :( xx
"Qué gran interacción haces con los chicos, Ruth", pensé.
Cerré mi laptop apenas terminé de... "hablar" con Patrick, pues no tenía nada más interesante que hacer.
Ya era de noche, pero no tenía ni una pizca de sueño. Fui a la cocina, y me preparé una taza de té. O unas cuantas.
Me coloqué mi grueso pijama, y ahuequé tantas veces mi almohada como pude hasta que caí dormida.
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7:45 a.m. Genial.
La alarma de mi teléfono sonaba de manera muy fuerte, casi como resfregándome en la cara que debía ir a la escuela.
Para mi sorpresa, en el aire reinaba un olor delicioso a pan tostado y café. Bueno, quizá no me gustaba el café, pero no podía negar que era un olor exquisito y único. Esperen... ¿Mi mamá estaba preparando el desayuno? ¿¡MI MAMÁ!? Whoa.
-¿Mamá? -pregunté, restregándome un ojo con la manga de mi pijama.
-Buenos días, Ro. Dejé tu desayuno en la mesa -respondió, sonriente.
Dos mitades de un sándwich untadas con mantequilla y mermelada de mora (mi favorito), una taza de té y un vaso de jugo de naranja se encontraban esperándome en la mesa del comedor.
-Te esforzaste bastante, al parecer.
-Oh, sí -volvió la mirada a el hervidor de agua.
-Gracias.
Bueno, quizás no era la gran cosa, pero para mí sí. Después de todo, sufrí mucho tiempo por la ausencia de mi mamá en casa. Que ella me prepare el desayuno, quizás sea un pequeño paso; un pequeño paso para que el lazo que ya estaba medio deteriorado entre nosotras se vuelva a restaurar.
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El día en que el agua se mezcló con el aceite
Teen Fiction¿Aburrida de la típica novela de la típica novela de el chico malo y la chica buena? Pues aquí decidí dar vuelta aquella ridícula perspectiva de las chicas. Disfrútenla=)