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αɾίες



Solías regalarle rosas
Miradas con advertencia
Y al mismo tiempo amor con olor a Sándalo.

Prisionero de los martes
Y amante de las primaveras.
Impulsos que no se controlan
Y lamentando la mirada del fuego.

Querías mantenerla sujeta
A pesar de su maldito ego
Pero tu pasión apaciguaba el deseo del control.

Y entre el rubí rojo de tu corazón menguante
Reinaba el diamante que era ella.

En verano la presentabas por que era cuando más brillaba.
Y eras valiente a su rechazo
Aunque doliera en Hamal
Y sangrara en Sheratan.

Y en tus ojos brillaban las Ariétidas Diurnas
Y la libertad expresada en ellas.

Tan honesto con ella
Nefastas mentiras ocultaba en su Regulus.
Y no supiste verlo
Caías por ella
Pero como todo buen guerrero levantabas tu cabeza hacia el pequeño rey
Y gritabas a las cinco constelaciones las verdades de Leo.

ᴘᴏᴇᴍᴀs ᴀsᴛʀᴀʟᴇs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora