Había estado trabajando hasta muy entrada la madrugada ya que no lograba conciliar el sueño. Después de pasar días enteros documentándome para mi nueva novela de misterio y terror era incapaz de dormir. Pasé horas escribiendo y plasmando cada idea que llegaba a mi cabeza, hasta que comencé a sentir mis párpados pesados.
Tenía intención de ir hasta mi cama y acostarme para dormir durante las pocas horas de noche que quedaban... Cuando me quedé profundamente dormido sobre mi escritorio. Probablemente babeé todos los borradores de la historia, pero aquella sería una preocupación mínima en comparación con lo que pronto ocurriría.
Desperté en el suelo de lo que parecía ser una habitación de hospital. Miré a mi alrededor y descubrí que había alguien más conmigo... Una chica de cabello blanco y ojos amarillos, que me miraba fijamente. Ella estaba quieta, y parecería un maniquí o una muñeca si no fuera porque pestañeaba constantemente.
???: Hola.
Habló con una voz aguda y un tanto molesta. Continuaba mirándome fijamente, desde el lugar en el que estaba sentada en el suelo. Se encontraba sentada frente a una puerta, como si estuviera protegiéndola o tratando de impedir que alguien entrara o saliera.
???: ¿No me escuchaste? Es de mala educación ignorar a los demás cuando te hablan, ¿lo sabías?
Akira: No te ignoraba... No intencionadamente al menos... Solo estaba un poco como en shock...
Kiiko: Como sea... Me llamo Kiiko, ¿y tú?
Akira: Yo me llamo Akira... Supongo que es un placer conocerte...
Kiiko: Lo sería en otras circunstancias. Supongo que ya te has dado cuenta de que han traido a dos desconocidos a un lugar desconocido para ellos...
Akira: ¿Estás hablando de nosotros en tercera persona?
Kiiko: Lo he hecho para que pudieras entenderlo mejor, pero en fin... Iré a ver fuera de está sala, ¿vendrás conmigo?
Asentí con la cabeza dudando un poco. Después de todo no la conocía... Pero alguien nos había llevado allí a los dos, tal y como ella había dicho...
Se puso de pie con un salto y sacudió su cabello antes de dedicarme una intensa mirada. Sus ojos recorrieron mi cuerpo de arriba abajo y luego se dio media vuelta para abrir la puerta.
Kiiko me hizo señas de que guardara silencio por si acaso y salimos de la sala los dos. En una dirección había más salas y unas rejas cubriendo unas escaleras ascendentes. En la otra dirección había una gran sala de la que salía otro pasillo que también terminaba en una reja cubriendo unas escaleras ascendentes.
Después de recorrer aquel camino regresamos a la gran sala entre los dos pasillos que estaban llenos de puertas. Nos fijamos en algo que extrañamente no habíamos visto antes al pasar por aquella sala... Lo que debía ser la puerta de entrada estaba cubierta por una gran placa de acero.
También nos dimos cuenta de que había una chica durmiendo junto a la placa de acero. Su cabello era rosado con una gran estrella amarilla en él y sus ojos, que más tarde veríamos, eran azules.
Kiiko: ¿La despertamos?
Akira: No sé si sea buena idea... Aunque dudo que sea ella la que nos ha encerrado aquí... Parece muy niña...
Kiiko: Que no te engañen las apariencias. Podría no ser tan niña como creemos...
Entonces la especie de niña bostezó y abrió un poco sus ojos. Frotó los dos ojos y se puso en pie tambaleante.
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Danganblood: Despair returns
Mystery / ThrillerDieciséis estudiantes son encerrados en un hospital psiquiátrico por alguien que se hace llamar ZetsubouKuma. Allí se verán obligados a jugar el Juego de Matanza Mutua para poder escapar.