Fingiendo ser fresa [EDITANDO]

29: El relato de Hanna

Todo el auto quedó en silencio cuando Hanna empezó a hablar.

—Todo comenzó… oye, Nico, puedes avanzar mientras cuento mi relato— después de qué Hanna haya dicho esas palabras Nico encendió el auto y el trayecto a la casa de los McCain comenzó.

—Puedes continuar— dijo Liam.

—¿En que me había quedado?— preguntó Hanna— Ah, sí, todo comenzó cuando Nicole me llamó para decirme que le rompieramos la madre a un tal Charlie Neuman…

—Eso no paso así, Hanna— dijo Nicole interrumpiendo a Hanna.

—Bueno, ella me llamó diciendo que si no quería ayudarla a vengar a una chica que fue violada, yo trate de resistirme pero… Nah, yo si quería ayudar a Nick, entonces acordamos todo.

»Cuando llegamos a la casa de Charlie Neuman tocamos el timbre y fue algo así;

—¿Quiénes son ustedes?— preguntó Charlie.

—Las que te cortarán tu amiguito— conteste yo.

—Voy a llamar a la policía, locas de mierda— dijo Charlie agarrando el maldito celular.

Como Nicole esta medio loca le quitó el celular y lo tiró a la calle.

El tal Charlie se puso rojo de la furia y la estúpida de Nicole me gritó;

—Hanna, corre.

Y yo en vez de hacerle caso le di una patada en su amiguito y luego en el estómago. Y Nicole la terminó de cagar gritando;

—Hanna Thompson, corré ahora mismo.

»Salimos corriendo pero el tipo llamó a la policía y le dio mi nombre y mi apellido y la descripción de Nick.

Cuando Hanna terminó el relato, Liam empezó a reír como morsa retrasada, Nico rodó los ojos y Nicole le pegó a Hanna por haberle dicho Estúpida.

—¡Párala ahí!— gritó Nicole de pronto haciendo que Nico pegará un frensaso.

—¿Qué pasó?— preguntó Nico.

—Oh nada, es que creí que hoy era domingo, casi me muero, el lunes tengo que presentar una…— Nicole fue interrumpida por Nico.

—¿Por qué no le haces un favor al mundo y te callas un rato?— dijo Nico cabreado.

(…)

—Llegamos— anunció Nicole.

—¿Por qué no me dices algo más obvio?— le preguntó Hanna— Me tengo que ir a casa, no me extrañes, te veo ma… ¿cuando te vas?

Hanna había olvidado que su mejor amiga vivía en Inglaterra, ella no podría escaparse de su casa e irse a la Nicole, como hacia cuando tenía seis años y su mamá la regañaba.

—Mañana— murmuró Nicole.

—¿Quieres volver?— preguntó una voz.

Era el papá de Nicole.

—Claro que no, ¿por qué no entienden que jamás seré la hija perfecta?— preguntó Nicole.

—Lo eres, a tu manera, pero lo eres— dijo Jessica desde el porche de la casa, a su lado estaba Rebecca, la mamá de Nicole.

(No recuerdo como se llamaba el papá de Nicole, o si tan siquera le puse nombre, pero desde ahora se llama Mark)

—No vuelvas— dijo Mark.

—¿Hablas en serio?— preguntó Nicole apuntó de explotar de la emoción.

—Te lo ganaste, Anna, después de lo que hiciste lo mínimo que te ganaste es volver de allá— dijo Rebecca.