Introducción: El Examen de Ingreso & el Curso Propedeutico

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-Vamos, es el primer paso para el resto de tu vida, ¿Qué es lo peor que podría pasar? – ese fue mi pensamiento al llegar a aquella escuela totalmente desconocida para mí, en realidad, no había sabido de su existencia hasta hace apenas unos ayer, cuando comenzaba a buscar las opciones para mi futuro, típico de mí: las cosas importantes siempre de última hora.

Aún recuerdo lo primero que pensé al llegar: Oh por Dios, que grande es, y que lejos del mundo; la extensa caminata y la magnitud del terreno de la escuela me tenían absorta, al grado de no percatarme que era lo que estaba estudiando: me había enfocado en la guía para la carrera de Mecánica en lugar de la de Gestión Empresarial; cuando me di cuenta de mi error ya era demasiado tarde, tenía el examen de admisión frente a mí.

Al llegar al aula en la que se me aplicaría el examen, para mi buena fortuna, alcance a saludar a varios amigos y ex compañeros tanto de prepa como de secundaria y primaria, ese hecho me emociono, aun recordaba con alegría las grandes aventuras de aquellas épocas, sonrío recordando los buenos momentos, aún conservo algunas secuelas de la mayoría.

Quizá se pregunten quien soy, bueno, con todos los ánimos de ahondar en su curiosidad, les diré que no tengo planeado presentarme, no aun, pero ansío relatarles mi historia, y créanme, no es una historia cualquiera; empieza con ese examen que todos hemos presentado, ese que decide el rumbo de nuestro futuro; aquel al que con dudas llegamos y con miedo, con presión y desilusión al no ser lo que realmente queremos, pero que al final, nos das las más grandes herramientas para defendernos ante el mundo y el poder total de controlar nuestros destinos.

Ese día... ese examen, y de entre la multitud de nombres solo recuerdo uno, el de un amigo ausente; mismo al que tantas veces le he compartido mi idea de lo diferente que habría sido el curso con su presencia, si estás leyendo estas líneas , permíteme saludarte y reafirmar mi teoría: la carrera habría sido más divertida contigo.

En fin, pasemos a lo realmente importante, ¿Qué paso después de ese examen?

Bueno, sobra decir que a pesar de haber estudiado para la carrera que no correspondía, logre ingresar, obteniendo mi lugarcito en el turno matutino (una total desventaja para mi sistema, ya que estaba acostumbrado a trasnochar y levantar tarde, cortesía del turno vespertino en la preparatoria); los primeros días del resto de mi vida empezaron: el curso propedéutico; el salón a reventar de aquellos a quien hoy llamo compañeros; creando expectativas de cómo serían los demás maestros en base a quienes nos vieron dar nuestros primeros pasos, los más gracioso es que aún recuerdo al profesor que nos debe una alita de pollo para todo el salón, ya que, según sus cuentas, con una sola alcanzamos todos.

Y ni que decir de la profesora que nos indicó: "No se arrepientan de sus decisiones", lamentablemente, siento que le he fallado, pues me he arrepentido de tantas decisiones que tome a lo largo de la carrera (por no decir de la vida).

Oh, y como olvidar a aquella maestra que nos tenía una paciencia infinita, yo en su lugar, nos habría mandado a recursar el curso propedéutico por parlanchines y ruidosos (creo que unas cuantas veces participe en el corillo de quejas y participaciones)

Son tantas cosas que recuerdo ahora...

Pero hay una que nunca podré olvidar, la elección que hice ese primer día, la promesa que con estas páginas buscare cumplir; yo misma, si algún día lees lo que hoy escribes tan ansiosamente, déjame decirte que: no importa lo que el resto diga, ni siquiera tu familia, posees el talento necesario para sacar a relucir tu talento, eres cual diamante en bruto, solo necesitas pulirte, no rendirte jamás, y confiar en ti misma para alcanzar la última de las estrellas, y sabemos que estas son infinitas; para ti, y para aquellos que hoy se toman la molestia de leerme, les doy la bienvenida, a la historia secreta, jamás contada, narrada o escuchada, esa que habita junto al secreto de quien hoy escribe; dado que esa persona, ha logrado conseguir, que sus escritos se vuelvan realidad.

Con sigilo observaba a mis compañeros, el curso propedéutico estaba por llegar a su fin, ocultaba mi rostro tras un libro, (característico en mí siempre estar leyendo), mi imaginación comenzó a divagar, presa de las mil y una historias que habían transitado por mis ojos a lo largo de mi vida.

-¿Qué pasaría si...? – siempre era el pensamiento inicial que precedía a una historia totalmente disparatada y bizarra, aunque a su vez graciosa, interesante y divertida; amaba y odiaba el don que se me había dado: Transformar mis escritos en realidad; sin duda alguna, este privilegiado don me había sido de gran utilidad en mis horas más oscuras a lo largo de mi vida, y ahora que había llegado a la universidad, estaba más que dispuesta a dejarlo atrás, sin embargo, hay costumbres que nunca se olvidan, así que más pronto que tarde, me hice de papel y pluma y comencé a escribir, empezando por imponer unas ciertas reglas que delimitaran el alcance de mis escritos.

"El viento soplaba enérgico aquel día de verano, las vacaciones habían terminado, y era tiempo de volver a la escuela; los rostros fúnebres de los estudiantes, denotaban el entusiasmo que sentían por volver.
- ¿y cómo no llevarlos? – Comente entre risas a un nuevo amigo, mientras platicábamos al pie de la escalera de uno de los edificios – ellos tienen que repetir el curso completo, yo en su lugar llevaría la misma cara

-Ya te veré entonces recorriendo los corredores como alma en pena, sufriendo por tus bajas notas – respondió con inteligencia mi amigo, cuyo nombre en Martin (cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia)

-Ja, eso quisieras, vine dispuesta a ser la mejor de la clase – no podía creer el entusiasmo de mis palabras, y por lo visto el tampoco, pues su contagiosa carcajada nos costó una llamada de atención – en realidad, escuche que estos terrenos rebosan de criaturas increíbles y sucesos inexplicables, incluso se cree que por aquí está la entrada una dimensión desconocida

-Claro que no, llevo un año aquí y las únicas criaturas que he visto son... bueno... las usuales en cualquier escuela

-No le quites lo emocionante, quizá después puedas sorprenderte..."

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⏰ Última actualización: Mar 17, 2017 ⏰

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Ingeniería en Gestión Empresarial 2° GeneracionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora