Este no es un Personaje x lectora pero igual quise hacerlo.
A pesar de qué hubiese querido que quedará mejor, me siento bien con mi trabajo.
Ojala y les guste.
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Molestia, odio... era lo que le causaba aquel individuo llamado Fong. El es un hombre amable, gentil, honesto, servicial y por sobre todas las cosas, la ultima persona en él mundo con la cual ella quisiera estar.
Hace unos días, Viper recibió una extraña invitación de parte de Reborn. La invito a unas vacaciones al estilo vongola la cual le importaban muy poco, pero la palabra casino, agudizó sus sentidos y acepto de inmediato.
Fue junto a el décimo vongola y sus amigos, con algunos miembros de Varía y Fong... Ese tipo realmente le molestaba, con su frase: «Él dinero no lo es todo en la vida, Viper. Hay cosas mas importantes».
¿Que podría ser mas importante que su amado dinero? ¡¿Que?!
Viper odiaba al pelinegro desde el momento en que Cheker Face los recluto e hizo que vivieran en aquella mansión. En ese entonces soporto recibir sus charlas sobre: La vida del ser humano, durante todos los malditos días, debido a que la paga era bastante buena.
La chica rebaso los limites de su paciencia en el momento en que dijo: «mis artes marciales son mas eficaces que tus ilusiones, después todo son solo ilusiones». Después de aquello la casa en la que vivían todos, se convirtió en un infierno cada vez que Viper y Fong estaban en el mismo lugar.
─Ojala te absorba un agujero negro y no regreses nunca, maldito salvaje.
─Por favor Viper, cálmate. Lamento haber dicho aquello, estuvo mal y estoy cociente de ello, pero no crees que exageras un poco. ─Dijo el pelinegro intentado calmar a la reencarnación del basilisco de Harry Poter.
─Aléjate de mi. Me irritas y causas migraña.
Fong intentaba llevarse bien con ella, pero era imposible, especialmente porque ella no conocía lo que era el perdón, mucho menos la amistad o el amor. Su mente solo se enfocaba en el dinero que le proporcionan las misiones que toma, y los intereses que recibirá de aquellos que se atrevían a pedirle prestado.
Luego que todos se transformasen en arcobalenos no supo de Viper hasta que conoció al décimo vongola, Sawada Tsunayoshi.
En la batalla que participo con HIbari, tuvo el honor de poder verla una vez mas, pero ella se negaba rotundamente a hablarle siquiera. Se le ocurrió provocarla con aquello que tanto le fastidiaba.
─Mis artes marciales son mejores que tus ilusiones, Viper.
─Repite lo que acabas de decir maldito gusano blasfemo.
─No creo que tenga que hacerlo. Tienes un muy buen oído.
Tuvieron la pelea mas fuerte que nunca habían tenido. Al final no se supo quien gano de los dos, pero era mas que claro que Viper no deseaba verlo.
Al final... cuando todo acabo y consiguieron liberarse de la maldición, Lal Milch y Colonello anunciaron que iban a casarse. Muy en el fondo Viper le tenia un gran aprecio a Lal Milch, ya que esta le ayudo en una ocasión a contener las ganas que tenia de matar a aquel simio salvaje.
Esta asistió a la boda teniendo cuidado de no cruzarse con Fong. Vestía su túnica y capucha de costumbre causando murmullos entre los invitados.
Cuando llego la hora de lanzar el ramo de flores, se retiro al patio y se subió a un árbol para sentarse.
El ramo de flores que lanzo Lal Milch cayo justo en manos de Fong quien miraba a todos sorprendido. Los demás le dedicaron una mirada de: «Tu puedes hacerlo, amigo».
Fong salio al jardín y se sentó junto a Viper la cual lo miraba con desagrado.
─Oye Viper...
─¿Que?
─¿Recuerdas esa vez cuando dije que mis artes marciales eran mas fuertes tus ilusiones?
─Si...
─Estaba equivocado. Tus ilusiones tienen la capacidad de volverse reales y engañar al enemigo.
─¿A donde quieres llegar elogiandome tanto?
─No se si me estés engañando con alguna de tus ilusiones, pero Viper... Te quiero.
De la sorpresa Viper se cayo del árbol en el pasto suave y verde. Fong intento acercarse para ayudarla, pero ella retrocedía. Le lanzo el ramo de flores y desde lo lejos le grito un: «Te amo».
Regreso donde estaban todos abrazando el ramo de flores que aquel idiota le lanzo haciendo que su corazón palpitara a un ritmo anormal. Sus mejillas estaban rojas y no paraba de mirar a todas partes.
─Oye escoria, ¿pasa algo? ─Pregunto Xanxus al ver la conducta irregular de su compañera.
─No lo se...
Xanxus la miro extrañado al igual que aquel pelinegro con ropas chinas que se retorcía de la risa al ver que la chica no sabia como manejar aquella situación que le resultaba un poco vergonzosa, pero graciosa.
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¿Cómo me quedo? ¿Bien? ¿Mal?
Díganmelo en los comentarios.